A pesar de que en Cuba hay apenas mil quinientos judíos, la comunidad trabaja continuamente para fortalecer su identidad y lazos. Su historia se entrelaza con la historia de la isla y su turbulento pasado y presente político, social y cultural.

AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO -La historia de la comunidad judía en Cuba se remonta a la llegada de los españoles, entre quienes llegaron algunos judíos que tenían que esconder su identidad para proteger la vida; sin embargo, muchos de estos perdieron su identidad con el paso del tiempo.

Las estadísticas de época reciente señalan que, en 1924, había 24 mil judíos en la isla, y durante la década de los 30, muchos más migraron a este paraíso tropical. Tan solo en La Habana, en 1959 había 15 mil de ellos, quienes se congregaban alrededor de las cinco sinagogas de la ciudad.

Tras la caída del régimen del dictador Fulgencio Batista, aproximadamente el 95% de los judíos salió del país por temor a las nuevas restricciones religiosas impuestas por el régimen socialista de Fidel Castro y sus aliados. Tal fue el caso de la famosa cantante Olga Guillot, conocida como la Reina del Bolero, quien emigró de Cuba en 1961, y más tarde se asentó en México. Sin embargo, al menos tres judíos prominentes contribuyeron al establecimiento y organización del nuevo gobierno: Fabio Grobart, Manuel Stolik Novigrod y Enrique Oltusk. Además del famoso Ricardo Wolf, un judío alemán que emigró a Cuba para apoyar a Fidel Castro y quien más tarde fue nombrado embajador de Cuba en Israel, posición que tuvo hasta 1973, cuando la isla rompió relaciones con Israel, tras lo cual Wolf decidió no volver a Cuba. Más tarde, en 1976, Wolf fundó la organización israelí que lleva su nombre y que otorga el Premio Wolf, un estímulo al desarrollo de las artes y las ciencias que dota con cien mil dólares a científicos y artistas excepcionales de todo el mundo.

Actualmente se calcula que hay unos mil quinientos judíos en la isla, la mayoría de ellos en la capital, La Habana. En 2006, esta pequeña comunidad celebró su primer centenario de existencia.

Como en muchos otros lugares del mundo, los judíos de Cuba se han asimilado a la cultura que los alberga, pero aún quedan quienes mantienen vivas las tradiciones religiosas y culturales, al tiempo que enriquecen la vida nacional con sus aportaciones en muchos otros campos.

En entrevista con Enlace Judío, Jorge Abigantud, miembro de la comunidad judía de Cuba, habla sobre sus experiencias como judío cubano, los lazos de amistad entre México y Cuba, y lo que significa ser judío en un país socialista que sufre un bloqueo comercial.

“La vida de un judío en Cuba es igual a la de un cubano simple y común, tiene los mismos derechos y tiene que cumplir los mismos deberes. Los judíos”, dice, “son personas maravillosas, que tienen su propia identidad, la explican con amor. En los últimos años Raúl Castro ha estado presente en primera fila en los dos eventos  de la comunidad, con mucho respeto”.