MAY SAMRA PARA ENLACE JUDÍO
Una tarde de enero 2013, al investigar en la Red, encontré una convocatoria: se celebraría en la UACM (Universidad Autónoma de la Ciudad de México), un foro pro palestino, organizado por el Programa de Derechos Humanos de dicha universidad y el Colectivo Palestinaya. Por lo visto,y según rezaba el título, ambas instituciones se proponían solicitar “el rompimiento de relaciones (de México) con el Estado sionista de Israel”. Se sabía que la UACM había sido ultimamente el centro de numerosos conflictos que incluían paros de varios meses, manifestaciones y hasta actos vandálicos de sus alumnos en estaciones del metro y casetas de cobro en carreteras. Estos alumnos solicitaban el despido de la rectora actual, y eran varios los candidatos quienes pretendían el puesto que dejaría Esther Orozco. Irónicamente, el acto se llevaría en el mismo plantel que había ocupado, antaño, el Colegio Israelita de México, en San Lorenzo 290, Colonia del Valle.
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Lo más sorprendente era el sello del Gobierno del DF que aparecía al calce de la convocatoria: ¿Acaso el GDF estaba patrocinando un evento semejante?
Elena Bialostocky y una servidora nos dirigimos hacia dicha institución educativa. Al entrar, Elena, quien había sido alumna del CIM, recordó el lugar, me indicó el emplazamiento de una piscina que ya no existía y me dirigió hacia el auditorio: “Seguramente es el mismo donde nos reuníamos los alumnos” dijo.
Inició el acto con una proyección de un documental de un seudo soldado de las Fuerzas de Defensa Israelíes. Luego, los ponentes disertaron. Sin embargo, en la sesión de preguntas y respuestas, antes de que se invitara a los alumnos de que firmaran la petición que pedía cortar relaciones con Israel, una mujer del público (que más adelante reveló ser de Palestinaya y de CORSOPAL, Coordinadora de Solidaridad con Palestina), de nombre Raquel Rodriguez, que llevaba Kafiah al cuello (el pañuelo emblemático de la causa palestina) empezó una diatriba que nos dejó consternadas. Entre otras cosas dijo que el Holocausto fue un invento, de que no hubo cámaras de gas y nos consternaron sus palabras:
Además advirtió a México de la presencia de los judíos, “los cuales no mataban a gente pero sí al medio ambiente”, que se estaban adueñando del país y de los medios; amén de otros prejuicios antisemitas que invadieron el recinto académico.
Al día siguiente,el 22 de enero, publicamos la información y los videos correspondientes, los cuales aparecieron en nuestro newsletter.
El 27 de enero, se celebró dentro de la Comunidad Judía el Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto, con distintos eventos en los cuales se mencionó el reportaje en cuestión. Es así que tuvimos la oportunidad de escuchar los comentarios acerca del tema de la Presidenta del COPRED, el Ombudsman nacional y el Jefe de Gobierno del DF.
El 28 de enero, en el evento que realiza año con año la B’nai Brith para conmemorar a las Víctimas del Holocausto, Eloy Cantú, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, así como el presidente del Comité Central de la Comunidad hicieron eco de la publicación.
Medios y redes sociales también externaron su indignación; entre ellos , Leo Zuckerman publicó en Excelsior “Nuestros impuestos financian actos antisemitas”revuelo en medios y redes sociales.
A la vez, un joven judío judío llamado Bela Braun, al leer nuestro reportaje, se dirigió al recién creado Consejo para la Prevención de la Discriminación del DF (COPRED), poniendo una queja contra la UACM. Esta queja se resolvió mediante una junta de conciliación, quedando que se celebraría, en estas mismas instalaciones, un debate en el que se defenderían ambas posiciones, la palestina y la israelí.
Simultáneamente, Tribuna Israelita se dirigió al mismo COPRED, denunciando a Raquel Rodriguez por sus declaraciones.La queja no pudo ser resuelta por conciliación, y el COPRED dictaminó que las declaraciones de Raquel eran ciertamente discriminatorias, lo cual expondría a la mujer a tres años de cárcel si Tribuna Israelita decide presentar la denuncia al Ministerio Público.
El caso llamó la atención de los Diputados Monreal y Mejía, quienes presentaron ante la Cámara de Diputados un Punto de Acuerdo que pedía una explicación y disculpas públicas del GDF y de la UACM a la Comunidad Judía de México.
Enrique Krauze nos distinguió con una publicación acerca del tema.
Este Punto de Acuerdo fue aprobado, en su momento, por la Comisión de Gobernación– y luego, por el pleno de la Cámara de Diputados.
