EL MUNDO EL JOVEN JUDÍO

Las leyes dietéticas judías, las que indican lo que está permitido comer y lo que no, han contribuído a mantener a la nación sana. Pero no sólo tenían valor higiénico, sino más aún, un significado ritual que imponía la disciplina y la confería a los judíos una especie de rango sacerdotal.

Las reglas dietéticas se agrupan en la siguiente forma:

1. Animales cuyo consumo está prohibido en todos los casos (la mayoría de las bestias salvajes). La Biblia indica que entre los mamíferos se permite comer la carne de aquellos que tienen la pezuña hendida a la vez que rumian. Entre los peces son permisibles los que tengan a la vez escamas y aletas. Según la práctica actual no se permite el consumo de anfibios, insectos ni gusanos de ninguna especie.

2. Restricciones que prohíben comer ciertas partes de los animales cuyo consumo está permitido. Hay que hacer notar que al estar prohibido cualquier animal lo están también, cualesquiera productos derivados del mismo. Así están prohibidos los huevos, la leche y las secreciones, con unas pocas excepciones, como la miel de las abejas. La sangre de todos los animales, excepto los peces, está prohibida. Esta prohibición nos lleva a las leyes de shejitá (matanza ritual), que tiene el objeto de eliminar toda la sangre, de cuidar de la salud del animal y de evitarte sufrimiento innecesario.

3. Reglas que indican en qué condiciones han de prepararse los alimentos permitidos. Entre éstas, las más importantes se refiueren a la mezcla de alimentos de carne con lácteos, que está prohibida, excepto por orden expresa del médico para enfermo que los necesite. De ahí la costumbre de tener utensilios separados para los dos tipos de alimentos.

4. Reglas que prohíben el consumo de alimentos por motivos puramente higiénicos. Algunas de estas prohibiciones eran inexplicables hasta hace poco. Así la distinción entre varios tipos de grasas. Está prohibida la que recibe la denominación hebrea de jélev. La bioquímica moderna hace, asimismo, importantes distinciones entre varios tipos de grasas.

Actualmente, las prácticas de esterilización en los hospitales requieren la eliminación de las partículas más mínimas que puedan ser causa de contagio. No nos debe extrañar, entonces, que se sigan los mismos cuidados en la observancia de leyes religiosas.