BENJAMÍN LAUREANO LUNA*

Al hablar hoy en la Universidad de Damasco, el dictador Bashar Al Assad, dijo con desprecio, que los manifestantes que protestan son delincuentes, islamistas radicales, participando además grupos armados, lo que motivó inmediatamente una reacción siria de repudio en las ciudades de Alepo, Hama, en las localidades de Rif en Damasco y en la Provincia de Idleb.

Horas antes del discurso en la Universidad de Damasco, Ersat Hurmuzulo, asesor del Presidente de Turquía, País muy cercano al Gobierno Sirio por su intenso comercio, previno que Assad debe hacer realidad sus prometidas reformas, que exigen los manifestantes, antes de que el caso sea discutido en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, en donde podría emitirse una resolución similar a la adoptada en el caso de Libia. El asesor turco habló ante la televisión Al Arabiya, de Dubai, tratando de influir para que Assad modificara su discurso y enfrentase la realidad.

Quienes exigen reformas democráticas y la vigencia de los Derechos Humanos, no son delincuentes.

Assad impone su poder mediante una minoría aluí, en perjuicio de la mayoría sunita. En todo caso el “gobierno” es el extremista.

Un grupo de militares sirios se rebeló en contra de la dictadura y se opuso a seguir asesinando a los ciudadanos sirios, que protestan exigiendo democracia.

Estos militares rebeldes son calificados por Assad como grupos armados.

Assad dice que está funcionando una conspiración internacional contra Siria.

El movimiento de protesta no es contra Siria, sino en contra de la dictadura.

Por otro lado el Frente Internacional de Derechos Humanos recuerda que compete a toda la humanidad, según la Carta de las Naciones Unidas, la vigencia, respeto y defensa de los Derechos Humanos.

*Presidente, Frente Internacional de Derechos Humanos