LEÓN OPALÍN PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

El epicentro de la inestabilidad social que en el presente se registra en el mundo se ubica fundamentalmente en los atentados terroristas de grupos radicales islámicos en Europa, Turquía, Irak, Arabia Saudita, Afganistán, Paquistán, Bangladesh, Israel, en otros países árabes, en EUA en donde se entremezclan con violentas protestas contra el racismo y la Xenofobia.

En este ámbito, Brasil está instrumentando amplias medidas de seguridad debido a que tiene información de inteligencia de que grupos terroristas realizarán atentados en ese país durante los Juegos Olímpicos que se llevarán a cabo en su territorio del 5 al 12 de agosto próximo, de hecho, en la tercera semana de julio la policía brasileña realizó un operativo capturando al menos a 15 personas supuestamente vinculadas al Estado Islámico (EI).

Por otra parte, Irán sigue siendo una amenaza para la paz; no obstante que en julio del año pasado llegó a un acuerdo con las seis potencias: China, EUA, Francia, Inglaterra, Rusia y Alemania para limitar su programa nuclear con el propósito de que se oriente a fines pacíficos y no militares a cambio del levantamiento de las sanciones económicas que le impuso Occidente, sus líderes constantemente hacen alarde de que desarrollarán bombas nucleares que inevitablemente lo conducirán a una guerra contra Israel, Arabia Saudita, EUA, y, en general, con el Occidente. Cabe mencionar que Irán recientemente realizó pruebas de misiles balísticos Shahab 3 (de alcance medio) y Quiam 1 (de alcance corto) que tienen capacidad para portar armas nucleares. El levantamiento de las sanciones a Irán significa el descongelamiento de 100 mil millones de dólares, parte de los cuales están destinados a reanudar el apoyo al gobierno terrorista de Hamas en la Franja de Gaza, que ya está rehabilitando los túneles que le destruyeron las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en la guerra de agosto del 2014 y excavando otros nuevos, a la vez que continúa construyendo misiles para cuando sea la oportunidad propicia para lanzar un nuevo episodio bélico contra Israel.

Irán no ha cesado de proporcionar ayuda financiera y militar al régimen de Bashar Al Assad de Siria, que ha provocado que se prolongue la guerra civil en ese país que se lleva a cabo desde hace más de cuatro años. Igualmente, la frontera norte de Israel sigue como primera línea de guerra de Irán en Siria a través de su aliado, el grupo terrorista Hezbolá, con sede en Líbano, quien dispone de más de 100 mil cohetes y misiles apuntando hacia Israel, la mayoría de corto alcance, empero, que pueden llegar a todas las ciudades desde el norte hasta el sur de su territorio; Hezbolá ha situado sus posiciones de lanzamiento al lado de escuelas, y diferentes instituciones públicas, exponiendo a civiles, al igual que lo hizo Hamas en Gaza en la pasada guerra del verano del 2014.

La asonada militar contra el presidente Recep Tayyip Erdogan, iniciada el viernes 15 de julio pasado, que algunos analistas evalúan como un autogolpe de Estado para consolidar su autoritario poder, ha creado un nuevo foco de tensión en el mundo. Turquía, por su posición estratégica entre Asia y Europa, es pieza clave de la OTAN, Turquía posee el segundo mayor ejército de esta organización, más de 400 mil efectivos de tierra. La base aérea turca de Incirlik se ha convertido en una plataforma importante en los esfuerzos internacionales para frenar la expansión del EI en Siria e Irak, situada en el Sur de Turquía, a 110 km. de la frontera con Siria, EUA mantiene en la base 1,500 soldados, drones y aviones de guerra.

También el territorio turco sirve desde hace más de un lustro de retaguardia al frente rebelde suní que combate contra Bashar Al Assad. A la vez, por su posición geográfica, ha sido capaz de regular el flujo de refugiados de Siria hacia Europa y acoger a casi tres millones de refugiados de esa nación.
Después del golpe de Estado, el gobierno de Erdogan ha iniciado una “purga” que ya afecta a más de 60 mil personas y prepara medidas extraordinarias, que incluso consideran el restablecimiento de la pena de muerte, para controlar la situación. El contragolpe del presidente turco le aleja de Europa, la OTAN y EUA.  Turquía se convierte en “terreno minado”.

