PETER KATZ; PRESIDENTE DE LA UNIÓN DE SOBREVIVIENTES EN EXCLUSIVA PARA ENLACE JUDÍO

Recientemente llegó a mis manos una información denominada “Judíos ejecutados según Campo de Exterminio” (La Jornada, 12 de noviembre de 2010) acompañando un artículo sobre “Economía Moral” de Julio Boltvinik que hablaba de antisemitismo en el medio filosófico intelectual del siglo XX.

Sin estar relacionado directamente con el tema, aparecen los números de judíos asesinados en los diferentes campos de exterminio durante el Holocausto de 1939 a 1945. De acuerdo al mismo periódico, los números de víctimas son los siguientes:

Auschwitz:                  1,400,000

Treblinka:                       900,000

Belzec:                           600,000

Majdanek:                      400,000

Chelmno:                       360,000

Sobibor:                      240,000

3,900,000

En esta lista de La Jornada también se mencionan los campos de matanza de Jasénovac en Croacia, Yugoslavia, manejados por la gente de Ante Palevic, y el de Maly Trostinets en Belarus, utilizado para matar judíos de la tercera edad, generalmente por efectivos de la SS.  Para tener una panorámica más completa, faltan las fosas de Babiyar y Vinitsa, en Ucrania, y los numerosos  Campos de Concentración KZ en los que la gente se moría por epidemias y acciones brutales o simplemente de hambre.  Lugares como Suthoff, Riga, Bergen Belsen y Mauthausen, en Austria. Hay que tomar en cuenta, para llegar a un número lo más real posible de judíos asesinados durante el Holocausto, las matanzas in situ de los habitantes judíos, en las aldeas polacas durante la invasión de septiembre de 1939. Las matanzas semanales de judíos resistentes capturados en Paris en 1940 y 1941, en Mont Valerien.  Los que fueron arrestados en Rumania y concentrados en Transniestra, una zona de pantanos en las que los prisioneros morían por falta de comida y sin la más mínima atención. Los que fueron asesinados en los primeros Campos de Concentración de Dachau, Buchenwald y Sachsenhausen (1934 – 1945).

Para reconocer las cifras y darle validez, a aquellas que fueron utilizadas por nuestro pueblo, las organizaciones de Refugiados y las Naciones Unidas al finalizar la Segunda Guerra Mundial, se aceptan cifras que parten de la idea de que para 1942, fecha de la implementación de la “Solución Final”, los alemanes ya habían matado a dos millones de nuestros hermanos. Con la funcionalidad de los Campos de Exterminio, empleando las técnicas más modernas, se exterminaron otros cuatro millones de seres humanos. Por más espeluznante que esto suene.

De allí surgió el concepto de la cantidad de Seis Millones, que históricamente mencionamos y que todos utilizan, cuando hablan del Holocausto.

No creo que esta cantidad sea exagerada, mas bien podría ser inferior a la real, porque es la suma de individuos que nunca más aparecieron y que faltaron, partiendo de registros comunitarios recuperados.

Si se hiciera un nuevo recuento, que a la distancia de 65 años probablemente ya no fuera posible, resultaría una cantidad mayor, a la luz de las excavaciones que se están realizando actualmente en Belarus, en las fosas cerca de Minsk.

Para ilustrar la efectividad del sistema nazi, que estaba formado por un número relativamente reducido de ejecutantes, burócratas y verdugos, criminales malévolos, permítanme recordar la deportación masiva, tardía, de 437,402 judíos húngaros, y su asesinato, entre febrero y junio de 1944. Los judíos húngaros, engañados y llevados directamente a las cámaras de gas, fueron reducidos a cenizas en Polonia. Todo eso en menos de cuatro meses.

En Auschwitz las cámaras de gas funcionaban día y noche. Había que actuar rápidamente, antes de que Auschwitz fuera liberado por las tropas soviéticas.

Lo que fue relevante de esta acción, es que Adolf Eichman, quien estaba a su cargo y al mando, también tenía que actuar rápidamente, antes de que Budapest fuera liberado.

Durante los dos años en los que se implementó la “Solución Final” los judíos estaban siendo cazados y exterminados a prisa, bajo un plan perfectamente trazado, implementado por Heinrich Himmler, jefe de la temida SS. El verdadero director de los que se dedicaban a la “eliminación” de los judíos, era Reindhart Heydrich, un hombre inteligente que superaba siempre lo que Hitler esperaba de él.

En Europa, ocupada por los alemanes, empezando por Alemania y Austria, quedaban pocos sobrevivientes, básicamente “mestizos”, hijos de matrimonios mixtos que molestaban mayormente a los nazis. Fue la última “limpia” que tenían que realizar los nazis para quedar en paz con ellos mismos, con su diabólica consciencia  y dejar Europa “limpia de judíos”.

En este proceso, fue exterminada una tercera parte de nuestro pueblo.