Enlace Judío México- La semana pasada, a raíz del interés despertado por la noticia relativa a la nacionalidad española para sefardíes, Enlace Judío entrevistó al Cónsul General de España en México, Miguel A. Fdez. de Mazarambroz, así como a Roni Waisser, de GetEUPassport. Hoy, publicamos la opinión del rabino Ramy Avigdor, ex Rabino Principal de Barcelona y aliado de Enlace Judío mediante el portal Centro Kehilá.

La ley no es nueva

Como Rabino de Barcelona, he emitido “certificados de sefardíes” que son necesarios, además de otros documentos. Lo que sucede ahora, es que la ley, ya existente, ha sido agilizada.

Sefarad es diferente

Los judíos fueron expulsados de Alemania, Francia, Inglaterra y otros países… pero hoy están viviendo en todos estos lugares; Sin embargo, el caso de Sefarad es diferente: ningún país de los que excomulgaron a sus judíos recibieron el Jerem, esta especie de maldición que prohibe el retorno a tierras ibéricas.

¿Cuál es el significado de esta noticia en términos espirituales?

España le dice a los judíos: Te reconozco como pueblo judío, como descendiente del pueblo judío de hace 500 años; y eso es algo grandioso, ya que, en el conflicto israelí-palestino, Israel pide que Palestina lo reconozca como Estado judío. ¿Acaso es importante? Sí, porque cuando España, el Sefarad que nos quiso borrar como judíos, nos reconoce como pueblo judío, ¿qué es lo que reconoce? Nos reconoce el haber mantenido nuestras tradiciones, el haber vivido como judíos durante 500 años, escondidos o libremente.

El reconocimiento de España a sus judíos, después de 500 años, es un evento que sólo la mano de D-os pudo lograr.

¿Qué tenemos en común con los expulsados de España si no son nuestras costumbres, nuestra Torá?

Recordemos la historia de Esaú y Jacob: cuando se reconcilian, Esaú le dice a Jacob: “Ven conmigo”. Jacob le responde:” Tengo niños pequeños”. Eso significa: debo cuidar de ellos, debo cuidar de mi judaísmo. España está reconociendo hoy que tenemos hijos pequeños, que tuvimos una continuidad judía, a pesar de todo.

Cuidemos hoy a nuestros pequeños.