ALEJANDRO RUBINSTEIN PARA ENLACE JUDÍO

A la redacción de Enlace Judío llegó la petición para saber el origen de estos apellidos:

FLORES

El mundo judío recibe a este apellido en ciudades y países como Brasil, Guarda, Portugal, Ciudad de México, Amsterdam, Curaçao, Livorno y Rousse.

Su origen etimológico deriva de la pluralización de la voz “flor” que viene a ser expresada de distinta manera según la lengua o región de donde procede. Tal es el caso de Flos en valenciano, Florín en gallego, Buenaflor en Filipinas y Flors, Floris y Florit en catalán.

Más allá de España, este nombre familiar recibe las siguientes expresiones: Fiori en italiano, Fleurs en francés, Flowers en inglés, Blume y Bluhme en alemán sin olvidar a Blom en danés, Blomgren o Bloomquist en sueco, Blommaert en holandés y Xóchitl en azteca.

Si bien es correcto clasificar a este apellido como derivado de la naturaleza, su más antiguo origen proviene del nombre propio Froilán que en gótico significa “amo o señor”. Con el tiempo, este nombre sufre una declinación en Froiléz y luego una metátesis o transposición en Flórez.

Existen evidencias de que algunos portadores Flores fueron juzgados o relajados por la Inquisición de Lisboa y de México. Tal vez, por esa razón es que no se encuentre muy difundido en la actualidad entre la grey judía.

Al haber varios anales que confirman que este apellido goza de escudo de blasones, su posibilidad de ser considerado como un típico apellido empleado por judíos se desvanece pues, como es sabido, los hebreos tuvimos dicha posibilidad que claramente nos diferenciaba de la población católica de España.

El escudo de armas de este nombre de familia se describe así: En campo de azur, tres flores de lis de oro bien ordenadas; algunos añaden bordura de gules con ocho aspas de oro mientras que otros de Andalucía traen en campo de azur cinco flores de lis de oro puestas en sotuer. Las conocidas obras La Heráldica de los apellidos asturianos de Francisco Sarandeses, Los Apellidos en Canarias de Carlos Platero Fernandez, el Blasonario de Consanguinidad Ibérica y el Nobiliario Español de Julio de Atienza sostienen la nobleza de este nombre familiar.

Bibliografía:
Faure Roberto, Ribes Maria Asunción y García Antonio .Diccionario de Apellidos Españoles. Espasa, Madrid: 2001
Tibón, Gutierre. Diccionario etimológico comparado de los apellidos españoles, hispanoamericanos y filipinos. Fondo de Cultura Económica. México: 1988.
Guggenheimer, Eva H y Heinrich W. Guggenheimer. Jewish Family Names & Their Origins. Ktav Publishing House Ltd. New York: 1992
Faiguenboim, Guilherme-Valadares, Paulo- Campagnano, Anna Rosa. Dicionário Sefaradi de Sobrenomes. Editora Fraiha, Río de Janeiro:2003.
Gonzalez Bayo, Malka. Los Apellidos Judeoespañoles. Ediciones Obelisco, Barcelona:2008.
Platt, Lyman D. Hispanic Surnames and Family History. Genealogical Publishing Company, Inc. Baltimore: 1996.
Liebman, Seymour B. A Guide To Jewish References In The Mexican Colonial Era 1521-1821. University of Pennsylvannia Press. Pennsylvannia: 1964.

MONTEMAYOR

Ubicada al sur de la Peninsula Ibérica, Montemayor es un pequeño municipio andaluz bañado por el río Guadajoz situado al centro de la provincia de Córdoba y cuyo partido judicial es La Rambla. Debe su nombre a que, no de manera casual, se asienta sobre el monte más elevado de la zona. Su exigua población se dedica principalmente a producir cereales, vino y aceite. También existen poblaciones homónimas en Salamanca, Segovia y en La Coruña.

Existe la teoría no sustentada ni documentada de que Don Diego de Montemayor era judío. Se trataba de un militar y gobernante español, nativo de Málaga en 1530 y quien, al llegar a América, se tornó en Alcalde de Saltillo, Tesorero Real, Escribano Real, Fundador de la ciudad de Monterrey y Gobernador del Nuevo Reino de Leon (hoy Estado de Nuevo Leon).

