CON INFORMACIÓN DE EXCELSIOR

Ambos se deben muchas cosas. El director Michel Franco le debe a la actriz Tessa Ia haberlo actualizado en cuestiones juveniles — le contó cómo y en qué se divierten los chicos de su edad—, mientras que ella reconoce que gracias a él tuvo una proyección internacional como joven actriz y confirmó su deseo de especializarse y dedicarse de por vida a la actuación.

Los dos saben que en sus vidas Después de Lucía es un hito, pues gracias a este filme el trabajo de ambos fue reconocido en mayo pasado con la presea de Mejor Película en la Sección Una Cierta Mirada del Festival de Cine de Cannes.

Lo que muy pocos saben es que en un principio Michel Franco había escrito su película pensando en un protagonista masculino, no obstante, tras convivir con Tessa Ia, el director de 33 años modificó el guión para ella.

“Cuando escojo a los actores que van a protagonizar mis películas me fijo mucho en que tengan un tipo de magnetismo y una cara interesante, más allá de si son guapos o no. Para mí, Tessa tiene una personalidad muy fuerte y su personaje necesitaba tener eso para que, a lo largo de la historia, se apreciara cómo se la van quitando todos los que están a su alrededor.

“La fuerza que vi en ella fue la que me animó a pensar en que era la indicada para protagonizar Después de Lucía y decidí modificar mi historia original”, expresó en entrevista Michel Franco. Mientras habla el también director de Daniel y Ana, es imposible no reparar en el brillo que se asoma en los ojos de Tessa Ia. Y cómo no va a ser así, si gracias a dicha decisión de Franco, su vida tuvo un cambio radical. Pudo ir, por primera vez, al Festival de Cannes, donde se codeó con aquellos directores que admira —como el alemán Michel Haneke—, además su nombre apareció en publicaciones internacionales.

Por si esto pareciera poco, la actriz se dio a conocer entre los franceses al estrenar la semana pasada, con 50 copias, este filme que centra su atención en el tema de la pérdida de un ser querido y en las diferentes reacciones que esto puede provocar en un padre y una hija: la falta de comunicación y ese tipo de violencia escolar llamada bullying.

“Para mí, todo esto es algo irreal, porque jamás me imaginé que estaría en Cannes a los 17 años. ¡Eso sí que es muy impactante! Todo lo que ha pasado con la película ha sido un golpe de suerte en mi carrera y sé que esto es lo que quiero hacer toda mi vida.

“Trato de mantener los pies en la tierra, pues prefiero no emocionarme antes de que sucedan las cosas y hasta hoy sigo llevando mi vida de manera normal. Lo único que ha cambiado es que he faltado a la escuela para poder promocionar la cinta”, expresó entre risas la hija de la también actriz Nailea Norvind.

Michel Franco y Tessa Ia visitaron Excélsior para hablar de la cinta que se estrena este fin de semana en la cartelera de nuestro país, y, entre risas y haciendo evidente la buena relación que ambos tienen, relataron anécdotas de los meses que filmaron en Puerto Vallarta.

Tessa Ia, quien debutó en el mundo del cine hace unos años bajo la dirección de Guillermo Arriaga en la cinta Fuego, contó que una de las escenas que más trabajo le costó realizar fue en la que un grupo de jovencitas la molesta y una de ellas toma un par de tijeras y le corta el cabello.

“En su momento esa escena me provocó mucha angustia, pues en la vida real estaba conteniendo muchas emociones, y hasta me puse a llorar, sin embargo, ahora que la vuelvo a ver, no me provoca tanto como la escena del pastel, misma que me hace regurgitar cada que la veo”, narró Ia, haciendo referencia a una secuencia en la que sus compañeros de escuela le dan de comer un pastel hecho con cosas asquerosas.

Tessa, quien planea terminar la preparatoria para irse a estudiar actuación a Londres, contó que experimentó cierto miedo cuando tuvo que rodar unas escenas en mar abierto. “Tuvimos que filmar ahí y estuvo un poco rudo, pues el sol ya se estaba metiendo, era mar abierto y podía pasar cualquier cosa . Lo curioso es que ya no se usaron esas imágenes, pues se insertaron unas que filmamos en una zona más tranquila, cerca de la playa”, apuntó.

Después de Lucía se gestó en la mente de Michel Franco hace un par de años, justo cuando tuvo la necesidad de hablar de la muerte.

Tras ganarse una beca, viajó a Francia para hacer una residencia en la que tenía que dedicarse única y exclusivamente en escribir un guión. ¿El resultado? Después de Lucía, cinta elogiada en el extranjero que ha tenido un gran impacto, debido a la exposición que hace del bullying (actos de violencia o acoso escolar).

“Cuando recibí el premio en Cannes sentí que me quitaron un peso de encima, pues pensé que podía soltar el cuerpo y relajarme después de 13 años de trabajar, de andar corriendo y de sentir angustia. Para mí es un reconocimiento al trabajo que he hecho y qué mejor que recibir la presea de manos de Tim Roth, uno de los actores que más admiro”, resumió Franco.