En este contexto Rusia, en sus afanes expansionistas, se anexó en el 2014 a Crimea, en el este de Europa, que estaba unida a Ucrania, donde casi el 60.0% de sus habitantes son rusos y se encuentra el 70.0% de la infraestructura de la flota del mar ruso (Sebastopol). Asimismo, ha alentado a las comunidades rusófilas de la zona Sur Oriental de Ucrania para que se independicen de esta nación, lo que ha provocado una guerra civil. Rusia también provee de armamento y ayuda económica a Bashar al Assad en Siria, donde tiene una base Naval, Tartar.

En otra región del mundo, en el Mar del Sur de China, aguas ricas en recursos minerales y pesqueros, existen conflictos entre China que reclama el 90.0% de esa superficie y Taiwán, Malasia, Vietnam, Brunei y Filipinas, que también reclaman su soberanía. En este sentido, el pasado 12 de julio la Corte Permanente de Arbitraje, que tiene su sede en la Haya, Holanda, dio la razón a Filipinas en el litigio que ha mantenido con Pekín. La Corte ha consignado que China ha violado los derechos de Filipinas al tratar de explotar los recursos de unas aguas que no son suyas y ha dañado gravemente la naturaleza de la zona al ampliar artificialmente varios islotes y ha realizado agresivas maniobras ante embarcaciones filipinas. Las disputas han acrecentado las tensiones en una zona vital para el comercio mundial, por sus rutas marítimas pasa cada año un tercio de este último. Estas aguas son además, escenario de la creciente rivalidad entre China y EUA en Asia del Pacífico.

Cabe destacar que el gobierno de China siempre ha negado someter este tipo de disputas a los organismos internacionales correspondientes y mantiene una “agresiva política de ocupación y fortificación de los arrecifes del Mar del Sur de China, vertiendo miles de metros cúbicos de roca y hormigón sobre ellos para convertirlos en islas artificiales, construir en ellas bases militares, así, no solo se trata de una disputa regional, sino de un conflicto que puede tener consecuencias globales”.

Otro riesgo bélico latente está en Asia Oriental, en Corea del Norte, situada al este de China, entre el mar de Japón y el mar amarillo, donde se han llevado a cabo desde el 2006 varias explosiones nucleares subterráneas y ensayos balísticos, y en general, implementa un programa de desarrollo de armas de destrucción masiva, que ha puesto a temblar al mundo. El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó en marzo de 2016 “las sanciones más severas” a ese país para evitar que siga adelante con su programa nuclear.

El entorno global se ha enturbiado más ante la posibilidad de que Donald Trump, candidato oficial del partido Republicano a la presidencia de EUA, un nefasto personaje que ha incitado al odio racial, particularmente contra los mexicanos y musulmanes, logre llegar a la Casa Blanca. Asimismo, es preciso tener presente que en el ámbito económico persisten las secuelas de la crisis financiera mundial 2008-2009, agravado por el Brexit; el deterioro de los balances del sistema financiero de Italia y la posibilidad de que en China se rompa “la burbuja” inmobiliaria que registra y sus bancos puedan quebrar.

También habrá que considerar que el desplome de las cotizaciones internacionales de las materias primas ha significado un freno para el avance de las economías en desarrollo, como Argentina, Brasil, Venezuela y México y un riesgo de que incumplan el pago del servicio de sus pasivos internacionales. En Brasil se experimenta adicionalmente una crisis política sin precedentes y Venezuela vive una crisis humanitaria que la ha sumido al borde del colapso. La recesión ya se vive en Brasil y Rusia y está tocando las puertas para que se presente a nivel mundial en el 2017 o en el 2018.