Cerca de 20 tanques del Ejército turco han cruzado la frontera siria para atacar posiciones del Estado Islámico y de las milicias kurdas que combaten contra los yihadistas en la ciudad de Yarábulus, en el norte de Siria. Los tanques entraron en territorio sirio donde ya combaten desde primeras horas de la madrugada fuerzas especiales del Ejército turco, conocidas como “boinas burdeos”.

AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – El objetivo de la operación es “proteger la unidad territorial de Siria, en palabras del presidente turco Recep Tayyip Erdogan, quien ha añadido que la ofensiva se dirige “contra organizaciones terroristas en Siria como el Estado Islámico y el PYD”, en referencia al Partido de la Unión Democrática, la rama siria del PKK y estructura política de las milicias kurdosirias YPG, que reciben armamento y entrenamiento de Estados Unidos.

Según fuentes militares citadas por Anatolia, el Ejército turco ha atacado un total de 81 objetivos en el norte de Siria en el marco de la operación. En concreto, la Fuerza Aérea ha golpeado directamente once de los doce objetivos en Yarábulus, Alepo y la localidad cercana de Kaklijah. Las fuentes han explicado que la operación, bautizada ‘Escudo del Eufrates’, busca limpiar la zona fronteriza de Turquía “de gupos terroristas (término que incluye a los kurdos)”, reforzar la seguridad en la frontera y apoyar la integridad territorial de Siria.

Las reacciones de los kurdos y del Gobierno de Damasco no se han hecho esperar. Los kurdos sirios, que denuncian la muerte de 29 personas en los ataques del Ejército turco, advierten que “Turquía ha luchado en Siria mediante grupos como el ISIS, el frente Al Nusra (filial de Al Qaeda en Siria) o la brigada Sultan Murad, pero su injerencia directa en Siria le costará mucho”, en palabras del el copresidente del PYD, Saleh Muslim. Mientras, Damasco califica de “violación flagrante de su soberanía” la ofensiva. “La lucha contra el terrorismo no consiste en la expulsión del ISIS y su sustitución por otros grupos terroristas apoyados por Turquía”, ha declarado una fuente del ministerio de Exteriores, citada por la agencia oficial SANA

Turquía ataca al ISIS… y al peor enemigo del Estado Islámico

Este martes, la artillería turca lanzó al menos 40 proyectiles contra posiciones del Estado Islámico en la zona de Yarábulus. Pero también atacó posiciones de milicianos kurdos de las Unidades de Protección del Pueblo (YPG), que lideran las Fuerzas Democráticas Sirias -apoyadas por EEUU – y han logrado sustanciosos avances contra el ISIS. Ankara ha advertido en numerosas ocasiones que no permitirá en ningún caso que las fuerzas kurdas se hagan con el control de la zona fronteriza que ahora domina el grupo Estado Islámico.

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El mejor aliado de Washington en la guerra ya fue atacado la semana pasada por aviones del régimen sirio en Hasaka, al norte del país, precisamente cuando asesores militares de EEUU se encontraban “cerca” de las YPG, según fuentes estadounidenses citadas por la cadena CNN. Washington mantiene alrededor de 300 efectivos de las fuerzas especiales operando en Siria. En mayo, miembros de esas fuerzas especiales fueron fotografiados junto a milicianos de las YPG.

Las YPG juegan un papel trascendental en la estrategia de EEUU para combatir al Estado Islámico en Siria. Recientemente expulsaron a los yihadistas de Manbij. Durante los cinco años de guerra, el Gobierno sirio siempre ha evitado golpear a los kurdos, que han establecido un área bajo su control en el norte del país. Una guerra abierta entre las fuerzas de Bashar al Asad y los kurdos apoyados por Washington socavacaría los esfuerzos de EEUU contra el Estado Islámico o forzaría a los estadounidenses a entrar en conflicto directo con la fuerza aérea siria. Algo que nadie desea. Tal vez por ello las fuerzas kurdas y el régimen sirio alcanzaron un alto el fuego este martes tras cinco días de combates en Hasaka.

Los progresos de la alianza kurda inquietan a Ankara, que teme que las YPG puedan controlar toda la franja fronteriza e impulsar a la guerrilla del PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán), contra quienes combaten en el sureste. La operación en Yarábulus pretende neutralizar las ambiciones kurdas para impedir que lleguen a un pueblo que está a menos de 200 metros de Turquía. Y éste es precisamente el último municipio fronterizo en los dominios de Daesh y que durante años, como comprobó El Confidencial, ha sido una de sus principales vías de abastecimiento.

Fuente: El Confidencial