OSCAR CID DE LEÓN

Desde niño, Alberto Zuckermann (Ciudad de México, 1946) se inclinó por el piano.

Le gustaba su maestra, joven, bonita y cordial, según recuerda, hasta que todo se vino abajo porque su padre quiso sumarse a la clase. “Eso ya no le pareció a mi mamá y me pusieron un maestro”.

El jazz llegaría después, porque su formación, hasta entonces, era en música clásica.

Tenía cosa de 13 años cuando ingresó en un mercado de discos que se ubicaba en San Juan de Letrán, hoy Eje Central. “Ahí ponían música nueva, que acababa de salir, y yo escuché de repente un disco con una batería y con una intensidad que me sacudió. Le pregunté a la empleada qué era eso: ‘Es Jazz en Riguz, de Tino Contreras’. Y entonces yo dije, ‘quiero esto'”, cuenta en entrevista el pianista mexicano de origen húngaro.

Aquél representó su primer disco de jazz, quedando atrás la música clásica.

A Tino Contreras y a otros “monstruos”, como él dice, entre ellos Keith Garrett, Bobo Stenson y McCoy Tyner, dedica su producción más reciente: Zuckermann en vivo, que presentará en concierto el viernes 29, a las 19:00 horas, en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.

Se trata apenas de su tercer disco, aun cuando tiene más de 30 años de trayectoria, la cual ha amalgamado, a veces por necesidad, con el magisterio, la crítica musical e, incluso, la escritura, pues también escribe novelas.

Su carrera en el jazz no ha sido fácil, pues el mercado, dice, pone trabas al género. Pero no baja los brazos y celebra su nueva producción.

De venta en Mixup, Educal y Gandhi bajo el sello de P&P, integra cuatro piezas de su autoría y dos ajenas a manera de homenajes: Deep tango, de Steve Kuhn, y Summerstime, de George Gershwin y Dubose Heyward.

Entre los tracks destaca otro tributo que compuso a Paul Bley, canadiense a quien admira, precursor, subraya, de la vanguardia en el piano, instrumento que por mucho tiempo fue considerado el más conservador de todos.

Durante el concierto también interpretará a Bill Evans, Peace Piece, un sosiego de paz en tiempos de violencia, define Zuckermann.

La violencia que atraviesa México asoma en el propio disco con Llamada. “Esta pieza es una toma de conciencia, un despertar ante esta terrible realidad que estamos confrontando día a día, el horror éste cotidiano que padecemos. No debemos acostumbrarnos”, expresa el músico. “Y me preocupa la violencia por mis hijas, que yo veo que se les viene un país tremendo”.

Sus hijas son también inspiración en Zuckermann en vivo, que también integra Lore y Vero.

“La idea de esta pieza es expresar mi amor por mis dos hijas pequeñas (Lore y Vero), una de 8 años y la otra de 13. Son el motor de mi vida actualmente. Por ellas, en buena parte, sigo en la lucha, la brega, con ánimos para seguir adelante en un medio tan difícil como es el medio musical en nuestro País. Es un acto de amor paterno hacia ellas”.

Le cierra Cervantino la puerta

Hasta hace unos días, Alberto Zuckermann y su trío estaba programado para presentarse en el próximo Festival Internacional Cervantino.

Cuenta el pianista que así se lo confirmó el año pasado Jaime Márquez, responsable de la programación. Pero ahora, por “compromisos”, según le dijo, se retractaba.

Le pareció un agravio, sobre todo porque su nuevo disco, Zuckermann en vivo, estaba ligado al Cervantino. Cinco de seis piezas que lo integran fueron grabadas cuando se presentó dentro del encuentro en su edición 26. “Incluso el disco está dedicado a él y a Lidia Camacho, directora del festival, pero ahora me arrepiento”.

Camacho no le ha contestado sus llamadas.

REFORMA

QUIÉN ES ALBERTO ZUCKERMANN

Nació en la Ciudad de México el 6 de octubre de 1946. Narrador. Estudió derecho en la UIA, filosofía y letras en la FFyL de la UNAM, música en el Conservatorio Nacional y cine en el CCC. Ha sido subdirector de la Cineteca Nacional; agregado cultural en las embajadas de México en Rumania, Hungría y Polonia; editor de Consejos para Ver y Oír. Como pianista, ha presentado recitales de jazz contemporáneo en México y en varios países de Europa. Colaborador de Consejos para Ver y Oír, El Financiero, El Nacional y El Universal.