JORGE MARIRRODRIGA

En España se está produciendo un curioso fenómeno según el cuál está mal decir que el activista italiano torturado y asesinado por radicales islamistas ha sido torturado y asesinado. Parece ser que los crímenes que cometen los “amigos” son menos crímenes y es mejor que pasen de tapadillo.

Pues no. Ha sido un asesinato de tomo y lomo planificado y perpetrado contra un ciudadano occidental al margen de su ideología. Quienes desde aquí apoyan a los que mueven los hilos en Gaza pueden buscarle mil excusas. Pero están apoyando a gente que viola los derechos humanos, los de todos. Los de los civiles israelíes, los de los mismo palestinos de Gaza y los de quienes acuden a apoyar a los palestinos de Gaza.

Vale cerremos los ojos, pero no los oídos. El vídeo recoge una secuencia de poco más de un minuto en la ciudad de Ashdod, al sur de Israel, bien dentro de sus fronteras anteriores a 1967. Cuando la alarma suena advierte de que se dirige hacia ella un misil Grad. Eso se llama bombardeo indiscriminado de civiles. Aunque aquí le pongamos el cariñoso adjetivo de “artesanal”. ¿O pensaban que sólo caen bombas en una dirección?