El Rabino Marcelo Rittner de la Comunidad Bet El envía al pueblo judío de México y del mundo su reflexión y bendición de Rosh Hashaná.

ELENA BIALOSTOCKY PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO — Me da mucho gusto esta oportunidad de estar con ustedes y compartir unos pensamientos, por un lado que estamos a unos días del comienzo de un nuevo año. Esto nos presenta desafíos la posibilidad de vernos hacia adentro.

Encontrar que una cosa es lo que nosotros creemos que vemos, otra cosa es lo que vemos y otra cosa es lo que nos gustaría ser. El pensamiento que podría transmitirles en Rosh Hashaná es la urgencia de vivir. La urgencia de la vida que cada vez es más valiosa y a su vez tiene menos valor. La gente desperdicia su tiempo y posibilidades.

Creo que Rosh Hashaná es una posibilidad de recuperar nuestros valores, recuperarnos a nosotros mismos; entender que se abre una nueva posibilidad y que esa posibilidad represente algo nuevo.

Si Rosh Hashaná es la posibilidad de rever todo lo que somos y lo que hemos hecho. Para volver a hacerlo Rosh Hashaná no tiene ningún valor.

Rosh Hashaná sólo tiene un valor si, después que vimos y pensamos, actuamos de forma diferente de cómo nos hemos conducido anteriormente. Para que sea un nuevo año, lo que debemos hacer nosotros implica hacer nuevos compromisos, asumir aquellas ideas que dejamos guardadas en el almacén de los recuerdos, recobrarlas, retomarlas y hacerlas parte de nuestra vida en este nuevo año.

La bendición que quiero compartir con ustedes es: “Que D-os los bendiga no con lo que ustedes quieran,  sino que D-os los bendiga con lo que ustedes necesitan para que pueda ser la vida aprovechada en su mayor intensidad, para que puedan vivir cada minuto y llenarlo de significado, espiritualidad, Torá, alegrías, Shalom bit (paz en el hogar) y Shalom en el mundo”.

“Jag sameaj, Jatima Tová Umetuká (Felices fiestas, que seas inscrito en el libro de la vida. Una vida dulce). Que haya también dulzura que es algo que falta también en nuestro mundo”.