EL INVESTIGADOR

En el calendario judío existen tres fiestas de peregrinación bíblicas que se realizaban a Jerusalem en la época en que el Templo estaba de pie: Pésaj, Shavuot y Sucot (Tabernáculos).

Una de las particularidades de la fiesta de Sucot era que se realizaban 70 sacrificios correspondientes a cada una de las 70 naciones del mundo.

Sucot cae unos pocos días después de la festividad de Yom Kipur o “Día de la Expiación”. De acuerdo a la universalidad del judaísmo, no sólo el pueblo judío debe de alcanzar la redención, sino el mundo entero.

Por esta razón se hacían los 70 sacrificios. De hecho, cuando Salomón construye el templo de Jerusalem, él sabe que el lugar más santo para el mundo judío debía también estar abierto para los no judíos.

“Asimismo, el extranjero, que no es de Tu pueblo Israel, que viniere de lejanas tierras a causa de Tu nombre (pues oirán de Tu gran nombre, de Tu mano fuerte y de Tu brazo extendido), y viniere a orar a esta casa, Tú oirás en los cielos, en el lugar de Tu morada, y harás conforme a todo aquello por lo cual el extranjero hubiere clamado a ti, para que todos los pueblos de la tierra conozcan Tu nombre y te teman, como Tu pueblo Israel, y entiendan que Tu nombre es invocado sobre esta casa que yo edifiqué. “
(1-Reyes 8:41-43)

El profeta Isaías, por su parte, llama al Templo de Jerusalem, “casa para todas las naciones” (Isaías 56:7)

Al parecer, los cristianos evangélicos se han tomado muy en serio todo esto y es que desde hace 35 años, anualmente, miles de peregrinos cristianos suben a Jerusalem para festejar la fiesta de Sucot o “Tabernáculos”.

Tan Solo la Embajada Cristiana en Jerusalem recibe en esta fiesta a más de 6000 personas cada año, los cuales proceden de 80 países diferentes. Todas estas personas tienen una particularidad: son cristianos sionistas.

¿Qué significa ser un cristiano sionista?

Un cristiano sionista es aquel que apoya la idea de que el Estado de Israel es el hogar nacional de los judíos. Para los cristianos sionistas, los judíos continúan siendo el “pueblo de Dios”, por lo cual tienen el derecho divino sobre la tierra de Israel; y por lo tanto, a la ciudad de Jerusalén como su capital.

También han demostrado su simpatía por el tema de la reconstrucción del templo de Jerusalem.

Los cristianos evangélicos de los Estados Unidos se han tomado muy en serio el papel de defensores del Estado de Israel, a tal grado que se considera al Cinturón Bíblico, el cual comprende a trece estados de Estados Unidos de Norteamérica, como el verdadero defensor de Israel.

Se estima que existen 70 millones de sionistas cristianos y 80,000 pastores sionistas que difunden sus ideas por radio y televisión.

En el mundo latinoamericano los cristianos sionistas también son la principal fuente de apoyo político a Israel.

Más allá de las oraciones.

La Embajada Cristiana de Jerusalem trabaja permanentemente en Israel, fomentando el turismo de cristianos evangélicos a Tierra Santa. También cuenta con un programa para plantar bosques en Israel, el cual se mantiene con donaciones del extranjero.

Fomenta el consumo de productos israelíes en el extranjero, por lo cual ha elaborado guías en diversos idiomas de qué productos comprar para ayudar a la economía israelí, operando como un medio activo contra el boicot de sus productos.

Los evangélicos han apoyado con mucho entusiasmo el regreso de los judíos a Tierra Santa; tan solo en este año han donado más de $500,000 dólares para cubrir los gastos de inmigración para 523 judíos etíopes que llegaron a Israel, en medio de la fiesta de los Tabernáculos.

También mantienen una campaña permanente para brindar ayuda económica y asistencia médica a los sobrevivientes del Holocausto en Israel.