VIRGILIO BARUJ COVARRUBIAS

Este año el calor ha rebasado los límites de años anteriores. No es precisamente el calentamiento global que anuncian tantos y tantos, fanáticos; sino que, los ciclos naturales se han observado así durante varias décadas y centenarios.

Anoche a las 8:25 P.M. estábamos a más de 30º C. en interior (mi recámara) y con 20% de humedad relativa. Aún con ventilador, logré bajar la temperatura solo un Grado Centígrado. Viviendo su servidor y familia ligeramente al sur de centro de la República Mexicana y a una elevación terrestre de 2,450 m.s.n.m. Imagino lo que han de pasar quienes viven en zonas donde las temperaturas son extremas.

La salud es lo más importante para nosotros y debemos cuidar nuestro cuerpo pues, después de un accidente o enfermedad súbita, ya nada es igual. Las medidas a seguir para protegernos son las siguientes:

  • No permanecer al aire libre en horas en las que el sol esté directamente sobre nosotros, entre las 11:00 A.M. a las 16:00  horas. En caso de ser necesario salir a la vía pública, usar sombrero o mínimo gorra beisbolera: tiempo ideal para que las damas luzcan sus elegantes tocados.
  • Aplicarse bloqueadores solares en el mayor grado posible, aún estando en las ciudades, tanto en la cara como en el cuello y brazos. Esto deberá hacerse cada determinado tiempo según cada persona vaya sintiendo que el sudor le va retirando el bloqueador.
  • Cubrirse los brazos y si es posible hasta el cuello pues, los rayos ultra violeta, penetran nuestro cuerpo quemando y produciendo cáncer de piel en corto tiempo; sobre todo, en primavera y verano. No emplear ropa demasiado delgada que permita el paso de los rayos solares.
  • Tomar cuando menos dos litros de agua, pero no de una sola ocasión sino poco a poco pues, la vejiga suele desechar casi la misma cantidad de líquido que recibe y casi en el mismo momento. Aguantarse puede representar una infección de vías urinarias y otras enfermedades como vejiga débil. Los líquidos que contienen electrolitos pudieran ser buenos para los atletas que gastan cantidades enormes de energías, pero en personas que no gastan muchas energías, estos líquidos pudieran resultar hasta contraproducentes y provocar lesiones en el hígado y los riñones. No mezclar NUNCA líquidos como Gatorade o Red Bull (el peor de todos) con bebidas alcohólicas, las mezclas han probado ser increíblemente dañinas al organismo humano causando lesiones internas con severas consecuencias pero principalmente, deshidratación.
  • Protegerse de los insectos, sobre todo los voladores; en estas épocas las moscas y los mosquitos transmiten enfermedades muy severas al picar a distintas personas, si se posan sobre los alimentos los contaminan; entonces también hay que evitar que penetren en los hogares.
  • No comer alimentos ni tomar bebidas en lugares ubicados en la vía pública. Debido a que estos puestos callejeros no tienen los niveles de salubridad suficientes, muy probablemente, los alimentos que preparan, sobre todo los que deben calentar así como los mariscos, suelen estar en putrefacción, antes de notarse y de ser comidos. Las enfermedades diarreicas como el cólera generan gran cantidad de muertes cada año en épocas de calor.
  • Evitar quedarse dormido durante el día, más aún si se está expuesto a los rayos solares. La deshidratación puede provocar serias enfermedades, entre ellas, las cerebrales.
  • Si se usa el automóvil, procurar llevar encendido el aire acondicionado. Si el vehículo no lo tiene, entonces encender el ventilador propio del automóvil y abrir las ventanas en una tercera parte para que genere viento (no corriente: el viento es el movimiento horizontal del aire y las corrientes, son movimientos verticales del aire.) en su interior.
  • Si el sol se encuentra de frente o de perfil hacia nosotros, utilizar los parasoles o viseras, las que sean susceptibles de poderse girar hacia los lados, pero revisar muy bien la temperatura del vehículo, que el medidor no suba a más de la mitad para evitar calentamientos. Si el medidor marca más de la mitad, acercarse a una gasolinera y aplicar agua sobre el radiador y las cercanías del motor. Nunca aplicar agua directamente al motor pues se puede romper el monoblock.
  • Escuchar la radio, si hay contingencia o pre contingencia ambiental, procurar no salir a la calle ni abrir las ventanas de casas y oficinas pues solo permitirán el ingreso de la contaminación. Mejor usar ventiladores eléctricos y aire acondicionado.

Entre varios problemas que nos puede ocasionar la exposición al sol durante periodos prolongados, así como a los ambientes en donde la temperatura es muy alta está el GOLPE DE CALOR.

Éste es un peligro para el organismo. La subida excesiva de la temperatura puede sobrepasar la capacidad de adaptación del cuerpo al entorno. El calor excesivo afecta a su exterior e interior, provocando disfunciones que pueden ser simples o muy peligrosas.

Es la respuesta del organismo a una agresión producida por el calor. Sus causas pueden ser la acción directa y prolongada del sol en el organismo (cabeza), normalmente debido a una larga exposición.

Los síntomas son:

Cara congestionada.

Dolor de cabeza.

Sensación de fatiga y sed intensa.

Náuseas y vómitos.

Calambres musculares, convulsiones.

Sudoración abundante en la insolación que cesa en el golpe de calor; en este caso, la piel está seca, caliente y enrojecida.

Alteraciones de la consciencia (somnolencia), respiración y circulación.

