ISAAC SHAMAH PARA LA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO

A principios de esta semana concluyeron los “Maccabi Games” de Chile, éstos nos dejaron, partidos intensos, competencias a un alto nivel y un medallero Macabeo extenso, donde México se hizo presente de buena manera, ganando 3 oros, 28 medallas totales y siendo quintos en la competencia, pero los juegos de Chile le dieron al mundo judío mucho más que eso, las Macabiadas Panamericanas confirmaron de gran manera la unión del judaísmo.

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Las finales de futbol, basquetbol y otros deportes, sin duda fueron ejes de la competencia, pero el evento que se llevó las Macabiadas y marcó a atletas, directivos y entrenadores fue el Kabalat Shabat que organizó la federación chilena, el rezo previo fue en la sinagoga Maguen David y la cena en el Estadios Israelita Maccabi. La cena de Shabat es una de las tradiciones más lindas en todo el judaísmo, en ese momento la familia se une el viernes por la noche y bendice su comida, además de platicar de lo que hicieron en la semana.

En esta ocasión más de 3000 atletas, 1000 voluntarios, entrenadores, directivos y hasta amigos de 20 países distintos, se sentaron el primero de enero en la noche a cenar y convivir, a reír, a conocer culturas de personas de países  totalmente diferentes, que al final parecen muy similares por el hecho de estar unidos por esa religión que en representación no parece tan grande, pero en tradición, cultura, historia e identidad es más que enorme. En esa cena de Shabat el judaísmo forjó amistades y relaciones que jamás se olvidan.

La competitividad de los atletas es lo más importante en todas las competencias deportivas, salvo las Macabidas, en los Juegos Macabeos el factor de unión que da el judaísmo separa a esta competencia de las demás y en julio de 2017 el efecto que tuvieron estas Macabiadas Panamericanas se verá multiplicado, porque la vigésima Macabiada mundial nos esperará en Israel.