De los judíos portadores de este apellido, ninguno fue ascendiente o descendiente de este personaje a quien, mas por leyendas urbanas que por sustento documental, se le atribuye haber inculcado la ingesta de cabrito en dicha zona del norte de México. Si bien es un platillo delicioso, el cabrito no es elemento esencial en la dieta judía aunque sí lo son su cornamenta y su simbólica presencia en algunos textos bíblicos.

El Nobiliario Español, de Julio de Atienza, la Heráldica de los apellidos asturianos de Francisco Sarandeses, Los Apellidos en Canarias de Carlos Platero Fernández o el Blasonario de Consanguinidad Ibérica son obras que indican que Montemayor goza de señorío y, por tanto, de escudo de armas cuya descripción es: de azur, una torre cone scalinata, de plata, cargada de un escudete de oro con tres fajas de gules y con dos torres de plata más pequeñas sumadas a los flancos. Bordura de plata con una cruz de sable en el jefe y la inscripción: TU IN EA EGO PRO EA (tu en ella, yo por ella) en letras de sable. Al timbre una corona real abierta.

Bibliografía:
Tibón, Gutierre. Diccionario etimológico comparado de los apellidos españoles, hispanoamericanos y filipinos. Fondo de Cultura Económica. México: 1988.
Celdrán, Pancracio. Diccionario de topónimos españoles y sus gentilicios. Espasa Calpe. Madrid: 2002.
Gonzalez Bayo, Malka. Los Apellidos Judeoespañoles. Ediciones Obelisco, Barcelona:2008.
Platt, Lyman D. Hispanic Surnames and Family History. Genealogical Publishing Company, Inc. Baltimore: 1996.
Bonnin, Pere. Sangre Judía: españoles de ascendencia hebrea y antisemitismo cristiano. Flor del Viento. Barcelona: 1978.

LOZANO

Son muchos los apellidos característicos que, por su categorización, indican una virtud o defecto de la persona que lo porta. El caso de los Lozano es que se refiere a aquella persona que es alegre, gallardo, vigoroso, joven, fuerte, hermoso, elegante, valiente, orgulloso o airoso. En el siglo XIII y XIV obtuvo los adjetivos calificativos de soberbio o altivo. Tiene también una acepción derivada del reino vegetal por lo que infiere a un lugar cubierto de vegetación muy verde y frondosa.

Aunque no se difundió ampliamente este nombre familiar, se le ubicó en la geografía judía en la Ciudad de México, en Brasil y en Portugal y, durante la triste etapa de la Inquisición, hubieron portadores de este apellido que fueron acusados de ser judíos o de judaizar tanto en nuestra ciudad capital como en Lisboa.

Es probable, dado el empleo de algunas voces adjetivas, que este apellido haya sido impuesto de manera obligatoria a algunos “cristianos nuevos” quienes, al haber abjurado a su fe y práctica judía, no lograron renunciar a conductas que definían su carácter.

También tiene escudo de armas este apellido, lo cual indica la baja probabilidad de haber judíos bajo la fórmula Lozano. Su escudo de armas se conforma así: En campo de plata cuatro fajas de azur, bordadura de azud con siete armiños de sable.

Obras como el Nobiliario Español, de Julio de Atienza, la Heráldica de los apellidos asturianos de Francisco Sarandeses, Los Apellidos en Canarias de Carlos Platero Fernández o el Blasonario de Consanguinidad Ibérica sustentan el origen noble de este apellido..

Bibliografía:

Bonnin, Pere. Sangre Judía: españoles de ascendencia hebrea y antisemitismo cristiano. Flor del Viento. Barcelona: 1978.
Soto, Ricard et al. Sobre jueus i conversos de les Illes Balears. Lleonard Muntaner Editor. Palma de Mallorca: 1999.
Gonzalez Bayo, Malka. Los Apellidos Judeoespañoles. Ediciones Obelisco, Barcelona:2008.

 

 

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