MORRIS STRAUCH PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO

Después del fallido Golpe de Estado de la Cervecería, en Múnich, a finales de 1923, Hitler y algunos de sus colaboradores fueron sentenciados a distintas condenas en la prisión de Landsberg, excepto el general Ludendorf que quedó absuelto. En el juicio Hitler pudo hablar en su defensa, dio un discurso cubierto por la prensa que lo hizo aparecer como mártir y profeta en toda Alemania:

“Por esto no son ustedes, caballeros, quienes nos juzgan. Ese juicio será pronunciado por el tribunal eterno de la historia… Declárenos culpables mil veces: la diosa de la eterna corte de la historia sonríe y despedaza los alegatos del Fiscal del Estado y el veredicto del tribunal, porque nos absuelve”.

Los tres jueces que simpatizaban con las palabras de Hitler tuvieron que ser persuadidos por el juez superior para declararlo culpable. Así lo hicieron, a cambio de que se le asegurara la libertad condicional temprana. Le dieron sentencia de 5 años, a partir del 1 abr 1924, conmutables a un periodo de 6 meses en caso de buena conducta. A pesar de que el código penal alemán de la época estipulaba en su Art. 81 cadena perpetua “a todo el que intente alterar por la fuerza la constitución del Reich alemán o de cualquier estado alemán”.

El historiador Oswald Spengler decía en una conferencia el día de este juicio: “las banderas, los desfiles y los cánticos llenan los sentimientos, pero la política es otra cosa”; para él el juicio era “el miserable caso de Hitler”. Un reportero alemán que cubrió el proceso, comentó: “No puedo pensar sin amargura y melancolía en ese monstruoso juicio… lo que ahí se llevaba a cabo me recordaba un carnaval político muniqués. Una corte que todo el tiempo le daba al acusado la oportunidad de dar largos discursos propagandísticos políticos…”.

Y como en política siempre hay una astróloga, esta no fue la excepción. Frau Ebertin que predijo el fracaso de su golpe de estado, volvió a hacer una predicción histórica: “Resultara que estos eventos recientes no solo le darán a este movimiento político una fuerza interior, sino también una fuerza exterior, de tal manera que le proporcionará un ímpetu poderoso al péndulo de la historia mundial.”

Por su parte la policía trató de deportarlo a Austria sin éxito.

Una vez que comenzó a cubrir su sentencia en la prisión de Landsberg Hitler parecía hacer su segundo intento de suicidio. No probó bocado durante 2 semanas, hasta que A. Drexler y Hans Knirsh lo convencieron de lo contrario: “…el partido lo buscará para comenzar todo nuevamente… moriríamos antes de seguir sin el…”. “…el putsch (1) subió el ánimo de todos…la mayoría de los líderes triunfan después de un fracaso.” Solo así lograron hacerlo comer un plato de arroz.

Su reclusión en Landsberg fue estancia privilegiada que incluyó habitación individual con vista panorámica, visitas, regalos, y pastel de las damas del partido los viernes. Curso intensivo de Nietzsche, Chamberlain, Treitschke, Ranke, Bismarck, Marx y Guerra Mundial. Pero lo más trascendental, ahí comenzó a dictarle a Rudolf Hess, prisionero nazi también, lo que sería la biblia nacional socialista, su autobiografía con todo y plan de trabajo. En el futuro, Rudolf Hess se convirtiría en el Secretario de Hitler y el número 2 de la jerarquía nazi. Conforme iba dictando su libro, Hitler se dio cuenta que tendrían que ser dos volúmenes separados, y así fue, el primero se publicaría en 1925 y el segundo en 1926.

El partido nazi, NSDAP, quedó proscrito, pero Alfred Rosenberg, ideólogo del partido, estableció un comité para darle continuidad, y Lüdeck fue a EUA para colectar fondos. Los 5 años de condena se redujeron a 8 meses. Cuando Hitler fue liberado de Landsberg, el 20 de diciembre 1924, ya era considerado un héroe.

Mientras Hitler dictaba su libro en prisión, en el mundo fallecían los escritores Anatole France, 80 años, y Franz Kafka de 40 años, y el líder político Vladimir. I. Lenin a los 54 años. En la Unión Soviética, durante el Congreso del Partido Comunista, Stalin, libraba las recomendaciones que Lenin dejó en su testamento de no convertirlo en secretario general del partido por su carácter y personalidad, y de elegir a alguien más diplomático y considerado; dicha recomendación no fue leída durante el congreso. En Italia, bajo sospecha de fraude electoral, Benito Mussolini ganaba las elecciones para gobernar libremente a través de un parlamento con mayoría fascista. Y en Paris se celebraron los Juegos Olímpicos, donde el abogado velocista israelita británico, Harold Abrahams, ganó la prueba reina, 100m, con 10.6s – décadas después, Abrahams dio una conferencia donde le autografió un libro suyo a mi entrenador, Andrej Piotrowsky, quien perdió a sus dos hermanos en la Segunda Guerra.

Después de rechazar las recomendaciones de Hess y de pasar por correcciones de tres editores y dos escritores, el siguiente año la editorial Franz Eher Verlag publicó: Mein KampfMi lucha. Dicho título fue idea de Max Amann, el director de la editorial, pues el título original de Hitler era: Viereinhalb Jahre des Kampfes gegen Lüge, Dummheit und Feigheit, – Cuatro años y medio de lucha contra las mentiras, la estupidez y la cobardía.

