mayumana

J. DÁVILA

Enlace Judío México | Es uno de los arquitectos de Mayumana, el grupo de danza y percusión que el próximo miércoles estrena en el teatro Guimerá de la capital tinerfeña el espectáculo “Racconto”. Boaz Berman supervisa desde el Reino Unido las evoluciones de una franquicia artística que armó en 1997 junto a Eylon Nuphar y Roy Oferen. “Nadie tiene la fórmula secreta para conseguir el éxito”, reconoce en relación a un proyecto que no ha parado de almacenar elogios en la última década y media. “Todo lo que hacemos lo hacemos con mucha pasión y convencidos de lo que estamos mostrando al público”, precisa alrededor de una experiencia que nació en la ciudad israelí de Tel Aviv.

Las raíces de Mayumana están en la palabra hebrea Mayumanut, cuya traducción es destreza o habilidad. Teatro, danza y percusión son los tres ejes sobre los que empezaron a trabajar Eylon Nuphar, Boaz Berman y Roy Oferen. “Cuando planificamos un show buscamos una gran idea a partir de una “brainstorm” (lluvia de ideas). Luego se visualiza en nuestra imaginación y, finalmente, vemos qué es lo que se puede llevar a la práctica… De ahí en adelante hay un trabajo muy duro que no acaba hasta el día en el que damos a conocer el proyecto. Esa idea se va perfeccionando a medida que pasan las funciones”, explica.

De “Racconto” dice que es un homenaje a la historia de Mayumana, aunque tiene claro que el grupo no se puede quedar anclado a la fama. “Estamos constantemente mejorando; buscando nuevas vías que explorar… En ese sentido, no creo que no tengamos opción de no evolucionar, ya que ese compromiso está vivo desde la creación de Mayumana”, afirma Boaz Berman.

Respecto a la evolución de su propuesta escénica, Berman aclara que inicialmente “la inspiración llegaba a través del ritmo. Ahora, sin embargo, los mecanismos ya están más que asimilados y estamos creando nuestro sonido y desarrollando un lenguaje teatral que nos define”, declara un creador que deslinda los niveles de popularidad de Mayumana del trabajo de laboratorio que se hace de manera continuada para diseñar nuevos espectáculos.

“Un show no se planifica en función de los gustos de una audiencia específica. Todo lo que hacemos tiene que tener un sello internacional. Eso es una gran ventaja a la hora de unificar la imagen de Mayumana”, revela sobre una estructura de trabajo que ha mostrado en escenarios de todo el mundo los espectáculos “Mayumana” (1998), “Adraba” (2001), “Mayumana 2005” (2005), “Be!” (2007), “Bejuntos” (2006) y “Momentum” (2008).

Boaz Berman se limita a decir que “ese es nuestro secreto” para no dar pistas sobre las claves que conllevan el día a día de una compañía en la que conviven más de 18 nacionalidades. “Mayumana es un proyecto artístico, pero también es una manera de entender la vida”.

Sobre la convivencia de la percusión y las nuevas tecnologías, por último, Boaz Berman declara que no le dan la espalda. “Usamos las nuevas tecnologías, pero solo para servir a la idea artística; como complemento de la idea principal. No vamos a renunciar a ese mano a mano, aunque por delante está el talento personal y el sello que define a Mayumana”, concluye.

Fuente:eldia.es