“Cuando era pequeño Isaac, estuvimos en una ocasión en Disneylandia y él quería que le comprásemos unos muñequitos de Blanca Nieves y los Siete Enanos. Yo me oponía y le decía: ‘¿Para qué los quieres? Los vas a dejar botados por ahí’. Sin embargo él insistió e insistió y volvió a insistir. Al final se los compramos”, recuerda Abraham Ezban, padre del joven cineasta mexicano que, con malabares, arduo trabajo y una voluntad férrea, ha conseguido que una de sus películas, El Incidente, esté en cartelera, mientras la segunda, Los Parecidos, ya triunfó en el Festival Internacional de Cine Fantástico de Cataluña, el más importante del mundo en cuanto al género.

ENRIQUE RIVERA PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO- Tras una corta espera y con mucha suerte tuvimos la oportunidad de conversar con Ezban, un joven sincero y simpático. Sentado en la casa de su abuela, rodeado de fotos familiares, de recuerdos que seguramente entraban y salían de su memoria, Isaac nos comentó aquel capítulo de los muñecos de Blanca Nieves y los Siete Enanos, los cuales cargaba en su cangurera y, a la primera provocación, sacaba para jugar con ellos.

Ese juego era, más bien, un discurso continuo entre los muñecos, que seguramente también le hablaban a él de mil y una cosas. Su abuela materna, según nos confió, influyó en ello, pues gustaba de relatarle cuentos, que posteriormente él recreaba, expandía, enriquecía o acortaba, según fuese el caso.

Esta costumbre lo llevó a ser un reconocido cuenta cuentos, pero como él mismo, señala, ya en la secundaria, optó por dejar esta actividad. Pero, no así su afición literaria, pues se dedicó a escribír dichos cuentos.

Ya en la Universidad Iberoamericana, estudió comunicación con especialidad en Cine y luego prosiguió con dichos estudios en Nueva York. Más adelante, en México, se asoció y estableció una Casa Productora en el giro de comerciales. No obstante, la Fabrica de Sueños, esa industria conocida como la cinematográfica, ha ido ocupando su tiempo, su energía y su imaginación.

No me parece revelar un secreto de Estado si digo que no es fácil hacer cine, pero realizar buenos filmes de ciencia ficción o de suspenso es otra cosa. No obstante, Isaac Ezban lo está haciendo bien y estamos siendo testigos del ascenso al estrellato de este joven talento mexicano.