Hace unas semanas la Knesset decidió una vez más dar vueltas al asunto del reconocimiento de Israel del Genocidio Armenio, la votación de una resolución sobre el tema fue desestimada y enviada a la Comisión de Educación, donde a estas alturas ya se ha perdido en medio de la interminable burocracia israelí.

¿Por qué Israel, un país que año tras año conmemora el Holocausto da vueltas a un asunto tan importante como este?

SARONA PARA ENLACE JUDÍO

A pesar de lo que algunas personas puedan pensar, esto no se trata de una negación social o política del genocidio por parte de Israel. Como muchas cosas en este mundo la política tiene todo que ver.

Durante gran parte de su historia (excepto durante el período de 2010 a 2016) Israel ha mantenido buenas relaciones con la República de Turquía, el Estado sucesor del Imperio Otomano, responsable del genocidio contra los armenios. Turquía ha negado siempre que los eventos ocurridos entre 1915 y 1923 fuesen un genocidio y recurre a grandes presiones internacionales contra cualquier país que tenga la “osadía” de reconocer los eventos como un genocidio, países como Francia, Alemania y muchos otros han sido amenazados por Turquía con cortar las relaciones diplomáticas o comerciales. Para esos países estas no son más que amenazas vagas que en general no llegan a materializarse y ni llegan más allá de unas cuantas protestas turcas, pero el caso de Israel es diferente.

Turquía es uno de los pocos países del Medio Oriente con los que Israel mantiene (a pesar de la reciente crisis) buenas relaciones diplomáticas, muchos en el gobierno temen que de reconocerse, Turquía actuaría más duramente con Israel que con el resto de los países occidentales, un riesgo que algunos prefieren no correr.

También está Azerbaiyán, el acérrimo enemigo de Armenia contra el que peleó en la Guerra de Nagorno-Karabakh y a quien Israel ayudó militarmente y mantiene buenas relaciones diplomáticas hasta el día de hoy.

Ambos países suponen la esencia de la problemática del reconocimiento, es por ello que Israel prefiere mantener una actitud ambigua con respecto a este tema.

A pesar de esto, no son pocas la figuras políticas israelíes que se han proclamado a favor del reconocimiento del genocidio, entre ellas Yossi Sarid, Zehava Gal-On, el rabino Yona Metzger, Gilad Erdan, el actual presidente de Israel, Reuven Rivlin y ¿por qué no? la gran mayoría de los israelíes, es casi seguro que si se le pregunta al israelí promedio si ocurrió el Genocidio Armenio dirá que sí.

Al final de cuentas todo se reduce a la real politik que desafortunadamente influye de manera muy negativa y significativa a esta cuestión en específico.

Tarde o temprano Israel reconocerá formalmente el genocidio armenio, es algo que inevitablemente ocurrirá, pero no estaría de menos añadir un poco más de presión al gobierno sobre un tema al que se le ha dado demasiados rodeos y que debe ser reconocido a pesar de las amenazas turcas.

Después de todo, tal y como lo dijo David Ben Gurión, Israel debe ser una luz para las naciones ¿por qué atenuarla no reconociendo la tragedia de los armenios?