MANUEL HERNÁNDEZ PARA ENLACE JUDÍO

La ARM (Acción Revolucionaria Mexicanista) o mejor conocidos como los “Camisas Doradas de México” fue una organización fascista, ultraderechista y antijudía que operó desde su fundación en 1933 hasta la segunda guerra mundial en 1945.

Con la ascensión del comunismo y del marxismo al poder en Rusia, nacieron grupos contrarios a esta ideología. Grupos de carácter nacionalista que buscaban erradicar de una vez por todas la “falacia” marxista al mismo tiempo de informar sobre la “amenaza judía”. Estos movimientos eran independientes, se autodenominaban “camisas”, trataban de rescatar los “valores nacionales” del país a que pertenecían, así como combatir al “sionismo” en todas sus formas incluyendo a la “masonería”.

En 1919 surge el primer grupo de camisas en Italia, las “camisas negras”, adoptaron las “fasces” (varas de madera que rodean un hacha, atadas por una cuerda o un listo). Por lo cual recibieron el nombre de “fascistas”. Este Escudo simboliza a la antigua roma.

Una forma de expresar el anhelo por los “antiguos valores nacionales”. Adoptaron el saludo con el brazo derecho y la mano extendida del saludo militar romano. Un puñado de personas que lograron extender su ideología y alcanzar el poder en su país, todos conocemos las consecuencias desastrosas que tendría su triunfo para sus connacionales.

Después surgieron en Alemania “los camisas pardas”, su símbolo fue la Esvástica que representa a la raza aria, raza nórdica “limpia de sangre judía”, en España surgieron los “camisas azules” que aún persisten en la falange española. Adoptaron como escudo “el yugo y las flechas” por ser las insignias de los reyes católicos.

Esta ideología también llego a México y se vio reflejada en el nacimiento de los “camisas doradas”, representadas por el “yaoyotl” (símbolo prehispánico utilizado para la guerra). Tenían como líder al general Nicolás Rodríguez, presumían de contar con 40,000 miembros activos entre sus filas. Vestían camisas doradas, pantalones negros, sombrero de palma, escudo tricolor sobre el pecho y un fuete de cuero en la mano.

El diario “El Universal” y “El Popular” reportaron en el mes de enero de 1939 que los camisas doradas habían difundido volantes por toda la capital mexicana que decían lo siguiente “sangre judía, sangre judía más sangre judía, debe de correr para que nuestra querida patria sea salvada”. Así mismo habían establecido una campaña para el exterminio de los 30,000 judíos que en esos años vivían en México.

Los camisas doradas también actuaron en el ataque a establecimientos judíos, algunos destruidos. Utilizaron la violencia en contra de la colectividad judía, entre ellos el poeta Jacobo Glantz, el cual resulto herido.

En 1935 los camisas doradas organizaron una demostración en la ciudad de México para dar a conocer su poder, 5000 hombres desfilarían uniformados, había informado el líder de las camisas doradas. Pero fueron derrotados por los antifascistas, con la ayuda de una flotilla de coches que fueron bautizados como “tanques rojos” con los cuales lograron dispersar a las camisas doradas.

Tal vez en México hemos olvidado la historia de los camisas doradas, debido a que esta organización nunca lograron llegar al poder como lo lograron g en Alemania o Italia. A pesar de que con la ayuda de la falange española y patrocinadores nazis infestaron el país con su propaganda antijudía, por suerte no tuvieron el éxito de sus camaradas.

Hoy en día, en nuestro país, empieza a resurgir la antigua literatura fascista, solo que ahora le llaman “revisionismo histórico”, para darle un sentido más moderno, aunque de histórico solo tiene el nombre. Estos tipos de autores niegan el holocausto y alaban los logros “humanitarios” de Hitler. Se han incrustado en las universidades públicas a lo largo y ancho del país, también se hacen llamar “anti sionistas”, un término moderno para evitar llamarse “antijudío”. Aunque hay algunos que son muy claros al hablar de la amenaza judía. También atacan a todo aquello que no es católico: protestantes, homosexuales, comunistas y marxistas (según su entender).

Están intentando de adoctrinar al mayor número de personas posibles, mediante conferencias que imparten en universidades, teatros y hasta en iglesias. Por todo el país están surgiendo grupos que se autodenominan “nacionalistas”, cada uno con sus propias particularidades, unidos por una causa “el odio al judío”. Al igual en cada estado tienen un grupo contrario que trata de boicotear sus reuniones o desfiles, como los masones en Querétaro o los antifascistas en la ciudad de México.

Solo nos queda una pregunta como reflexión: ¿Qué tan lejos estamos de una nueva época de anti judaísmo en nuestro país?