La actriz ganadora del Oscar se deshizo en elogios para los artistas israelíes y dijo que se oponía a los esfuerzos de grupos propalestinos de boicotearlos y la decisión de algunos artistas internacionales de evitar Israel.

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“Pienso que el arte es una forma increíblemente importante de comunicación”, expresó Mirren en un evento de prensa en Jerusalén. “Los artistas del país son la gente con la que uno debe comunicarse y relacionarse y de quien uno debe aprender y basarse. Así que absolutamente no creo en el boicot, y aquí estoy”.

Mirren, de 70 años, es una de los pocas actrices que han ganado la llamada Triple Corona: un Oscar, un Tony y cuatro premios Emmy a lo largo de su carrera. Recibió su Premio de la Academia por su papel de Isabel II en la cinta de 2006 “The Queen” (“La reina”).

Actualmente se encuentra en Israel para fungir como anfitriona del Premio Génesis, el llamado “Nobel judío”, que este año recibe el violinista israelí-estadounidense Itzhak Perlman por sus logros como músico, docente y defensor de discapacitados.

El primer ministro Benjamin Netanyahu  será el encargado de entregar  el premio a Perlman en una ceremonia el jueves por la noche en Jerusalén.

Creado en el 2014, el reconocimiento otorgado en sociedad por la oficina del primer ministro israelí, la Fundación Premio Génesis, que es privada, y la Agencia Judía, un grupo sin ánimo de lucro que tiene vínculos con el gobierno de Israel. Es financiado con una donación de 100 millones de dólares establecida por la fundación.

La actriz, que no es judía, ha visitado Israel en varias ocasiones y ha sido crítica de los activistas pro palestinos que han llamado a un boicot cultural de Israel. El movimiento Boicot, Desinversiones y Sanciones, conocido como BDS, ha contado con el apoyo del líder de Pink Floyd Roger Waters y ha convencido a Elvis Costello, Lauren Hill y otros artistas de que cancelen conciertos en Israel.

Dio vida a una exagente del Mossad en “The Debt” (“Al filo de la mentira”), una versión de una película israelí del mismo nombre. Y en “Woman in Gold” (“La dama de oro”) interpretó a una refugiada judía que luchó por una década con el gobierno de Austria para recuperar una emblemática pintura de Gustav Klimt robada a su familia por los nazis.

Dijo que su fuerte conexión con Israel se remontaba a 1967, cuando trabajó como voluntaria en un kibutz, o una granja comunal, con su novio judío de aquel entonces. Recordó con cariño cómo cosechó uvas y desempeñó labores en la cocina.

“Soy una creyente en Israel. … Pienso que este es un país extraordinario lleno de mucha, mucha gente extraordinaria”, dijo. “Es un accidente afortunado para mí el haber tenido este privilegio”.

Mirren evitó preguntas más políticas, pero dijo que ya emitió su voto a favor de que Gran Bretaña se mantenga en la Unión Europea.

Fuente:diariolibre.com