ROSALÍA SÁNCHEZ
La policía alemana entró anoche por sorpresa en la vivienda de Christian B., un joven de 23 años que reside en Homburg, cuya pertenencia a círculos de la extrema derecha es conocida por las fuerzas de seguridad y que en las últimas semanas ha publicado en su blog en internet detalladas instrucciones sobre cómo construir una bomba casera. “Los explosivos son el arma de los pobres porque son muy fáciles de fabricar”, afirmaba, animando sus seguidores a emplearlos como forma de protesta.
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En el registro de su domicilio han sido hallados, además del ordenador desde el que se daban las instrucciones para atentados callejeros, un rifle, varias granadas y sustancias combustibles listas para la fabricación de artefactos explosivos. Estas sustancias eran diferentes a las utilizadas en un vídeo de demostración que había colgado en su blog, que comenzaba con un saludo hitleriano delante de una bandera con la esvástica nazi, por lo que la policía sospecha que estaba preparando algún tipo de acto violento más allá de las demostraciones teóricas.
El de este bloguero no es un caso aislado. Los delitos cometidos por los neonazis en Alemania ascendieron a 17.616 durante el año pasado, con un aumento del 4,4% respecto a los casos del año precedente, de acuerdo con datos del gobierno alemán. Las agresiones violentas sumaron hasta 848 casos, es decir, un 1,7% más que el mismo dato registrado un año antes. Estas estadísticas se deben, según las autoridades, a incrementos muy puntuales de algunos delitos.
Los crímenes de matriz xenófoba crecieron 16,5% y los ataques antisemitas un 10,6%. “Estos datos deberían empujar todos a actuar”, ha dicho en una entrevista con Tagesspiegel el presidente del Consejo Central Judío en Alemania, Dieter Graumann.
“Es necesario mantener la escena de extrema derecha bajo una atenta observación”, ha reconocido el ministro del Interior, Hans Peter-Friedrich. “Todas las personas, independientemente de su origen, se tienen que sentir seguras en Alemania”, manifestó.
‘Ciegos del ojo derecho’
Sus palabras llegan en un momento delicado, donde los servicios de seguridad alemanes están siendo criticados por ser “ciegos del ojo derecho”, por sus negligencias en las investigaciones de la célula terrorista de extrema derecha NSU, cuyo juicio arranca el próximo lunes. Esta célula terrorista cometió impunemente al menos 10 asesinatos de ciudadanos extranjeros y las estadísticas que facilita el gobierno alemán demuestran que su actividad no era anecdótica ni aislada.
Las autoridades alemanas registraron el año pasado 27.440 delitos con móvil político, de los que 2.464 casos fueron violentos. Los delitos identificados con la extrema izquierda también registraron un aumento del 10% el año pasado y concretamente los delitos de extrema izquierda contra “el cuerpo y la vida” representaron el 53,3% de los de su categoría.
Fuente:elmundo.es
