ELENA BIALOSTOCKY PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Durante este año, muchas familias han pasado por problemas de salud, económicos o familiares. En los momentos difíciles, se le pide a Hashem (D-os) piedad y misericordia, y  debe  agradecérsele cuando se presenta la oportunidad adecuada.

Este 16 de Diciembre, en el Templo Shar Lesimjá  de la Comunidad Monte Sinaí, se llevaron a cabo los rezos de Toda Lael, o rezos de agradecimiento a D-os.

La Bimá (tarima ritual) de la sinagoga tenía en su centro una estrella de David decorada con velas,  que sirvió como candelabro.

La primera familia invitada a subir encendió la Janukía, leyó la bendición y se prendió la primera vela del candelabro. Acto seguido fueron subiendo varias familias, cada una de las cuales pronunció una bendición y encendió la vela correspondiente.

Al mismo tiempo, se fueron intercalando canciones interpretadas por el Rabino Joseph Jaim Benchimol y por el Jazán Isaac Jayat.

El Rabino Abraham Tobal dijo: “Janucá se estableció por ocho días para alabar y restablecer. La esencia de Janucá es saber alabar y agradecer a D-os los milagros y la protección al pueblo de Israel. Hay que hacer conciencia y saber dar gracias, saber que D-os siempre está con nosotros desde que despertamos y durante todo el día. Una obligación en Janucá es hacer pública la fiesta, y se cumple poniendo la Janukía en la ventana para que toda la gente de afuera vea que estamos festejando”.

Luego, el Rabino Itzjak Mohaddeb habló sobre la protección: “Cuando salimos de la casa, besamos la Mezuzá (pergamino con un texto bíblico contenido en una cajita y que se coloca en las entradas de las casas judías); es un símbolo de que D-os cuida nuestras casas. D-os está constantemente con nosotros y tenemos que agradecer su protección, aún cuando no lo vemos”.

También se habló sobre la familia: “El encender una vela en la casa nos recalca la importancia de la familia. La Menorá (candelabro) tiene siete brazos, tres de cada lado y otro en el centro, que une a todos. Significa la importancia de la unión y la fortaleza que tiene la familia. Cada uno de nuestros hijos es una vela individual unida a sus padres. La palabra Janucá viene de la raíz hebrea JINUJ, que significa “educación”, lo que garantiza que el pueblo de Israel va a continuar”, dijo el Rabino Eliyahu Swed.

Sobre la salud, el Rabino Yossi Birch dijo: “Le pedimos a D-os que por medio del encendido de las velas de Janucá nos de salud. La queremos para poderle servir al Señor con salud y alegría. ¡Salud que haya!”

También se mencionó la importancia de la ayuda, en palabras del Rabino Nissim Betech: “Ayuda es una digna palabra, un hermoso concepto. Como pueblo, individuos y comunidad, nuestra identidad es la ayuda que nos damos el uno al otro. Le pedimos al Señor que nos ayude a ser mejores judíos, pero también que nos ayude para poder ayudar”.

El Rabino Shaul Urfali habló de los milagros: “El primer milagro del que habla la Torá es cuando D-os pone a prueba a Abraham, pidiéndole que sacrifique a su hijo Isaac. Cada milagro que vemos es después de que pasamos alguna prueba que D-os nos pone, para podernos elevar. Aprovechemos la fiesta de Janucá para ver las pruebas que nos puso el Señor, y entonces podremos ver también los milagros”.

Shlomo Zaed añadió: “La finalidad de prender las velas de Janucá es para agradecer al Señor por tres cosas diferentes: los milagros que nos hizo y que nosotros no nos enteramos, las maravillas que vimos con nuestros ojos, y la salvación que nos trajo de problemas o enfermedades”.