Senior Hamas leader Nizar Rayan gets out from a tunnel after inspecting Hamas militants as they participate in a training exercise in the northern Gaza Strip

BENJAMÍN LAUREANO LUNA PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO

El Precio del Terror lo está pagando Israel al suspender sus vuelos diversas líneas, a causa del temor de que se repita lo que aconteció en Ucrania, cuando un cohete disparado por los rebeldes pro rusos derribaron un avión civil que transportaba pasajeros.

Un cohete lanzado desde Gaza alcanzó el patio de una vivienda cercana al Aeropuerto “Ben Gurion” de Tel Aviv. Ante esta situación la Administración Federal de Aviación de EE.UU., dispuso que las aerolíneas estadounidenses dejaran de volar a Tel Aviv, lo que afectó a Delta Airlines, United Airlines, US Airways. También la Agencia Europea Aérea dispuso la suspensión de vuelos de Air France, Lufthansa, KKL e Iberia. Sólo continúa el servicio en forma regular de la israelí, El Al. En veinticuatro horas se volverá a evaluar la situación.

Los negociantes tendrán que dejar de operar en Israel mientras dure la suspensión de vuelos.

Ban Ki moon, Secretario General de las Naciones Unidas, al llegar al aeropuerto “Ben Gurión” dijo: “Yo admiro al Pueblo de Israel”, luego se entrevistó con sus dirigentes y posteriormente visitó Ramallah, en un esfuerzo para promover el cese el fuego. En tanto que en El Cairo, John Kerry, instó a Hamás a aceptar la propuesta egipcia de cese el fuego.

Mientras que en Líbano, Hassan Nasrallah, dirigente de la agrupación miliar libanesa chií, pro iraní, Jizb Alláh, se encontró con el dirigente de la Jihad Islámica de Gaza, Ramdan Abdallah, para coordinar actividades. Una y otra son financiadas y armadas por Irán, lo que significa que el “pacifista” Presidente del Gobierno de Teherán, Rohaní, está preparando otro ataque a Israel.

Israel, que se encuentra a 1,900 km de distancia, bombardeó un arsenal en Jartún, Sudán, destinado a Hamás, en Gaza. El líder de Sudán, Omar Bashir, se había entrevistado en Doha, Qatar, con el dirigente político de Hamás.

Qatar dio a Hamás 100 millones de dólares para la fabricación de misiles y para construir túneles que partiendo de Gaza, crucen la frontera de Israel y desemboquen cerca de ciudades israelíes, para poder atacarlas.

Algunos de estos túneles son de concreto y por arriba tienen arco. Pueden caber en ellos –según la longitud 100 o más milicianos-; otros túneles hechos de concreto, tienen columnas, piso de concreto, muy espaciosos, rectangulares, con cámaras amplias para servir de arsenales para cohetes, ametralladoras, centros de comando y comunicación. La boca de salida es variable, porque si está en lugar forestado, “crece” la hierba para camuflar. Otras bocas son grandes agujeros en la tierra y tres o cinco soldados israelíes son necesarios para rodearla.

Es impresionante observar que de una entubada boca, de diámetro muy amplio, sale disparado un cohete con multicabezas, que en el aire se separan diversos cohetes que atacan su objetivo por diferentes partes.

La red de túneles es muy amplia. Las bocas para entrar se encuentran bajo edificios donde habitan familias, en mezquitas, hospitales, escuelas, en jardines y en diversos lugares “inocentes”.

Por ello Israel, para destruir esos túneles, desalojó a cien mil habitantes de Gaza. Los que no quisieron abandonar sus hogares sufrieron y ha llegado casos que familias enteras murieron, después del bombardeo.

Los Tratados de Ginebra prohíben los atentados contra la vida y la integridad corporal, las ejecuciones sin previo juicio y reclaman la protección de las personas civiles en tiempos de guerra.

El problema es determinar ¿si milicias beligerantes y arsenales están escondidos en una casa habitación, un hospital, un centro religioso, una escuela, se les debe considerar como centros civiles o como centros militares?

Quien acepta que su casa habitación aloje tropas terroristas y arsenales, ¿es o no responsable de haber transformado esa casa habitación en centro militar terrorista?

El precio por el terror es muy grande.