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Lo reveló el congresista Connie Mack. Señaló que es por los vínculos de Caracas con Irán y con las FARC. Y opinó que el Departamento de Estado debería denunciarlo ante la OEA No es la primera vez que Mack, presidente de la subcomisión para el hemisferio occidental de la Cámara Baja, solicita la inclusión de Venezuela en la “lista negra”, que integran Cuba, Irán, Sudán y Siria. Sin embargo, esta vez ocurre en medio de un conflicto entre Caracas y Washington, a raíz de la negativa del presidente bolivariano Hugo Chávez de aceptar al embajador estadounidense Larry Palmer, debido a que este afirmó ante el Congreso, justamente, que las insurgentes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia tenían presencia en Venezuela.

Este jueves Mack anunció que la inclusión de Venezuela en la lista será uno de sus objetivos en la sesión legislativa que comenzó esta semana. Si lo consigue, Caracas enfrentará sanciones, que incluyen la eliminación de ayuda estadounidense y la prohibición de exportación y venta de equipo militar.

“El departamento de Estado necesita actuar (para incluir a Venezuela en esa lista). Vamos a celebrar audiencias en la subcomisión para detallar todas las violaciones que creemos están ocurriendo en relación con Venezuela y el terrorismo”, arremetió.

A su vez, el legislador republicano aseguró que si logra su objetivo, traerá importantes consecuencias en La Habana. “Venezuela está dando tanto apoyo a Cuba, que si logramos detener ese apoyo, tendría un gran efecto y cambiaría la situación en Cuba”, reflexionó.

Mack también opinó que el Departamento de Estado debería denunciar a Venezuela ante la OEA, aunque calificó al organismo como un “chiste”. Y afirmó que la política exterior estadounidense hacia América Latina es “vergonzosa”, ya que no sólo no acude al organismo regional, sino que tampoco apoya a países aliados como Panamá y Colombia, cuyos Tratados de Libre Comercio con el país norteamericano no fueron aprobados en el Congreso.

Consultado por la falta de críticas similares desde el resto de los países de la región, el diputado por el estado de Florida fue tajante: “saben que no hay una manera eficiente o efectiva de lidiar con él (Chávez). Es más fácil quedarse callado. No creo que necesites una organización como la OEA, que se deja manipular por la minoría”.