SHERI OZ

Seamos serios… realmente no importa dónde nació Yasser Arafat. Cuando hablamos sobre ser parte de un pueblo no estamos hablando sobre dónde los padres de uno estaban geográficamente cuando uno respiró por primera vez. Así que por favor, dejen de usar el hecho de que él nació en El Cairo como si eso lo descalificara de haberse llamado a sí mismo un “palestino”. O como si de esa forma fueran a desacreditar la idea de que alguna vez ha existido “Palestina”.

En realidad, el pedigrí de Yasser Arafat parece intacto: su padre era de Gaza y su madre de Jerusalem. Así que, aunque el propio Arafat nació en El Cairo, sus raíces familiares, de por lo menos una generación anterior, estaban en la parte del Imperio Otomano que fue llamado -en el momento en que Arafat puso un pie en el planeta en 1929 -el Mandato Británico de Palestina.

Además, mucha de nuestra propia gente no nació aquí. Golda Meir nació en Polonia y se crio en los Estados Unidos. David Levy es de Marruecos. Y ¿qué pasa con todos los inmigrantes judíos que están viniendo el día de hoy? Son miembros del pueblo judío que tienen todo el derecho a vivir en Israel como ciudadanos de pleno derecho desde el momento en que salen del avión. Los enemigos de Israel utilizan esto contra nosotros, diciendo que Israel es una imposición colonial europea de extranjeros que ha empujado a un lado a los “palestinos indígenas”.

Por lo tanto, cuando dices que Arafat no era “realmente” un “palestino” porque nació en El Cairo estás perdiendo de vista todo el punto por completo. Y estás pegándote un tiro en el pie al mismo tiempo.

No es una cuestión de dónde nació una persona, sino una cuestión de ser parte de un pueblo. Nosotros, los judíos, somos un pueblo con un país: un antiguo reino y ahora un estado moderno. Los árabes palestinos no pueden hacer tal afirmación; nunca hubo un país llamado Palestina, nunca hubo un reino llamado Palestina, nunca hubo un dominio llamado Palestina, ni siquiera una ciudad-estado llamado Palestina. (Y las únicas personas a las que se referían como palestinos antes de 1948 eran los judíos.) Esa es una gran diferencia y ese es el quid de la cuestión.

Cuando sostengo que no hay tal cosa como una nación palestina, que es una invención moderna, cuyo único propósito es borrar a Israel del mapa, alguien que se hace llamar palestina o palestino contestará con una observación tonta: “De manera que en este momento tú estás hablando con un fantasma?” o “¿me estás diciendo que yo no existo?”

Nadie está negando la existencia de los individuos. No se trata de individuos. Esto se trata de “un pueblo”.

Por desgracia o no, por la manera en que la historia reciente ha evolucionado, ahora parece que hay un pueblo árabe palestino. Esto se logró al obligarlos a languidecer como refugiados, a la vez que les prometió grandeza si podían ayudar a deshacerse de los judíos. Y esta identidad artificial fue reforzada por el reconocimiento internacional de su condición (imaginaria) de “pueblo”, incluso por parte de Israel (gran error).

No tenemos idea de qué tan estable es este novedoso “pueblo”. No tenemos idea de sí o no seguirían siendo un “pueblo” si tuvieran éxito en su vil objetivo de destruir a Israel. Tal vez lo harían y tal vez no lo harían. Después de todo, las naciones han surgido y caído a lo largo de la historia, nuestros propios ciclos de soberanía y expulsión son un ejemplo de ello y la Siria moderna otro ejemplo de ello.

La cosa es que esta nueva nación palestina nunca existió antes de que Israel hiriera el ego musulmán. Los árabes musulmanes no son particularmente conocidos por su tolerancia (lo siento, sé que no es políticamente correcto decirlo), y nosotros les revolvimos las plumas de forma insoportable cuando nos rehusamos a simplemente morir, ya sea en las cámaras de gas de Hitler o bajo el Mar Mediterráneo, a donde se suponía que deberíamos haber permitido que nos empujaran. Así que eligieron un nombre conveniente que podían reclamar como propio – porque acertadamente lo rechazamos como algo ajeno a nosotros – y luego lo inflaron fuera de toda proporción y sentido como si realmente hubiera habido un pueblo árabe palestino indígena antes de que los judíos reclamáramos nuestra soberanía. (Algunos incluso trataron de afirmar ser cananeos, pero eso funcionó).

Así que cuando estés debatiendo y afirmando que no existe tal cosa como una nación palestina, por favor, deja el lugar de nacimiento de Arafat fuera de la ecuación. Es absolutamente irrelevante.

Fuente: Israel Diaries.

Traducido por Sarona para Enlace Judío México

Link: https://www.israeldiaries.com/dont-care-yasser-arafat-born-shouldnt-either/