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RAV NEJEMIA COOPERSMITH AISH

Soy bastante escéptico cuando se trata de “historias milagrosas”, especialmente las que emergen producto de una guerra. Así que no creí la historia sobre la terrorista suicida en Gaza quien se estremeció cuando escuchó a un soldado israelí gritar “Shemá Israel”, y gracias a eso pudieron arrestarla. Resultó ser que la madre de la terrorista era una judía israelí que se casó con un árabe, y la terrorista suicida era de hecho una mujer judía cuya alma se estremeció al escuchar el Shemá.

Bueno, aparentemente la historia es verdadera. Una fuente anónima de las fuerzas armadas de Israel habló con Breitbart News y reveló detalles sobre el ataque que mató al Teniente Goldin y a otros dos soldados, y de paso, mencionó también el incidente con la terrorista suicida. El artículo reporta:

El oficial explicó cómo, después del atentado suicida que mató al Teniente Goldin, un segundo equipo de secuestradores de Hamás (…) regresó corriendo al túnel del cual habían emergido. El túnel conducía a una mezquita. Desde la mezquita, ellos escaparon en una ambulancia de la UNRWA. Los terroristas contactaron luego a oficiales de alto rango de Hamás y se escondieron en la Universidad Islámica.

El servicio de inteligencia israelí interceptó una conversación entre los secuestradores y los oficiales de Hamás en la Universidad Islámica y así obtuvo todos los datos en relación al lugar de escondite de los secuestradores. En cosa de minutos, la Fuerza Aérea Israelí atacó tanto la ubicación de los secuestradores como el resto de la Universidad Islámica.

En medio de este ataque, una segunda unidad de las FDI -que entró en una mezquita en busca de armas, explosivos y misiles- se encontró con una terrorista suicida que estaba a punto de detonar el cinturón que llevaba puesto, lo que hubiera resultado en la muerte de los soldados. Uno de los soldados instintivamente recitó las palabras iniciales del rezo judío más santo “Shemá Israel”. La terrorista suicida vaciló y comenzó a temblar, dándole a los soldados la oportunidad de capturarla y desactivar el dispositivo explosivo.

Los soldados entonces la tomaron prisionera y la pusieron en manos de una unidad de contraespionaje.

La investigación reveló que la madre de la terrorista suicida era una mujer judía que había contraído matrimonio con un palestino en Israel y que, después de la boda, había sido raptada e ingresada en contra de su voluntad a Gaza. Allí vivió una vida llena de abuso y humillación y fue básicamente una prisionera. Además de la mujer terrorista, había también dos niños pequeños. Una fuerza armada ingresó y rescató a los dos pequeños.

El alma judía siempre late en el interior. Es nuestra responsabilidad encontrar las palabras que la despierten. Indirectamente a través de su muerte, el Teniente Goldin permitió que tres almas judías perdidas fueran devueltas a su pueblo.

Fuente:Halajá Diaria