Las personas que realizan alguna actividad cuando hace calor y hay mucha humedad en el medio ambiente pueden sufrir mareo, desvanecimiento y, en casos extremos, estados de inconciencia que requieren atención médica. Su forma más común es ocasionada por sobreexposición al Sol, y se conoce como insolación.

Los más sensibles a los efectos del calor son los niños, ancianos, gente obesa y quienes estén tomando medicamentos.

¿Qué Hacer?

-A los primeros síntomas de mareo y desvanecimiento, se recomienda acostar a la persona afectada en un lugar fresco, bajo techo.

-En casos no muy graves, y si el paciente está dispuesto, pueden proporcionársele bebidas que favorezcan la rehidratación, como café con azúcar o agua con sal (1 cucharada de sal por litro de agua).

-El golpe de calor ocurre cuando la temperatura corporal rebasa los 40° centígrados y está acompañada de pulso fuerte y rápido, que pronto se torna débil, a la vez que disminuye la frecuencia respiratoria.

-Es importante saber que el golpe de calor debe ser tratado inmediatamente, porque puede provocar la muerte del paciente.

-Debe bajarse la temperatura corporal con paños fríos o bolsas de hielo sobre la cabeza.

Si el problema empeora o si la temperatura corporal de la víctima aumenta rápidamente, se le debe quitar la ropa y pasarle una esponja mojada por la cara o, de ser posible, aplicar baños de agua helada. Luego, debe cubrírsele el cuerpo con una sábana mojada o rociarlo con agua fría. Debe mantenerse fresca y mojada a la persona hasta que su temperatura corporal regrese a la normalidad.

El Golpe de Calor es un trastorno agudo. Es consecuencia de la exposición a temperaturas ambientales elevadas. Se presenta cuando la temperatura central del cuerpo se eleva y los mecanismos de defensa resultan inadecuados.

Está demostrado que las altas temperaturas perjudican el normal funcionamiento de los organismos que forman el cuerpo humano. Pero es un problema generalizado. A pesar de que existen ciertos grupos de riesgo, nadie está libre de sufrir problemas por el calor.

Es evidente que aquellas personas que sufren enfermedades debilitantes (por ejemplo, las lesiones cardiacas), resisten peor el ataque térmico. Cuando hace mucho calor el corazón debe realizar un esfuerzo adicional. Esto puede ser excesivo para un paciente cardiovascular. Pero estos casos son consecuencia de problemas patológicos. La preocupación para los fisiólogos es por qué sufren estos problemas de calor las personas médicamente sanas.

La vasodilatación como defensa

Las aves y los mamíferos son capaces de mantener constante la temperatura de su cuerpo. Por ello se dice que son de sangre caliente. Esto les hace independientes del ambiente aunque sólo hasta cierto punto. Los animales de sangre fría, sólo pueden mantener un nivel óptimo de rendimiento metabólico cuando el clima les proporciona el calor adecuado.

El calor es peligroso. Si sube la temperatura interna, alguna de las reacciones bioquímicas del metabolismo pueden tener dificultades para funcionar a la velocidad adecuada. Por ello el organismo dispone de dos mecanismos de defensa importantes: la vasodilatación periférica y el sudor.

Con el calor la piel se pone colorada. Es debido a que los capilares de la piel se dilatan para aumentar la zona de intercambio de calor con la superficie. La sangre pasa por ésta para ceder calor al aire y volver a refrescar al cuerpo. Si la temperatura de la sangre es superior a los 37º se calentará al pasar por la piel y aumentará la temperatura interna.

Alteraciones físicas

El problema más habitual y menos peligroso son los “vahídos”. La intensa vasodilatación produce una caída de la presión arterial. Como consecuencia aparece una cierta dificultad para respirar junto a una sensación de mareo. Todo ello lleva a la pérdida del sentido. Unos momentos de reposo, tumbado a la sombra, bastan para recuperar al enfermo. Colocar las muñecas bajo un chorro de agua fría sirve como alivio.

En estas ocasiones la piel suele estar húmeda y relativamente fría. La temperatura interna es más elevada de lo normal. El corazón da la señal de peligro, produciéndose el mareo al no resistir el organismo la sobrecarga de mantener la presión. La deshidratación es más peligrosa, sobre todo en ancianos. La sed avisa de la pérdida de líquidos, y en algunas personas mayores, este mecanismo no funciona con precisión. Cuando falla el mecanismo del sudor, la piel permanece seca y sube la temperatura interior. Aparecen así los delirios de inconsciencia y un posible riesgo de coma.

Patologías en el calor

Existen patologías que afectan a un mayor número de personas durante el verano. Una de ellas es el agotamiento, que surge al cabo de varios días de calor y por una mala hidratación y sudoración excesiva. La deshidratación es muy habitual. Debido al intenso sudor se pierden muchos líquidos. El agotamiento es el preludio de dolores de cabeza, cefaleas, calambres, dolores de articulaciones, etc…

Bajo la influencia de altas presiones atmosféricas (anticiclones) son más probables las trombosis y las embolias. Ello viene propiciado por el espesar de la sangre a medida que pierde lentamente su componente acuoso. En el caso de personas con arterias coronarias delicadas, las posibilidades de sufrir un infarto al miocardio se incrementan a partir de una temperatura de 30º. Además, los cambios bruscos de temperatura (bochorno tras tormenta) favorecen las molestias reumáticas, jaquecas, dolores de cabeza y migrañas.