AISH

ENCICLOPEDIA HEBRAICA

El Kadish es el himno doxológico arameo que se recita en la sinagoga al final de secciones importantes de culto y que ha llegado a ser la oración por excelencia en memoria de los muertos.

Origen.

Esta oración es muy antigua, aunque ha sufrido desarrollo notable en el curso de los siglos. El primer párrafo es probablemente anterior a la destrucción del segundo templo, puesto que el texto no menciona la esperanza de su reconstrucción. El responso de la congregación es una paráfrasis de Sal. 113, 2 y corresponde al que se usaba en el Templo pero que no se recitaba en las oraciones, sino que al final de exposiciones agádicas. El maestro la decía al despedir a las esperanzas mesiánicas.

Desde tiempos antiguos se atribuía cierto poder místico al responso de la congregación. Dice el Talmud que “Desde la destrucción de Templo, el mundo fue sostenido por la Kedushá de la liturgia y el yahá shamé rabá (reposo del Kaddish) del discurso agádico” (Soa 49a). A la sencilla oración en el idioma corriente (arameo) se agregaban preces por la santificación del nombre de D-os (Yitgadal ve-yitkadash; Ez. 38,23) y por la venida del reino celestial. También el Padrenuestro de los cristianos contiene elementos parecidos, lo que indica la antigüedad del Kaddish.

 

Traducción del Kaddish.

Exaltado y santificado sea el nombre de D-os, en el mundo que creó según su voluntad. Llegue su reino, germine la salvación y se aproxime la llegada del ungido. (Amén.)

En vuestra vida, y en nuestros días y en vida de todo el pueblo de Israel, pronto y en tiempo cercano (Amén.)

Bendito sea eternamente el nombre de D-os grande, bendito, alabado, glorificado, ensalzado, exaltado, magnificado y loado sea su nombre santo. (Amén.)

Por encima de todas las bendiciones, cánticos , alabanzas y consuelos que se dicen en el mundo. (Amén.)

Venga del cielo paz grande y vida larga, abundancia, salvación, consolación, libertación, salud, redención, perdón, expiación y libertad espaciosa sea garantía para nosotros y para todo Israel. (Amén.)

El que establece armonía celeste, haga reinar la paz entre nosotros y entre todo Israel. (Amén.)