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Presentamos algunos poemas de “Escarabajo”, libro laberinto de Jenny Asse, que guarda muchos secretos al igual que el alma humana.

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1
En las páginas el sentido canta: ocaso. Llama que amarro a mis besos de cuchillo y carne.
Hambre de voces.
En todos los despertares está Dios. ¿Qué hago con la esperanza de mi verso?
Colmada en el entresijo abro las puertas del destino. La línea busca al otro.
Y es Dios quien acomoda el tiempo y enlaza el rostro con el rostro.

2
Entre la llama la palabra. El silencio se desmadeja hilo por hijlo recorro el oscuro nacimiento.
Conviven voces en la mente; la memoria, círculo dorado del entredicho.
Rostro de marcas imprecisas, ¿adónde voy?.
la vida funda la locura.

Y si Dios fuera la nada que se derrumba en la cabeza?, ¿el infinito parlante del vacío?
Su luz espanta las tinieblas: desataniza el mundo.

3
En cada una de sus luces universos.
La llama incipiente del desamparo.
Enciende silencios, a su paso
rebeliones inefables.

El mundo sabe a sal.
Duele la carne en cada dolor ajeno.
Sus huellas letra.
Sus vestimentas le pesaban, quería entregarse al círculo del olvido
donde Su Creador la tomaría por siempre y redimiría, a través de ella,
el dolor del mundo.