SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO

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Según un artículo publicado recientemente en Jewish Press, elegir el nombre para los bebés judíos es un elemento bastante complicado de la cultura judía. La dificultad de nombrar a un bebé judío es “porque los padres judíos no sólo deben seleccionar un nombre secular, sino también uno judío para sus bebés”.

A menudo resulta difícil seleccionar un nombre para su bebé, pero elegir dos puede ser una experiencia desalentadora. Cuando las familias se trasladan a Israel y conservan sus pasaportes extranjeros, pueden surgir nuevas complicaciones. Mientras que un nombre inspirado en hebreo bíblico puede funcionar bien en un pasaporte israelí, podría ser difícil de traducir o transcribir en los pasaportes y documentos extranjeros.

Algunos nombres pueden utilizarse con facilidad tanto en su original hebreo, como en inglés, tales como: Abraham, Leví, Isaac, Raquel, Sara, Noa, Esdras, Aaron, etc … Pero hallar traducción para muchos nombres hebreos modernos populares como Dudu, Osnat, Moran, Shajar, y nombres bíblicos como Janoj o Jizkiyahu puede ser problemático.

¿Por qué elegir un nombre que requeriría uno secular diferente, o por qué el nombre no judío, además del original? Esta pregunta ha perturbado tanto a padres como académicos por igual durante generaciones, desde que se originó la costumbre del doble nombre.

Históricamente, los judíos ashkenazíes (judíos de Europa Central y Oriental) han otorgado dos nombres a sus hijos desde el siglo XII: “Muchos Judíos que trabajaban fuera del shtetl ( pueblo judío) decidieron adoptar un nombre secular que les ayudaría a ser mejor entendidos por las comunidades no judías y ser aceptado por ellas. Además, su nombre también podría ser fácilmente pronunciado por el mundo exterior y entenderse mejor”.

Aunque los judíos ya no llevan una vida completamente insular en un shtetl, la costumbre de proporcionar dos nombres a los bebés judíos continúa. Se suele utilizar el nombre secular para el uso cotidiano, y reservar el nombre judío para fines religiosos (en ocasiones en que son llamados a la Torá en su Bar o Bat Mitzvá, en su boda, y en varios otros asuntos religiosos).

Tener un segundo nombre judío realmente distingue a la comunidad judía , mientras que. al mismo tiempo recuerda a los judíos sus tradiciones y raíces. Existen numerosas costumbres y tradiciones que rodean los nombres del bebé judío. La “complicación” adicional, sin embargo, recuerda al pueblo judío que a pesar de que ya no se limita al shtetl, sigue siendo un pueblo único con fuertes vínculos con el pasado.

Fuente: Breaking Israel News