La masonería, según la Real Academia de la Lengua, es una asociación secreta. A los masones no les gusta que se diga “secreta” sino “discreta”, pues incluye a personas que profesan principios de fraternidad.

 

 

ELENA BIALOSTOCKY PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO- El 6 de noviembre, dentro del día Limud, la historiadora Ariela Katz de Guggenheim presentó la ponencia “Masonería”.

“Se dice que la masonería comenzó con Iram, que era el arquitecto del Rey Salomón cuando construyó el Primer Templo de Jerusalem, con los trabajadores del templo se formó la masonería. Este es el origen mítico”, comentó.

“Posteriormente sabemos que los trabajadores de los templos formaban grupos masones, trabajaban de un lugar a otro e iban en fraternidad, ya que se ayudaban entre ellos. Lo que sí tenemos certero es que en 1714, en Inglaterra, ya había cuatro Logias, que es como se llaman a estas fraternidades, que se juntaron e hicieron una Constitución Masónica. Dentro de esta constitución se dice que sólo se admitía a personas que se comprometían a creer en un creador del universo sin importar qué religión profesaran”.

Desde un principio, al tener el secreto como principio, fueron vistos con recelo, pues se temía que estuvieran atentando contra las iglesias.

Debido a la sospecha que había, se comenzó a mezclar la idea de la masonería y el antisemitismo. La mayor expresión de este hecho son Los Protocolos de los Sabios de Sión. Ahí se dice que hay una conspiración judeo-masónica para controlar todo el mundo.

En México, los judíos no tuvieron problemas para integrarse a la masonería debido a la separación que había entre la iglesia y el gobierno. El 1864 y 1865 se llevaron a cabo los servicios de Rosh Hashaná (año nuevo judío) y Yom Kipur (día del perdón), dentro de un templo masónico que se presta para los servicios por no tener efigies.

La relación de los judíos con la masonería en México se fue intensificando y la primera interacción de la que tenemos noticia es la “Sociedad Emmanuel” que no tuvo futuro.

Posteriormente, la Sociedad de Beneficencia Monte Sinaí se estableció en un Centro Masónico que integraba a todos los judíos que residían en México, esto fue alrededor de 1908-1912.

“La segunda oleada de judíos que fueron llegando a México a principios del siglo XX consistió en quienes venían huyendo de las persecuciones, y llegaron sin nada. Encontraron dentro de la masonería un lugar de aceptación y ayuda. Uno de los rituales de la masonería es que al entrar una persona nueva le preguntan ¿dónde están las puertas? Y el aspirante contestará: Son las puertas del rey Salomón.

Dentro de la Comunidad muchos judíos que fueron activos en la masonería, después han sido personas destacadas dentro de sus trabajos comunitarios”, acotó.