Graham Allison/ ENLACE JUDÍO MÉXICO –La insistencia en la “destrucción” de ISIS se ha convertido en una pieza clave para Estados Unidos y su proyecto de lucha contra el terrorismo. Pocos se detienen a considerar el mérito de esta estrategia. Pero la nación con posiblemente más experiencia y éxito en la lucha contra el terrorismo ha considerado esta estrategia y la ha encontrado deficiente.

Los israelíes viven mucho más cerca de ISIS que los estadounidenses. ISIS se ha comprometido a conquistar al Estado Judío e incorporarlo al núcleo de su califato. Sin embargo, sorprendentemente, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han rechazado la opción de luchar directamente contra ISIS.

En cambio, ante esa amenaza que podría significar la muerte de cientos de israelíes, han adoptado una estrategia que Estados Unidos ni siquiera considera. Una estrategia tomada directamente del manual que Estados Unidos utilizó para derrotar a los soviéticos en la Guerra Fría.

Israel está impidiendo ataques de ISIS a través de una estrategia de paciente y vigilante disuasión. Obviamente, Estados Unidos no puede simplemente adoptar el enfoque israelí, ya que operan en un entorno de seguridad diferente que el estado judío, que se enfrenta a una multiplicidad de amenazas terroristas en sus fronteras. Sin embargo Estados Unidos tiene importantes lecciones que puede aprender para mejorar su seguridad.

El enfoque de Israel con ISIS es sencillo. Israel busca persuadir a ISIS de no atacar, porque si lo hiciera, Israel respondería de una manera que causaría un daño muy superior a cualquier ganancia probable. Como se vió durante la Guerra Fría, hacer esto en la práctica es demandante. Para ser eficaz, el efecto disuasorio necesita tener las 3C: Claridad, Capacidad y Credibilidad. En concreto, esto significa claridad sobre la línea roja que no se puede cruzar, comunicada en un lenguaje comprensible para el adversario; la capacidad de imponer costos que superan con creces los beneficios; y la credibilidad de la voluntad de hacerlo. Los fracasos se producen cuando el disuasor se queda corto en cualquiera de las tres Cs. Por lo tanto, si dibujo una línea roja, y la otra parte la cruza, a esto tiene que corresponder la pena decisiva anunciada. Cualquier excusa que hubiera para no ejecutar la amenaza, los adversarios pensarán que nuestras amenazas son menos creíbles en el futuro.

La mayoría de los miembros de la comunidad política de EE.UU. descarta la posibilidad de que terroristas tan salvajes como ISIS puedan ser disuadidos y se considera como una idea tonta o peligrosamente ingenua. Algunos afirman que los terroristas sólo quieren matar. Otros argumentan que son irracionales

Los estrategas israelíes se cuestionan estas premisas y luchan con soluciones incómodas. Han llegado a la conclusión de que, aunque imperfecta, la disuasión es la mejor opción. De hecho, las FDI creen que están disuadiendo con éxito a adversarios en todas sus fronteras: estados (Irán, Líbano y Siria), grupos (ISIS, Jihad Islámica y Al Qaeda) y subestados (Hezbolá y Hamás). Los estrategas israelíes rechazan la opinión generalizada en Washington de que ISIS es una siniestra amenaza a “todo el mundo civilizado.”

Fuente: The National Interest