JORGE MARIRRODRIGA

Israel está detrás de todo. De todo lo malo, faltaría más. Los rebeldes libios aseguran que agentes israelíes están reclutando en el Chad y otros países del Sáhara a los mercenarios que utiliza Gadafi para combatirles. Por su parte, el hombre que se viste con las cortinas del salón explica a quien quiera escucharle que Al Qaeda, los europeos e Israel buscan su caída y para eso han manipulado a los rebeldes “que se pasan el día drogados y escuchando música”.

¿Quién tiene razón? Tras un minucioso trabajo, el equipo de investigación de Sobre Israel Opinamos Todos ha encontrado una prueba consistente de la implicación israelí con el bando rebelde. Es más, podemos asegurar que esa música que escuchan los rebeldes viene directamente de Israel. Las drogas, probablemente, de la despensa del propio Gadafi.

Noy Alushe es un disc jockey que forma parte de esa fauna multicolor que puebla Tel Aviv –ya saben, la capital de Israel según la particular geografía de la prensa española– y que además de tener una gran imaginación, debe disfrutar de bastante tiempo libre. El caso es que cuando Alsuhe vio por televisión a Gadafi en su ventana pegando voces ataviado con la alfombra del recibidor y el tazón de los cereales por sombrero, tuvo una visión. Gadafi gritaba “¡Los aplastaremos como ratas!¡Puerta a puerta! ¡Casa por casa! ¡Calle por calle!” Y donde los demás veíamos a un peligroso iluminado, Alushe vio a un tío con ritmo africano. Y así mezcló las palabras del coronel con música rave… y su canción Zenga Zenga suena ahora a todo volumen por las calles de Bengasi.

Alushe, que es de origen tunecino, está recibiendo estos días mensajes de todo Oriente Medio. Jóvenes a los que les gusta su música y les importa un huevo que sea israelí. Al final Gadafi tendrá razón. Hay algo israelí detrás de todo esto. Esta es la canción.