BENJAMIN GLATT
Los Tratados de la Primera Guerra Mundial forman la base jurídica para la tierra que Israel ganó en guerra de 1967

SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Sólo tres años después que el británico Lord Balfour declarara el deseo de establecer un hogar nacional judío en Palestina, el Tratado de Sèvres ya puede haber sido parte de un proceso legal que hizo un estado judío en Palestina de facto, administrado por los británicos.

Dos años después de concluir la Primera Guerra Mundial, las potencias aliadas comenzaron a particionar las tierras del derrotado Imperio Otomano.

El tratado, basado en el Acuerdo Sykes-Picot de 1917 y la Conferencia de San Remo de 1920, entregó al mandato británico el territorio clasificado como “Palestina”. El Tratado de Sèvres se firmó el 10 de agosto de 1920, pero nunca fue ratificado por Turquía. No fue hasta después de la Guerra de Independencia Turca en 1922 que los turcos ratificaron el Tratado de Lausana en 1923, que incorpora varios de los principales acuerdos alcanzados en Sèvres.

De acuerdo con el artículo 95 del Tratado de Sèvres, se encargó a los británicos llevar a cabo la promesa que hicieron al pueblo judío de concederles un “hogar nacional” en Palestina: “El Mandatario será el encargado de poner en práctica la declaración originalmente presentada el 2 de noviembre de 1917, por el Gobierno británico, y adoptada por las otras potencias aliadas, a favor del establecimiento en Palestina de un hogar nacional para el pueblo judío”.

Lo que el establecimiento de un hogar nacional significaba no estaba claro todavía, y si bien se hicieron mejoras drásticas en el territorio de Palestina, localmente, los británicos gobernaron como colonialistas, preparando gran hostilidad con las poblaciones nativas, y estableciendo políticas para limitar estrictamente la compra de tierras y la inmigración judía.

29 de noviembre de 1947 - La Asamblea General de la ONU adopta la resolución 181 sobre la división de Palestina, en la época del Mandato Británico, y para la creación de dos Estados, uno judío y otro árabe, con Jerusalem con estatus internacional. Resolução
29 de noviembre de 1947 – La Asamblea General de la ONU adopta la resolución 181 sobre la división de Palestina, en la época del Mandato Británico, y para la creación de dos Estados, uno judío y otro árabe, con Jerusalem con estatus internacional. Resolução

En “Fundamentos jurídicos y fronteras de Israel bajo el Derecho Internacional”, el abogado residente en Jerusalem Howard Pena escribió que en el momento en que el Tratado de Lausana – basado en el Tratado de Sevres – fue ratificado, entró en existencia un estado judío.

“Palestina fue reconocida como estado bajo el Tratado de Lausana, y puesto que Palestina era sinónimo del hogar nacional judío en la Declaración Balfour y el Mandato para Palestina … entonces lógicamente Palestina ya era un estado judío en el sentido jurídico del término durante todo el período del Mandato, bajo administración británica, incluso antes de que el estado se volviera independiente el 15 de mayo de 1948”.

De acuerdo con la teoría del derecho de Pena, a través de las diferentes conferencias y tratados de San Remo a Sèvres y Lausana, Israel tiene el derecho de mantener todas las tierras que ganó en la Guerra de los Seis Días, y el mundo no puede acusarlo de constituir un “ocupante” en esas tierras.

“Por lo tanto hoy todo el debate que se centra en la cuestión de si Israel debe devolver territorios ocupados” a sus supuestos dueños árabes con el fin de obtener la paz es una de las mayores mentiras de la ley internacional y la diplomacia”, escribió.

Fuente: The Jerusalem Post – Traducción: Silvia Schnessel – © EnlaceJudíoMéxico