MAY SAMRA Y MIRIAM BALEY PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Organizada por los Amigos de la Universidad de Jerusalem, la presentación del libro de Jorge Castañeda, Amarres Perros, se realizó en el Auditorio de Ramat Shalom el miércoles 25 de marzo. En ésta, Leo Zuckerman leyó una reseña del libro y comenzó enfatizando: “He aquí el testimonio honesto, descarnado y divertido de un amante de las ideas”; este libro es “la fascinante historia de un hombre libre que nadie pudo amarrar”.

De acuerdo con Zuckerman,“en un país donde las personalidades públicas, sobre todo los políticos, no escriben sus biografías, yo sí realmente aplaudo muchísimo la publicación de Amarres Perros”. En el libro se encuentran “relatos muy interesantes del último tercio del siglo XX y del comienzo del siglo XXI, tales como las revoluciones centroamericanas, la caída del Sha de Irán, las peleas apasionantes de la izquierda, la negociación y aprobación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), la derrota electoral del PRI en el año 2000, y los atentados del 11 de septiembre de 2001”.

“Si, bien, Jorge Castañeda es muy crítico de muchas personas”, continuó Leo, “él mismo es tremendamente autocrítico de su persona. No cualquiera reconoce sus contradicciones humanas. Esto es Castañeda de acuerdo con Castañeda”.

Finalizó su presentación de esta forma: “Alguna vez dije que México necesitaba más Castañedas. Hoy, después de leer Amarres Perros, lo pienso aún más”.

Jaime Zabludovsky, el Presidente del Consejo Mexicanos de Asuntos Internacionales (COMEXI), fue el siguiente en hablar. Dijo, “el primer Jorge Castañeda que conocí fue a través de los libros. Luego, lo conocí del otro lado del micrófono y, tiempo después ya lo conocí personalmente. Este libro está lleno de sorpresas, empezando por las de Jorge Castañeda mismo, quien tiene muchas vertientes, como honestidad, valentía, inteligencia, cultura y, por supuesto, sentido del humor”.

Acto seguido, tomó la palabra el autor del citado libro y agradeció al público por su asistencia, diciendo “es un honor y un placer estar aquí”.

Comenzó hablando sobre el TLC. “Fue complicado pero, de las cosas que más me gustaron fue que, cuando Jaime estaba negociando el acuerdo con la Unión Europea, el Presidente Zedillo, la Secretaria de Relaciones Exteriores, el Secretario de Comercio y el negociador, aceptaron una cláusula democrática y de derechos humanos”.

El ex Secretario de Relaciones Exteriores, compartió sobre su judaísmo y, al respecto, dijo que el libro comienza con la historia del pueblo de su madre, el cual, debido a que las fronteras son cambiantes, algunas veces pertenecía a Polonia, otras, a la Unión Soviética y, actualmente, a Bielorrusia.

Las historias que presenta en el libro tratan sobre algunos mitos de su familia. Uno de ellos es que Oma, su mamá, se presentaba ante ellos como si fuera la hija de un leñador o campesino judío y, “cuando yo fui al pueblo, aunque ya no había sobrevivientes, mucha gente recordaba cosas y, me decían, ‘sí, claro, tu abuelo era el dueño del aserradero y de buena parte de los bosques’”.

La primera fotografía en el cuerpo del libro es la de Oma con sus padres: Benjamin Gutman y Sara Rudnitsky, en el pueblo de Vileyka, Polonia, “un pueblito ruso-polaco-judío a medio camino entre Minsk —en lo que ahora es Bielorrusia— y Vilnius —hoy la capital de Lituania”—. La foto está fechada en 1935. Ambos morirían poco después en circunstancias atroces, en junio de 1941, cuando los nazis invadieron la Unión Soviética, arrasaron el pueblo y fusilaron a los cerca de 3 mil judíos que vivían en ese terruño, para seguir hacia Moscú. Así murieron por esos meses cientos de miles de judíos, antes de que los nazis perfeccionaran la maquinaria del exterminio en los campos de Polonia.
Jorge G. Castañeda es heredero de una tragedia. Su madre estaba entonces en México, donde conoció la noticia tres años después. Sobrevivió junto con su hermana porque ambas habían salido de su pueblo en la década de los 30 —ella, Oma Gutman, para estudiar bioquímica en la Universidad de Bruselas, donde conoció a otro judío, Leonid Rozental, con quien llegó a México porque él acababa de ser contratado como químico por la Cervecería Cuauhtémoc. 

Finalmente, contó que su mamá llegó aquí en 1939, tres meses después del inicio de la guerra, “y siempre fue una integrante extraña de la comunidad judía en México porque no se reunía con muchas personas. Eso, de alguna manera, me afectó, en el sentido de que no cobré ninguna esencia de pertenencia judía, hasta mucho tiempo después que conocí a mis primos de Nueva York”.

Marina Castañeda, su hermana, escribe en el prólogo al libro de su hermano Jorge: “Recuerdo la incesante curiosidad intelectual que imperaba en nuestro hogar: en la mesa, en la cama, en la playa, en donde estuviéramos, todos leíamos, todo el tiempo. Y comentábamos todo lo que leíamos. La casa familiar era un perpetuo espacio de aprendizaje y debate”. En este ambiente nació y creció el autor de <em>Amarres perros.</em>

El público, encantado por las anécdotas del autor y la presentación de Zuckerman y Zabludovsky, disfrutó mucho el evento y, por supuesto, quedó ansioso por leer Amarres Perros, el cual, según Zuckerman, “es una biografía llena de chismes anécdotas, especulaciones, y argumentos sobre muchos aspectos nacionales e internacionales de la historia contemporánea”.