Es estudiante de la Comunidad judía, acaba de celebrar su Bar Mitzvá y su nombre es Elías Moussali. Con voz clara y perfecta oratoria, se dirigió al Presidente de la República:

Como hijo de esta nación, quisiera pedirle que ningún niño mexicano se quede sin estudiar, porque, cada vez que veo un niño mexicano haciendo de payaso o de malabarista en un semáforo, mi corazón se entristece”.

Este 14 de marzo, en el marco de la comida anual que ofrece la Comunidad judía de México al Primer Mandatario, Elías explicó a Felipe Calderón los tres pilares sobre los cuales, según el Tratado de Principios judío, se erige el mundo:  Torá (estudio), Avodá (trabajo) y Guemilut Jasadim (buenas obras) y culminó diciendo: ” Los jóvenes estamos comprometidos con nuestro país. Yo personalmente me ofrezco a trabajar con usted. ¡Sólo llámeme!”

A su vez, el Presidente de la República, coincidiendo con la sabiduría judía, dio a Elías una clase de cómo lograr el éxito: “No hay soluciones fáciles ni dinero fácil. Sólo se puede salir adelante con trabajo y esfuerzo”. Y pronunciando correctamente y sin ningún esfuerzo “Guemilut Jasadim”, se refirió a este mandato diciendo:” Si un día se te agotan las cosas buenas por hacer y quieres hacer muchas y no beneficiar a uno, sino a millones, camina la ruta, recorre el camino de la política hecha con principios. La política es el arte del bien común y de las buenas obras”.

“Ganarás menos que en cualquier otra profesión que puedas realizar, serás el que menos ingresos tenga de tus amigos si es que lo haces con rectitud, serás incomprendido” concluyó. El mandatario recordó a Carlos Castillo Peraza, quien le aconsejara alguna vez: “Felipe, ninguna cosa buena que hagas quedará impune”.

Otra referencia a las fuentes judías fue mencionada por Rafael Zaga, Presidente del Comité Central de la Comunidad Judía de México, quien habló de Éxodo de Egipto y de la importancia de los líderes que trazan el camino. ” Todo comienza con el ideal de que allá estaremos mejor” dijo “sin embargo, después de la euforia de romper cadenas, llegan los momentos difíciles: la soledad del desierto, la nostalgia de tiempos pasados”. No hay que caer en la tentación de maldecir las decisión tomada y adorar “el becerro de oro”, enfatizó, refiriéndose a quienes se quejan de que los cambios no llegan tan rápido o de la forma deseada. A la vez, pidió que se luche por la justicia, por  la democracia y contra la inseguridad. Según Rafael Zaga, la solución consiste en mandos únicos estatales, cultura de la denuncia y reformas de fondo, fiscales, laborales y de Estado.

Calderón Hinojosa mencionó varios datos y estadísticas en materia económica, educativa y de seguridad, que demuestran de que México va por buen camino, y dijo :”A veces, me siento como el inquilino que llega a una casa y ve que ésta está infestada de termitas o de cucarachas. Podrá cerrar los ojos y taparlas con una alfombra. pero de lo que se trata es de limpiar la casa, de decir: “Aquí, manda la autoridad del Estado mexicano”.