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PROYECTO HORIZONTE EN EXCLUSIVA PARA ENLACE JUDÍO

Para mantener una boca sana se necesita una buena higiene, es decir, un cepillado correcto y constante así como el uso de hilo dental.

No esperes a tener una caries o un problema bucodental para acudir al odontólogo. Una visita al año, aunque sea para una limpieza profesional, puede ser suficiente para prevenir que éstas aparezcan

La limpieza reduce hasta en un 24% el riesgo de infarto y 13% el riesgo de enfermedad cerebrovascular.

– La mayor parte de los problemas bucodentales aparecen por un cúmulo excesivo de microbios y placa bacteriana entre los surcos de los dientes o entre los dientes y las encías.

– Más del 85 % de las causas del mal aliento son linguales y bucales.

La prevención y la eliminación de los gérmenes que se acumulan y que entran cada día en nuestra boca pasa por un componente mecánico que es el cepillo de dientes, el hilo de seda, el limpiador lingual para la lengua y una serie de elementos químicos que ayudan, como son la composición de los dentífricos y los colutorios, que ayudan pero no sustituyen la limpieza profesional.

– Con el tiempo, la placa se calcifica y es muy difícil retirarla con el cepillado dental diario.

– Los factores de riesgo conocidos de estos trastornos, incluyen el peso corporal, tabaquismo y raza.

– El tipo de enfermedad periodontal -la enfermedad de las encías causada por la placa dental- puede predecir un riesgo de infarto e insuficiencia cardíaca.

– La placa dental que se acumula en las encías puede entrar en la corriente sanguínea y provocar inflamación en las arterias, causando dichos derrames e infartos.

– Si te sangran las encías al lavarte los dientes, ¡visita a tu dentista de inmediato!