KHALED ABU TOAMEH

En su discurso de la semana pasada ante la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York, el presidente de la Autoridad Palestina Mahmoud Abbas sacó a relucir sus acusaciones usuales contra Israel, citando el “castigo colectivo”, la “demolición de viviendas,” las “ejecuciones extrajudiciales” y la “limpieza étnica “. Sin embargo, Abbas parece tener otras prioridades en estos días. Actualmente enfrenta nuevos retos de otras partes. Específicamente, de los países árabes que se han unido para exigir una reformar de Fatah y allanar el camino para un nuevo liderazgo palestino.

Sin embargo, esto no fue incluido en el discurso ante la ONU. De hecho, ¿por qué Abbas diría a los líderes mundiales que sus hermanos árabes lo presionan para introducir reformas importantes en Fatah y poner fin a una larga lucha por el poder con Hamás que creó dos entidades palestinas separadas en Cisjordania y la Franja de Gaza?.

Actualmente, Abbas está más preocupado por la “intromisión árabe” en los asuntos internos de los palestinos que por el “castigo colectivo” o las “actividades de asentamiento.” De hecho, está tan preocupado que recientemente fustigó a los países árabes que han lanzado una iniciativa para “re-organizar a los palestinos desde dentro” y provocar cambios en la escena política palestina.

Los países árabes detrás de la iniciativa – Egipto, Arabia Saudita, Jordania y los Emiratos Árabes Unidos – son contemplados por muchos palestinos como el “Cuarteto Árabe”.

En una crítica sin precedentes de estos países, Abbas declaró recientemente:

“La decisión es nuestra, nosotros somos los únicos que tomamos las decisiones. Nadie tiene autoridad sobre nosotros. Nadie puede dictarnos qué hacer. No me importa si Washington, Moscú u otras capitales están en desacuerdo. No quiero oír hablar de estas capitales. No quiero su dinero. Liberémonos de la “influencia” de estas capitales. “

Aunque no mencionó a los cuatro países árabes por su nombre, está claro que Abbas se refería al “Cuarteto Árabe” cuando hablaba de las “capitales” con su influencia y dinero. El mensaje de Abbas es: “¿Cómo cualquier país árabe se atreve a decirme qué hacer, independientemente de cuán rico e influyente sea?” Para Abbas, la demanda de estos países árabes de un nuevo liderazgo palestino, unidad y reformas en Fatah es una “intromisión inaceptable en los asuntos internos de los palestinos”.

Entonces, ¿qué hay en la nueva iniciativa árabe que tanto ha enfurecido a Abbas, hasta el punto de que está dispuesto a poner en riesgo sus relaciones con los cuatro de países más importantes del mundo árabe?

Según los informes de los medios árabes, el “Cuarteto Árabe” ha elaborado un plan para “impulsar el tema de los palestinos”, poniendo fin a la disputa entre Fatah y Hamas. El plan también insta a poner fin al cisma en Fatah, permitiendo el retorno de líderes que han sido expulsados, entre ellos Mohamed Dahlan. En líneas generales, el plan es unir a Cisjordania y la Franja de Gaza bajo una sola autoridad y poner fin a la anarquía política en los territorios controlados por la Autoridad Palestina y Hamas. El “Cuarteto ´Arabe” incluso ha formado un comité para supervisar la implementación de los acuerdos de “reconciliación” entre Fatah y Hamas y entre Abbas y sus adversarios en Fatah. De acuerdo con el plan, si no se alcanza un acuerdo, la Liga Árabe intervendrá para “hacer cumplir la reconciliación” entre los partidos palestinos rivales.

La mayor preocupación de Abbas no es una “reconciliación” con Hamas. De hecho, en varias ocasiones ha expresado su disposición para formar un gobierno de unidad con Hamas y poner fin a la disputa con el movimiento islamista. En las últimas semanas, se han renovado las negociaciones entre Fatah y Hamas en Qatar para lograr “unidad” y “reconciliación” entre ambos partidos rivales. Sin embargo, es más bien un intento de presionar a Abbas hacia una reconciliación con Dahlan. Según una fuente cercana a Abbas, él prefiere hacer la paz con Hamas que “tomar la copa de veneno” haciendo las paces con Dahlan.

Abbas tiene una aversión muy particular hacia Dahlan. Hasta hace cinco años, Dahlan, ex comandante de seguridad en la Franja de Gaza, estaba estrechamente asociado con Abbas. Ambos habían formado una alianza contra Yasser Arafat, el ex presidente de la AP. Pero la luna de miel llegó a su fin hace unos años, cuando Abbas y sus tenientes en Ramala comenzaron a sospechar que Dahlan tenía la intención de reemplazar a Abbas. Dahlan fue expulsado de Fatah a petición de Abbas y acusado de asesinato, corrupción, y de conspirar para derrocar el régimen de Abbas. Desde su exilio en los Emiratos Árabes Unidos, ha llevado a cabo una campaña contra el líder palestino de 81 años de edad, acusando a Abbas y a sus dos hijos ricos de dirigir la AP como si fuese su feudo privado.

