EMANUELE OTTOLENGHI

Israel necesita a todos los amigos que pueda obtener para combatir la deslegitimación en los foros internacionales. Paraguay es uno de ellos – gracias al liderazgo de su presidente, Horacio Cartes, quien realizó una visita de dos días al estado judío. Desde el año 2013, cuando Cartes asumió el cargo, Paraguay ha estado asumiendo una posición menos sesgada hacia Israel en los organismos internacionales, y por eso merece reconocimiento. Eso sin embargo no debe llegar al precio de ignorar la actitud permisiva del país hacia Hezbolá.
Paraguay, el hogar de una gran diáspora libanesa chií, sigue siendo un refugio para las finanzas ilícitas de Hezbolá y un centro importante de su actividad económica.

La región de la triple frontera, donde Argentina, Brasil y Paraguay se encuentran ha sido tradicionalmente centro de actividades de Hezbolá en Latinoamérica. Pero en los últimos años las actividades del grupo se han extendido a prácticamente la extensión entera de la frontera entre Paraguay y Brasil, una frontera tan ilegal y porosa que es casi inexistente. La frontera entera está llena de contrabando y bienes falsificados.

También está creciendo la cooperación entre grupos terroristas y narcotraficantes, que usan Paraguay como un punto de tránsito para las drogas en camino a los mercados occidentales.
El Departamento del Tesoro ha buscado repetidamente abordar esta amenaza tomando como blanco a los financistas y empresas de Hezbolá en la región, pero cualquier éxito será limitado sin apoyo pleno de las autoridades locales.

La presencia de Hezbolá en Paraguay está bien documentada. El interés estadounidense en la triple frontera comenzó a fines de la década de 1990 y culminó en el año 2006, con el Departamento del Tesoro de Estados Unidos designando a nueve individuos y a dos entidades corporativas: el centro comercial Galeria Pagé y Casa Hamze, un negocio dentro de ella de propiedad de Hamzi Ahmad Barakat, sancionado por Estados Unidos. Galeria Pagé está todavía allí – ha sido renombrada Galeria Uniamerica, aunque los cambistas de divisas callejeros sirviendo a sus negocios todavía visten sus remeras turquesa distintivas. Según funcionarios locales, Mohammad Tarabain Chamas, el gerente sancionado por Estados Unidos del centro, está todavía manejándolo. En cuanto a Barakat, él continuó sus actividades empresarias hasta que fue arrestado en Brasil en el año 2013, no por financiación del terrorismo sino por cargos de fraude. Ese arresto sugiere que la designación terrorista del 2006 lo quitó del sistema financiero estadounidense, pero todavía le permitió continuar operando sus negocios desde Paraguay con impunidad. Hizo falta una serie de crímenes financieros en Brasil para que las autoridades tomen acciones contra él.

Barakat y Tarabain no son los únicos en haber buscado refugio en el ambiente laxo de las áreas fronterizas entre Paraguay y Brasil. El Tesoro ha descripto a Sobhi Mahmoud Fayad como un alto funcionario de Hezbolá en la triple frontera que se desempeñó como un enlace entre la embajada iraní y la “comunidad Hezbolá” allí. Fayad también fue sancionado en el 2006 por participar en actividades financieras que involucran drogas ilícitas y dólares falsos. Pero, una década después, el viene y va libremente entre Paraguay y Líbano.

El Primer Ministro Benjamin Netanyahu debe preguntar a Cartes el motivo por el cual los financistas de Hezbolá operan todavía libremente en Paraguay.

Su parlamento, después de todo, ha aprobado una ley de financiación al terrorismo que da poderes a sus autoridades para perseguir las actividades financieras de Hezbolá en la triple frontera.

El gobierno ahora debe aplicarla, particularmente en virtud de la creciente dependencia de Hezbolá en el comercio en la triple frontera para blanqueo de ingresos de drogas en favor de los narco-traficantes.

Hace menos de dos meses, el barón de las drogas y fugitivo brasileño, Jorge Rafaat Toumani, fue abatido a tiros por un comando en el centro de un violento pueblo fronterizo paraguayo. La batalla a pistolas involucró a docenas de combatientes utilizando armas anti-aviación para asesinar al fugitivo en su coche blindado. El asesinato de Toumani ha sido atribuido a guerras territoriales continuas entre carteles de droga rivales en el oriente de Paraguay. Menos conocido es el hecho que se cree que Toumani ha tenido asociaciones estrechas con miembros locales de la comunidad comerciante libanesa, cuya mezquita en el pueblo brasileño cercano de Ponta Pora es un centro de actividad de Hezbolá y cuyos miembros han establecido vínculos con el régimen iraní.

Para Paraguay, combatir la conexión entre terrorismo y crimen organizado debe ser una cuestión de seguridad nacional. Sus intereses coinciden con el deseo de Israel de ver cortada por completo las finanzas ilícitas de Hezbolá. Pero las actividades de Hezbolá en el país continúan sin obstáculos, gracias en gran medida a la corrupción y connivencia de funcionarios y políticos locales.

Dadas las crecientes perspectivas de un futuro enfrentamiento militar entre Israel y Hezbolá, Jerusalem debe solicitar a Paraguay que sea más proactivo contra las actividades de Hezbolá en su propio patio trasero.

Fuente: The Jerusalem Post- Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México