HAARETZ/TRADUCCION TERESA PADRON

8 de noviembre-

Justo acaba de salir el sol en el corazón de Estados Unidos y el rabino Jacques Cukierkorn se acomoda en la silla de su estudio en Overland Park, Kansas, enciende su laptop y se prepara para dirigir el servicio matutino de Shabat. Para su grey, esparcida por varios lugares a miles de kilómetros de distancia, es mucho más tarde a esa hora. Algunos se hallan en cafés internet en el corazón de la selva amazónica esperando que la imagen del rabino aparezca en sus pantallas. Otros se congregan en pequeñas sinagogas en las orillas de la ciudad de México y desde ahí se conectan para escuchar el servicio. Para los que se encuentran al otro lado del Atlántico, en España y Portugal, hace mucho que ha pasado la hora de recitar el tradicional servicio de Shaharit, pero están felices de unirse a los demás.

Muchos de los miembros de esta sinagoga virtual son conversos, la mayoría de ellos provienen de mezclas raciales. Algunos aún no terminan su proceso de conversión: Un número considerable son abiertamente homosexuales. Otros son prófugos de la Iglesia, como Edgar, un ex sacerdote católico de Colombia.

Segregados por sus familiares y amigos por haberse apartado, la mayoría de estos judíos por elección no han sido bien acogidos por las escasas sinagogas de sus lugares de origen las cuales prefieren aceptar a los judíos por nacimiento.

Es justo para proveer de un sentido de comunidad a estas personas, a quienes el rabino reformista nacido en Brasil, Jacques Cukierkorn, considera “almas judías perdidas”, que se creó Brit Brajá, la primera sinagoga virtual en el mundo que transmite los servicios y oraciones de Shabat en Español y Portugués. Es también una de las pocas (sino es que la única) sinagoga virtual que no está afiliada a algún lugar de culto “físico”.

“No, no es lo ideal”, dice el rabino Cukierkorn. “Es como besar a través de un vidrio, pero por ahora, es mejor eso a nada”.

Desde hace un año y medio el rabino ha estado transmitiendo en vivo los servicios matutinos de Shabat cada semana, primero en Español a las 7 y después en Portugués a las 10 a un grupo de aproximadamente 50 personas esparcidas en países de habla hispana y portuguesa. Cerca de 30 de estas personas han formado su pequeña congregación a las afueras de la Ciudad de México, desde donde se retransmiten las imágenes en directo.

“La gente que se conecta al servicio tienen la opción de verme sólo a mi o sólo a la congregación de la ciudad de México o también pueden dividir sus pantallas y ver ambas imágenes simultáneamente”, nos explica el rabino.

Dice que su inspiración es el gran filósofo judío medieval Maimónides, también conocido como Rambam, quien no permitía que las grandes distancias fuesen un impedimento para impartir sus enseñanzas a sus seguidores.

El Rambam usaba el “iggeret”, las cartas enviadas a través de mensajero para comunicarse con ellos. La transmisión en la web es el “iggeret” de nuestros días, dice el rabino Cukierkorn.
Sin embargo, el “sermón digital” no es el único trabajo del rabino. Durante los últimos 12 años, rabbi Cukierkorn ha sido el líder espiritual del Temple Israel of Greater Kansas City, una congregación de cerca de 100 familias. Como muchas de las sinagogas reformistas, sólo ofrece servicios de Shabat los viernes por la tarde, por lo que el rabino está libre para su grey “virtual” los sábados por las mañanas.

Desde que se ordenó, hace 18 años, el rabino Cukierkorn ha realizado alrededor de 500 conversiones, la mayoría de personas en Latinoamérica, quienes sostienen que son descendientes de “criptojudíos”, judíos que fueron forzados a convertirse. “Pero incluso si no lo son”, dice el rabino, “tienen almas judías”. “Si no fuese así, no tendría sentido que quisieran someterse a un proceso de conversión tan duro”, dice.

Es a partir de la posición de estos conversos que se formó la sinagoga virtual. Y ahora el rabino está ampliando su proyecto con los planes, para finales de este año, de una yeshivá (escuela) virtual para su congregación.

“La idea es crear a través de esta yeshivá, un grupo de líderes comunitarios judíos es estos lugares, para que con el tiempo ellos puedan dirigir sus propios servicios y no requieran de mí”, dice. “Estamos hablando de un programa extenso de preparación con al menos 1000 horas de clase y los participantes requerirán aprobar algunos exámenes”.

En los últimos años se han creado algunas sinagogas virtuales en estados Unidos como parte de un esfuerzo por llegar a judíos no afiliados. La más conocida es Ourjewishcommunity.org, establecida por Beth Adam, una comunidad judía humanitarian en Cincinnati. Estas congregaciones no solo transmiten sericios desde el templo, sino también ceremonias del hogar, como el Séder de Pascua.

Cukierkorn ve a estas comunidades virtuales como el último recurso posible, por lo que procura reunirse físicamente con su grey al menos una vez al año en México, en donde aprovecha la ocasión para oficiar ceremonias como Bar mitsvá y Bodas. También para llevar a cabo su pequeña labor de obsequiar a estas aisladas comunidades objetos judíos difíciles de conseguir en sus ciudades.

“Les digo a las personas, Oye, esa mezuzá que te regaló tu suegra y que odias tanto como a ella, pero que no te atreves a tirar, dámela, y yo le hallaré un buen hogar”, dice Cukierkorn.
Aparece al fin la imagen del rabino en la pantalla. Su perrita chihuahua acurrucada en su regazo. Parece que todo está listo y que todos están finalmente conectados para iniciar el servicio de Shabat.

“Hola”, saluda el rabino Cukierkorn a su grey desde su hogar en la tierra del Mago de Oz. “Shabat Shalom javerim” (amigos), saluda desde Colombia Edgar Méndez en la pantalla.