Una propuesta contra quienes boicotean a Israel: boicotearlos económicamente.

AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICOAdina Cimet nació en la Ciudad de México, en 1951, en una familia con raíces polacas. Su padre Ruben Cimet (1923-2008), fue un conocido escultor, arquitecto y profesor de arquitectura en la UNAM; su madre Shoshana Ralsky Tartac (nacido en Kaunas, Lituania) es sobreviviente del Holocausto, y fue liberada en Bergen Belsen; es profesora de sociología de la Universidad Nacional de México, y autora de libros sobre el sistema político mexicano.

Cimet es miembro de los consejos asesores en el Programa de Estudios Judaicos de la Universidad de Drexel en Filadelfia. Ha publicado su trabajo en inglés, español y hebreo, dado conferencias y dirigido seminarios en varios países.

Es autora de un proyecto educativo para la cultura iddish, y ex directora del sitio web “Cuando estas calles escucharon el iddish”, ambos patrocinados por el Instituto IWO para la Investigación judía en Nueva York. El proyecto, concebido originalmente para la juventud judía, pero más tarde ampliado para ser ofrecido a la juventud de Norteamérica y otros lugares, se centra en la cultura iddish en Europa del Este. El proyecto fue probado e implementado en 18 escuelas piloto, 15 en los EE.UU., dos en Israel y una en la Ciudad de México.

Indignada porque Columbia, su Alma Mater, apoya el BDS, Cimet escribió la siguiente carta al Presidente de dicha institución.

“Sr Presidente de la Universidad de Columbia, Lee Bollinger

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Facultad y Administración

Mi nombre es Adina Cimet, poseo un PHD de su departamento de Sociología. Soy originaria de la Ciudad de México donde obtuve mi Licenciatura. Estudié en la Escuela de Economía de Londres antes de llegar a Nueva York.

Por mi trabajo profesional, he enseñado y seminarios en muchas universidades y en el extranjero; y publicado trabajos académicos a través de una variedad de instituciones.

Columbia es mi Alma Mater, un lugar muy especial para mí y mi marido.

Sin embargo, su adhesión a la lista de los adherentes al BDS es una aberración de gran magnitud. Permitir al movimiento estudiantil ‘Justicia en Palestina’ hostigar abiertamente a estudiantes judíos y trasladar sus argumentos desde los confines de una aula al espacio público de la Universidad, me parece una extraña asignación.

Siendo que las autoridades deben ser supuestamente buenos pensadores, su postura es atroz.

¿Qué pasa con la conciencia necesaria que requieren no estar del lado de las fuerzas de la destrucción y el odio genérico? Usted está tolerando estos pensamientos en lugar de rechazarlos.

Esto no es un ejercicio de kinder, y estos estudiantes no están ‘jugando’ a ser adultos. Ustedes han abreviado su responsabilidad como educadores. Su decisión de permitir que esto (el BDS en el campus) se lleve a cabo es terrible.

Tal vez el hecho no debería de sorprenderme: en Alemania, durante los 30’s, las mentes más grandes de los académicos del mundo, filósofos, médicos, arquitectos, artistas y otros siguieron el mismo camino.

Qué pena que no hay lecciones aprendidas.
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Una universidad es un espacio de libertad de expresión y pensamiento, pero también es un espacio privado donde se debe fomentar el “buen pensamiento”. ¿Acaso ustedes apoyan la libertad de expresión sin hacer un análisis profundo y, a continuación, respaldan un solo lado? No todas las ideas sesgadas deben ser protegidos bajo el paraguas de la “libertad de expresión” en una universidad

Ciertamente- como en todo dominio privado- el relato de la destrucción, el odio, y, sobre todo, la mentira, no deben permitirse. ¿Acaso su brújula ha perdido la orientación en la jungla de las ideas?

Apoyar o permitir el movimiento anti-judío y anti-israelí BDS es pasar por alto el análisis de la compleja realidad política del Oriente Medio y, en lugar de centrarse en los errores o las políticas específicas que necesita el cambio – en caso de todos los jugadores involucrados- se centra sólo en fallas reales o inventadas de un solo protagonista: Israel. Esto es desastroso. BDS magnifica asuntos académicos, artistas, intelectuales e intenta castigar a cualquiera con vínculos con Israel o el judaísmo.

Por qué no protesta usted en relación con:

a. ¿Abuso de género /cuestiones de la mujer en las sociedades árabes y musulmanes en la religión estructurada?

b. ¿Cómo se explica su silencio sobre asuntos relacionados a la persecución de los gays – haciendo caso omiso de la falta de libertad sexual en las sociedades árabes?

c. ¿Cómo es que usted no ha reconocido y protestado contra, la educación centrada en el odio a israelíes a judíos? ¿Po qué en los libros de texto en Palestina no existe fórmula para la futura construcción de la paz?

d. ¿Por qué no protesta contra los negadores del Holocausto?

e. ¿Cómo es que una institución académica elige callar y no protesta contra la destrucción de los tesoros arqueológicos históricos y otros patrimonio de la humanidad a manos de extremistas? ¿Por qué los llamados estudiantes políticamente muy conscientes no están ni remotamente indignados por lo llevado a cabo por sus hermanos?

Los líderes musulmanes visitaron Italia recientemente y solicitaron que un arte sublime sea cubierto para su confort; en vez de cubrir sus propios ojos (un gesto que muestra lo que ya hacen intelectualmente) – el gobierno accedió, como ustedes lo están haciendo, cubriendo ojos y oídos a las narrativas de la distorsión, el odio y los giros políticos.

Si esto no se revierte, mi marido y yo no sólo ya no daremos un dólar más a la Universidad, sino que nos esforzaremos para que nadie que conozcamos se sienta cómodo haciéndolo. Si ustedes son parte de la lista Ivy League de las universidades más exclusivas, sepárense de esa ‘otra lista’ de las 150 universidades abusivas que miran hacia otro lado y autorizan la actividad del BDS, quizás para recibir petrodólares de fuentes cuestionables.

Sinceramente,

Adina Cimet”