El 19 de agosto, en el Instituto Mora (integrante del Sistema de Centros CONACYT), varias personalidades hicieron el recuento de la participación de México en la Cumbre Mundial Humanitaria, celebrada en Estambul: entre ellos, desde laComunidad Judía de México, el profesor Benjamín Laniado, fundador y presidente del Comité de Ayuda a Desastres y Emergencias Nacionales (CADENA); pero también Juan Pablo O’Farrill, representante de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH) de México; Corin Morcom, encargada de la Conexión de Negocios de la Asamblea de las Naciones Unidas; y Simone Lucatello, del Instituto Mora.

ELENA BIALOSTOCKY PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO -La Cumbre Humanitaria Mundial se celebró en Estambul los días 23 y 24 de mayo de 2016. En la Cumbre, los líderes mundiales comentaron y se comprometieron a cumplir con sus responsabilidades con la población mundial, impulsando la Agenda para la Humanidad del Secretario General de la ONU, que traza un rumbo para el cambio.

“En 2016, el reto al que nos enfrentamos es aprovechar este impulso y aplicar medidas para garantizar que nadie se quede atrás”. En la Cumbre Humanitaria Mundial, el Secretario General pidió a los líderes mundiales y locales que se comprometan a emprender acciones colectivas y a cumplir la Agenda para la Humanidad.

Ban Ki moon ha pedido a los líderes mundiales de todos los sectores del gobierno y la sociedad que asuman cinco responsabilidades fundamentales:

1. Prevenir los conflictos y ponerles fin

2. Respetar las normas de la guerra

3. No dejar a nadie atrás

4. Trabajar de manera diferente para poner fin a las necesidades

5. Invertir en la Humanidad

Al tomar la palabra, Corin Morcom dijo: “Para mí, el contactarnos entre los gobiernos y el sector privado relacionando lo que hicimos durante la Cumbre Humanitaria fue el compromiso que aprobamos llevar a cabo. Es similar a otras consultas que hemos hecho, como la de Perú para la Región Latinoamericana, en la que el sector privado, la ONU, el gobierno y la sociedad civil llegaron a resoluciones comunes con diferentes países alrededor del mundo en lo relacionado con las acciones humanitarias, cuando sucede una emergencia o en una crisis”.

El Sr. Locatello comentó acerca del papel de la academia que estuvo presente en la Cumbre: “Yo era el único académico de Latinoamérica, eso nos dice cuánto es el interés de las academias de involucrarse en la ayuda humanitaria. La agenda está muy fragmentada en lo que se refiere a nuestra zona”.

Estas son las palabras de Benjamín Laniado:

“Yo me dirijo a este auditorio con la esperanza de capitalizar todos los esfuerzos que se hicieron en la Cumbre de Estambul. Estuvimos involucrados en la cumbre con el grupo CADENA, desde las consultas nacionales y regionales en México, Guatemala, Ginebra.

A mí, se me hizo muy emotivo llegar a Estambul. Vi mucha sintonía de algunos de los sectores, como el sector privado, el sector social, las religiones, la ciencia y los gobiernos.

A través de Grupo Cadena estuvimos en varios de los foros, inclusive nos tocó ser oradores en el tema Ecuménico. Tenemos la esperanza de que después de esta Primera Cumbre Humanitaria, haya muchas y se vean y midan los resultados para poder tener una ruta clara de lo que hay que lograr, no nada más filosofar, sino pasar de la filosofía a la plomería. Cómo llegar a esto, cómo hacerlo realidad para que nadie se sienta atrás.

“Escuché de Gran Bretaña una frase que dice “No hay paz sin desarrollo, porque no hay desarrollo sin paz”. Tenemos que ir de la mano construyendo paz entre los pueblos, entre las misma etnias a través del desarrollo. El Gobierno de Dinamarca dijo que hay que dejar atrás la compartimentación para construir sinergías, que es la idea de que o uno más uno es más que dos”.

“El gobierno de Somalia dijo que es momento de que esas grandes abejas polinicen todo el jardín, no sólo una parte. Hay recursos en muchas partes del mundo, en empresas, gobiernos que se han dedicado a polinizar, a repartir beneficios a ciertos sectores, y parte del jardín lo hemos dejado olvidado.

Algo que es muy conocido, y lo enfatizó Estados Unidos, es aumentar nuestros recursos en la prevención, la construcción de resiliencia. Tenemos que comunicarnos en cómo alertar, cómo comunicarnos con la población en forma masiva, hay que usar la tecnología existente para crear un vínculo de comunicación masiva con la población mundial.

El gobierno de Mali decía cómo pasar del compromiso a la acción y rendición de cuentas. Muchos de los recursos se van a otros intereses con la fachada de ayuda humanitaria. Lo hemos visto en los medios, tenemos que puntualizar que no vuelva a pasar. Porque le pierdes la credibilidad a la acción humanitaria. Uno de los rubros más importantes que escuché, con el que me identifico más es la juventud.

Se habló mucho de la juventud. Es un compromiso de todos los sectores y segmentos nuestro compromiso de reclutar a la juventud de los quince a los veintitres años, cautivarlos para que sean accionistas humanitarios. Es un reto para construir un mundo mejor, sin forzar nuestros ideales. Todos los movimientos juveniles toman un papel muy importante en la ayuda humanitaria.

Me gustó mucho ver el foro humanitario ecuménico, líderes religiosos sentados en una sola mesa, es digno de celebrar y repetir. Temas como la ecología, la tolerancia, la lucha contra el fanatismo. No hablamos de religión, sino cómo usar la religión para ayudar.

Lo primero que hace esta cumbre es construir esa mesa: los temas son variados, algunos se van a lograr a corto plazo y otros a largo plazo, otros no se van a lograr, pero no importa, lo que importa es que ya se logró la unión de esa mesa con intereses en común.

La acción humanitaria que viene del sector privado no debe de ser siempre filantropía, se vale el “ganar y ganar”. Cuando el sector privado se une a la ayuda muchas veces va a ganar y otra va a donar su ayuda, todo esto dependerá del tamaño de la empresa o su fuerza económica.

La palabra más importante que escuché durante la Cumbre es “JUNTOS”; es algo que todos tenemos que entender, convivir y compartir.

Hay muchas comunidades todavía apartadas de los beneficios, progreso, educación. Es un reto a nivel mundial. El cambio climático es otro reto muy importante, ya estamos sufriendo algunos de sus estragos, tenemos que ponerle atención en el corto plazo.

Los países tienen muchas deudas que pagar a nivel social a gran parte de la población. Hay un futuro muy prometedor en la acción humanitaria, tenemos que poner metas y resultados claros. Estamos hablando de una filosofía conductual, que quiere decir un “llamado a la acción”.

Fue un evento histórico sin precedentes, donde los líderes humanitarios del mundo nos reunimos para hacer acuerdos, compromisos, unir fuerzas, hacer sinergías, tácticas, corregir errores, buscar soluciones reales. El compromiso máximo es que nadie se quede atrás”.

“Compartir humanidad es compartir responsabilidad”.