YUVAL STEINITZ PARA EL NEW YORK TIMES

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Esto es un resumen de lo expresado hoy en el New York Times por Yuval Steinitz, el Ministro de Inteligencia de Israel

    Israel está profundamente preocupado por la trayectoria de las actuales negociaciones sobre el programa nuclear de Irán. Las conversaciones se están moviendo en la dirección equivocada, especialmente referente al tema central de enriquecimiento de uranio.
    Irán ha suavizado su retórica antioccidental inflamatoria y mostrado cierta flexibilidad en cuestiones menos importantes, pero no debemos engañarnos por estos gestos. El presidente Obama debe ser fiel a su declaración de que ningún acuerdo con Irán es mejor que un mal acuerdo.
    Israel también se preocupa de que la campaña en curso contra el Estado islámico se haga a expensas de la lucha crítica contra el programa nuclear de Irán. La lucha contra el Estado islámico es vital e Israel apoya inequívocamente el esfuerzo mundial para prevenir la formación de un nuevo califato islámico en el Medio Oriente. Pero aún más importante es el imperativo de evitar que la ya existente República Islámica de Irán adquiera capacidad nuclear.
    Irán ya ha avanzado considerablemente en su trayectoria hacia las armas nucleares. Un acuerdo que permita a Irán seguir dando vueltas en un circuito de espera se parecerá a lo que ocurrió con Corea del Norte después de que el acuerdo de 2007 dejó gran parte de la capacidad nuclear de Pyongyang intacta, lo que permitió a los norcoreanos producir armas nucleares en los años siguientes.

 

    En segundo lugar, un acuerdo imperfecto entregaría a Irán ventajas prácticas a cambio de casi nada. A cambio de una reducción insignificante y temporal de sus capacidades de enriquecimiento, Irán se encuentra a punto de cosechar cien mil millones dólares por año cuando se levanten las sanciones; ganar legitimidad formal para sus actividades de enriquecimiento de uranio; y, a pesar de su historia de fraude nuclear y ocultación, preservar la capacidad de producir armas nucleares en el momento en que lo considere apropiado.
    Salvo por un cambio sorprendente en la postura de negociación de Irán, no hay ninguna posibilidad de llegar a un buen acuerdo satisfactorio antes de la fecha límite de 24 de noviembre. Nuestra base moral transmitirá un mensaje claro a los líderes en Teherán:la única manera de escapar de la creciente presión será, en última instancia, a través de hacer las concesiones significativas necesarias.

Fuente: New York Times