Yom Haatzmaut

ESTI PELED PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Malka Puterkovsky escribió un libro sobre la Halajá, enseñó Talmud a sus alumnas y fue directora de un seminario religioso de mujeres. Asimismo, recorrió el país dando conferencias a judíos religiosos y seculares sobre temas religiosos sensibles.

Por Benjamín Glatt

Detrás de los logros de la modesta pionera, los éxitos y a veces determinaciones polémicas en el mundo del Talmud y la ley judía, se esconde alguien que simplemente disfruta explorar todo lo que la Torá tiene que ofrecer.

“Me encanta el estudio,” dice la madre de cinco hijos y 51 años de edad en una entrevista reciente. “Nunca he tenido grandes metas. Antes que nada, deseaba estudiar.”

En reconocimiento a estos esfuerzos, Puterkovsky es uno de los 14 israelíes elegidos este año para encender una antorcha en la ceremonia oficial de celebración del Día del Recuerdo y el comienzo del Día de la Independencia en el Monte Herzl de Jerusalén.

Según el panel de la ceremonia las antorchas, Puterkovsky es “conferencista, maestra y pionera única en el mundo de la Halajá y el Talmud, temas que hasta hace poco estaban reservados a los hombres.

Mientras que ella no niega que su trabajo en el mundo de la religión puede ser clasificado como feminista, Puterkovsky comenta que su fuerza se vincula con una obligación nacionalista más general – que todos los judíos son responsables unos de otros.

En muchas ocasiones, la residente de Tekoa recibe llamadas telefónicas de personas que se han encontrado con la Halajá, un mundo que a veces se desconecta de la realidad, según su opinión.

Puterkovsky pone como ejemplo a la juventud religiosa que confía sus deseos homosexuales a sus líderes espirituales. La solución de los rabinos dice, es enviar a estos chicos a una “terapia de conversión – casarse para que todo esté en orden.”

“Ese tipo de respuesta carece de integridad intelectual y no se relaciona con la Halajá”, dice ella. “Lo que realmente duele es que los rabinos aquí dicen que ellos eligieron ser homosexuales.”

Al ofrecer la ley halájica a los demás, Puterkovsky pretende escuchar el problema y ayudar. Pero eso no quiere decir que planea convertir al judaísmo ortodoxo en una religión libre de obligaciones.

Finalmente,” dice Puterkovsky, “temo de dos cosas – D-os y el espejo. Siempre tengo presente el verso: ‘mantengo mis ojos siempre en el Señor [Salmos 16]. ¿Cómo puedo mentirle a D-os y a mí misma? No puedo ser hipócrita.”

Estas cuestiones – junto con muchas otras más controvertidas e innovadoras – son objeto de su “obra de arte,” el libro titulado Mehalechet Bedarka, (caminando por su camino – Desafíos de la vida desde una perspectiva moral y halájica), donde se dan a conocer los valores y la valentía de Puterkovsky a la hora de tomar decisiones halájicas que podrían ser poco populares entre los rabinos de esta generación.

Puterkovsky señala que el éxito que el público le adjudica se debe a su educación.

Sus padres, sobrevivientes del Holocausto, inculcaron a sus hijos sionismo, amor por la tierra y la gente. Ellos decidieron establecerse en el desierto, para luego trasladarse a Ashdod cuando la ciudad estaba todavía en sus inicios.

Su padre, proveniente de una familia ultra-religiosa de Hungría, fue quien introdujo a la joven Malka al mundo de la Torá. “Gozaba ver su mirada especial y el brillo de sus ojos mientras estudiaba. Estaba tan inmerso en el mundo de la Torá, eso atrapó mi interés.”

Su padre comenzó a enseñarle los fundamentos de la porción semanal de la Torá, con el tiempo, se integró en el mundo del Talmud, que en ese entonces era exclusivo de los hombres.

Cuando Puterkovsky recibió la noticia de que fue seleccionada para encender la antorcha en el Día de la Independencia pensó en sus padres, que habían estado tan conectados a la Torá y a la Tierra de Israel .

“Me dije a mí misma que es triste que no podrán verme encender la antorcha, pero sé que estarán conmigo en espíritu,” dice ella. “Se merecen este honor.”

Cuando su familia se trasladó a Jerusalem, Puterkovsky asistió a una escuela secundaria para niñas religiosas conocida como una de las primeras instituciones en el país que enseñaba el Talmud a las mujeres. Una institució líder en el movimiento feminista del judaísmo ortodoxo.

En el ejercito sirvió como maestra soldada. Posteriormente recibió un título de licenciatura en el Talmud, historia judía y filosofía de la Universidad de Bar-Ilan. En 1988, Puterkovsky regresó a su antigua escuela secundaria como maestra para convertirse en la directora del seminario de mujeres y su programa Halajá, mientras obtenía su título de maestría en el Talmud de la Universidad de Tel Aviv.

Puterkovsky, quien se ilumina cuando habla del mundo de la literatura rabínica, ayudó a fundar el Foro Takana, una organización nacional-religiosa que se dedica al tratamiento del abuso sexual. Es miembro de Mavoy Satum (“Callejón sin Salida”), que ayuda a mujeres cuyos maridos se han negado a concederles un divorcio religioso.

Hoy en día enseña Talmud e imparte conferencias por todo el país tanto a público religioso como secular.

Lo único que espera es que los que vienen a escucharla tengan el deseo de aprender. A cambio, ella hace todo lo posible por aportarles algo nuevo en que pensar. Parte de su filosofía es la diversidad mediante la implementación de distintas técnicas para el estudio del Talmud y la literatura rabínica. Puterkovsky sueña con fundar un kollel diferente a las instituciones académicas del Gran Rabinato.

En lugar de centrarse en una gran variedad de estudios religiosos para recibir la ordenación rabínica, ella prefiere enfocarse en el razonamiento halájico – para entender cómo piensa un juez rabínico. Los estudiantes integrarán estudios de psicología, sociología y economía – entre otros temas de interés relevantes al ámbito de la Halajá.

Puterkovsky busca que los estudiantes de su kollel sean “mensch.” Es decir, “verdaderos hombres de la Torá,” aún tiene un largo camino por recorrer para alcanzar esta meta elevada, pero espera que mientras la nación entera la observa encender la antorcha el Día de la Independencia, el público obtenga un deseo genuino y sincero por la adoración de Dios.

“Esperemos que esta antorcha abra el camino a todo en lo que creemos.”

Fuente: The Jerusalem Post