ANDREA MONTIEL

Larva delirante prendida a tus rodillas
clavada en tus raíces evitándote el paso
resulto ser,
rama de tu tronco
vocales de una voz que ya no escucho.

No obstante ni aun con tu silencio muero,
conservo los insomnios, en ellos te acaricio.

Me miro y más te amo
porque has hecho de mis ojos
luceros
diez planetas
satélites de un sueño
que por buscarte tanto,
tal vez un día
te atrape.

Poema del libro: De callar este amor me duele el cuerpo
Ediciones Armella S.A. De C.V.
Colección “Caballo Verde” 1989

Ilustraciones: Arnaldo Coen