MAY SAMRA PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO.

Hace 3 años nació Guimel, un grupo que ha logrado darle voz y un espacio seguro a los miembros LGBT de la Comunidad Judía de México, así como poner en la agenda de nuestra comunidad el tema de la diversidad sexual.

El 27 de marzo, muy cerca de Pesaj, la Fiesta de la Libertad, Guimel dio un paso importante al registrar la Fundación Guimel, A.C. acompañado de familia, amigos y su representación legal.

Fundación Guimel A.C. tiene entre sus metas apoyar y asesorar y ayudar a las personas LGBT de la Comunidad Judía de México, sus familiares y a sus amigos, pero también busca servir como un referente dentro y fuera de la comunidad como un grupo organizado en contra de la discriminación.

El grupo LGBT judío en México se establece así formalmente ante la ley, tiene representación juridical y, entre otros, podrá recibir donativos.

En la firma notarial,  a la cual asistió Enlace Judío, el ambiente era de mucha alegría, de algarabía, de sensación de logro.

Enlace Judío ha estado cubriendo la “salida del closet” de Guimel desde hace tres años,en Febrero de 2012,  el momento en que el grupo LGBT judío se hizo más visible. Entrevistamos a padres que  reconocieron y aceptaron que sus hijos eran de otra orientación sexual; los acompañamos en sus distintas manifestaciones, como cuando participaron, con kipot arco iris, en la marcha gay del Zócalo y durante su campaña “Yo Tampoco” lanzada en junio de 2014, que causó impacto en la comunidad.

Hoy Guimel tiene varios grupos activos: El de padres, el de jóvenes menores a 29 años, el de mujeres, el de educación “Jinuj” y obviamente el ejecutivo.

Gracias a Shalom Amigos y Guimel, entendimos que ser LGBT no es una elección personal, sino una orientación que, según cálculos,se manifiesta hasta en 10% de los seres humanos. Estos se descubren de pronto diferentes, rechazados y fuera del “mainstream”.

La elección personal es más bien la que tienen los familiares y amigos de las personas LGBT al aceptar a un ser querido como es y no intentar cambiarlo a como quisieran que fuera.

Guimel explicó que el ser LGBT no define por sí solo a una persona, sino que es una característica más del individuo como por ejemplo ser pelirrojo o güero; ser bondadoso o no serlo. Procurar el pleno desarrollo de todos los individuos sin importar su orientación sexual es responsabilidad de todos y de toda la comunidad a la que pertenecen.

En algunos sectores de la Comunidad, aceptarse y aceptar a un ser querido con orientación sexual “diferente” ha implicado enfrentarse con valor a la mirada circundante,  hiriente de ignorancia y  morbo, que ve en ellos, erróneamente, una amenaza para la familia tradicional.

Siendo la comunidad judía una comunidad tan unida, tan cerrada, tan pequeña y amorosa, es desgarrador el hecho de que algunas personas abandonan a otras  debido a una orientación sexual distinta.

Es aún más doloroso, para los LGBT, llevar una doble vida y traicionar -o callar- sus propios impulsos.

Gracias a Guimel, aprendimos que la historia de la diversidad sexual en nuestra Comunidad no es solo una historia de sufrimiento, sino que existen personas, familias enteras y grupos que aceptan, apoyan y acompañan a las personas LGBT sin hacer diferencia alguna por su orientación sexual.

Es importante que termine el sufrimiento por el que pasan aún muchas personas dentro y fuera de nuestra comunidad, cuyas consecuencias  van desde el destierro hasta el suicidio; y que este sector,que hoy nace como Fundación Guimel, A.C. pueda ser reconocido como una institución oficial dentro de la Comunidad.

Celebremos la constitución oficial del grupo LGBT judío. Celebremos el hecho de tener una presencia formal, un grupo de apoyo, un nicho de identificación para las personas con orientación sexual diferente.

Recordemos que los LGBT judíos son nuestros hermanos, nuestros hijos, nuestros parientes quienes merecen ser cobijados como judíos.

Celebremos el amor dentro de nuestra comunidad; celebremos la igualdad y la aceptación. Aún más ahora, cuando se acerca la festividad de Pésaj, cuando recordamos que fuimos extranjeros en Egipto y en otras latitudes, y que nos hemos enfrentado al rechazo y al ostracismo.

Sea éste uno de los mensajes de Pésaj: en una era donde el Estado de Israel existe y es ejemplo de pluralidad, abramos nuestros corazones para ser más incluyentes, para abrazar a esta minoría, para incluirla dentro de nuestros rezos, de nuestra vida y de nuestra Comunidad.