Tal es el desprecio de Abbas por Dahlan que la semana pasada dio instrucciones a las autoridades de la AP de prohibir a Jalilah, la esposa de Dahlan, entrar a la Franja de Gaza. Jalilah gestiona y financia una serie de organizaciones benéficas en el enclave costero controlado por Hamas. Sus actividades son vistas por Abbas como un intento de construir bases de poder para su marido y allanar el camino para su retorno a la escena política. La decisión de prohibir su entrada a la Franja de Gaza se produjo tras informes de que ella y su marido planeaban organizar y financiar una boda colectiva de decenas de parejas de palestinos empobrecidos con la financiación de los Emiratos Árabes Unidos, cuyos gobernantes han proporcionado a la pareja Dahlan refugio y dinero durante varios años.

Cuando Abbas dice que “no quiere el dinero” de ciertas capitales árabes, se refiere a Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos. Él sospecha que estos dos países ricos están invirtiendo fondos en Dahlan como parte de un plan para sustituirlo y allanar el camino para un nuevo liderazgo palestino. Para Abbas, quien se ha negado a nombrar a un diputado o promover a un potencial sucesor, ésta es una seria amenaza a su gobierno autocrático y una “conspiración” de terceros contra él y su liderazgo de la Autoridad Palestina.

Abbas y los líderes de Fatah en Ramala están convencidos de que los miembros del “Cuarteto Árabe” están planeando allanar el camino para una “normalización” entre el mundo árabe e Israel – todo ello a expensas de los palestinos. Ellos afirman que los cuatro países árabes están utilizando y promoviendo a Dahlan con el fin de facilitar su misión de acercamiento con Israel. Estos países han llegado a la conclusión que bajo Abbas y el actual liderazgo de la AP, sería muy difícil iniciar cualquier forma de “normalización” o tratados de paz entre los países árabes e Israel, ya que la AP siempre ha sostenido que la paz de los países árabes con Israel debe venir después, y no antes, de una resolución al conflicto palestino-israelí.

Según el analista político palestino Mustafa Ibrahim:

“El plan del Cuarteto Árabe es una preparación para una era de transición post-Abbas y negociaciones de paz de los países árabes con Israel. El plan está diseñado para satisfacer los intereses de los regímenes árabes más que para poner fin a las divisiones entre los palestinos. El objetivo es eliminar la causa palestina y hallar una alternativa al presidente Abbas “.

Este análisis refleja los puntos de vista de Abbas y de los líderes veteranos de la Autoridad Palestina en Ramala quienes siguen sospechando sobre cualquier charla en torno a la sucesión en el liderazgo de la AP.

Curiosamente, por ahora la iniciativa del “Cuarteto Árabe” parece haber dividido a los funcionarios palestinos, ya que unos la aceptan y otros la rechazan.

Hassan Asfour, alto funcionario de Fatah y ex ministro de la AP, criticó a Abbas y a los dirigentes de Fatah por oponerse al plan y pidió a Abbas reconsiderar su “precipitada, irracional y poco práctica decisión” de descartar la iniciativa de los cuatro países árabes. Asfour señaló que las recientes críticas de Abbas contra estos países son “perjudiciales” e “injustificadas”. En respuesta, los asesores cercanos de Abbas afirman que Asfour es aliado político de Dahlan y por lo tanto tiene intenciones claras.

Muchos palestinos se sorprendieron cuando el veterano funcionario palestino, Ahmed Qurei, ex primer ministro de la AP y uno de los arquitectos de los Acuerdos de Oslo apoyó el plan del “Cuarteto Árabe”, que básicamente contempla el derrocamiento de Abbas. Sus asesores cercanos afirman que Qurei se ha unido a Dahlan con el fin de imponer un cambio de régimen en Ramala.

Dahlan, por su parte, ha lanzado su propia iniciativa llamando a una “amplia” reunión de las facciones palestinas en El Cairo para discutir maneras de lograr un cambio real en el entorno político palestino. Dahlan actúa para derrocar a Abbas y a los movimientos públicos. Y en esto cuenta con el apoyo político y financiero de al menos cuatro países árabes importantes que también desean ver el fin de la era de Abbas. Esta es la primera vez que un alto funcionario palestino ha desafiado abiertamente el liderazgo de la Autoridad Palestina con el apoyo de los países árabes. Se estima que al menos 600 personas asistirán a la conferencia patrocinada por Dahlan en la capital egipcia. Ahora los líderes de la AP amenazan con reducir los salarios de las personas que asistan a la conferencia. Esto sólo profundizará la crisis dentro de Fatah e incrementará el conflicto interno.

Abbas seguramente tenía estos pensamientos en mente al dirigirse a la Asamblea General de la ONU – la nueva “conspiración” árabe para reemplazarlo con Dahlan, o alguna otra persona. Esto, y no la política de Israel, es la verdadera pesadilla de Abbas. Después de todo, él sabe que sin la presencia de Israel en Cisjordania, su régimen ya habría caído en manos de Hamas o de sus rivales políticos en Fatah.

El plan del “Cuarteto Árabe” muestra que algunos países árabes están hartos de Abbas por su incapacidad de conducir a su pueblo hacia una vida mejor. Estos países, que durante mucho tiempo han apoyado a los palestinos tanto política como económicamente, no creen más en los esfuerzos de Abbas para asegurar un poder ilimitado – a costas del bienestar de su pueblo. No pasará mucho tiempo hasta que veamos si estos países árabes, ahora burlados por Abbas, lograrán librar a los palestinos de los líderes que los llevan a la ruina.

Fuente: Gatestone Institute

Traducción: Esti Peled

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