En Mein Kampf el sentido común, la inteligencia y la visión del autor quedan sepultados bajo un mar de odio, resentimiento, negación y deseo destructivo, donde se presenta una tesis de pseudo supremacía racial e invasión europea, entre otras cosas. Tal vez el verdadero valor del libro es el de testimonio psicológico de la mentalidad de uno de los máximos fanáticos genocidas de la humanidad.

Algunos extractos reveladores en Mein Kampf, y sus peores ideas que se concretarían en las siguientes décadas, no en el orden de aparición, sino en el orden cronológico en el que se dieron los hechos antes y después de 1924, son:

No toca el tema de la violencia paterna, pero menciona las discrepancias que tenía con su padre, como los estudios de carrera: “… yo quería ser cualquier cosa menos funcionario”. También menciona algún paralelismo con el padre, y las caminatas a la escuela con su hermana Angela.

Después externa su fanatismo bélico:

“No mucho antes de que la gran lucha histórica se convirtiera en mi experiencia interna más grande, que de ahí en adelante me entusiasmé cada vez más por todo lo relacionado con la guerra, o para el caso, con el servicio militar”.

Su maestro:

“El profesor Leopold Poetsch, de la Escuela Profesional de Linz, realizaba este objetivo de manera ideal… Este profesor hizo de la Historia mi asignatura predilecta. De esa forma, ya en aquellos tiempos, me convertí en un joven revolucionario, sin que tal fuera el objeto de mi educador. Pero, ¿quién con un profesor así podía aprender la historia alemana sin transformarse en enemigo del gobierno que tan nefasta influencia ejercía sobre los destinos de la Nación?”

Su contacto con la población judía:

“..en la Realschule, yo había conocido a un muchacho judío que era tratado por nosotros con cierta cautela, pero esto solamente por su reticencia y ciertas actitudes. Más allá de esto, ni en los demás ni en mí mismo nos despertó él ninguna opinión. …”

 Cierta vez, al caminar por los barrios del centro, me vi de súbito frente a un hombre de largo chaflán y de rizos negros. ¿Será un judío? fue mi primer pensamiento. Los judíos de Linz no tenían ciertamente esa apariencia racial.

 Como siempre en casos análogos, traté de desvanecer mis dudas consultando libros. Con pocos céntimos adquirí por primera vez en mi vida algunos folletos antisemitas. Todos, lamentablemente, partían de la hipótesis de que el lector tenía ya un cierto conocimiento de causa, o que, por lo menos, comprendía la cuestión; además, su tono era tal, debido a razonamientos superficiales y extraordinariamente faltos de base científica, que me hizo volver a caer en nuevas dudas.

La Primera Guerra Mundial, la Gran Guerra:

“Debía, pues, comenzar para mí, como para todo alemán, la época más sublime e inolvidable de mi vida. Ahora, ante los sucesos de la gigantesca lucha, todo lo pasado cayó en el olvido. Con un orgullo melancólico, miro hacia atrás en esos días, especialmente porque ahora estamos acercándonos al décimo aniversario de ese acontecimiento memorable; recuerdo aquellas primeras semanas de guerra cuando la buena fortuna me permitió tomar mi lugar en esa lucha heroica entre las naciones.”

O en alemán:

“So, wie wohl für jeden Deutschen, begann nun auch für mich die unvergeßlichste und größte Zeit meines irdischen Lebens. Gegenüber den Ereignissen dieses gewaltigsten Ringens fiel alles Vergangene in ein schales Nichts zurück. Mit stolzer Wehmut denke i ch gerade in diesen Tagen, da sich zum zehnten Male das gewaltige Geschehen jährt, zurück an diese Wochen des beginnenden Heldenkampfes unseres Volkes, den mitzum achen mir das Schicksal gnädig erlaubte.”


Sobre su antisemitismo político:

“La comprensión de los judíos constituye la única clave para interpretar los propósitos interiores y por lo tanto reales de la social democracia. Comprender esta raza equivale a levantar el velo de las falsas concepciones acerca de los fines y designios de este partido para que los desatinos del marxismo surjan gesticulando en medio de la niebla en que los ocultaban las frases sociales. “

“De este modo, siguiendo las huellas del elemento judío a través de todas las manifestaciones de la vida cultural y artística, tropecé con ellos inesperadamente donde menos lo hubiera podido suponer: ¡Judíos eran también los dirigentes del Partido Socialdemócrata! Ahora que me había asegurado que los judíos eran los líderes de la Socialdemocracia, comencé a ver todo claro. “

Metodología del partido:

“Si oponemos a la social democracia una doctrina que supere a esta en verdades, aunque sea más despiadada que ésta en procedimientos, ésta doctrina vencerá, por cruenta que sea la lucha.”

“La primera de todas las condiciones para una lucha por la fuerza bruta es la persistencia. Esto quiere decir que sólo hay posibilidades de éxito en el combate a otra doctrina cuando se emplean métodos de represión uniformes y continuos. Por el contrario, si con indecisión se alterna la fuerza con la tolerancia, sucederá que no solamente la doctrina a destruir conseguirá fortalecerse más, sino que quedará en situación de sacar nuevos provechos de cada persecución, puesto que, superada la primera ola de represión, la indignación por el sufrimiento le reportará nuevos adeptos, en tanto que los ya existentes permanecerán cada vez más fieles. Incluso aquellos que hayan abandonado las filas, pasado el peligro, volverán a ellas.”

Su misión en nombre de Dios:

“La doctrina judía del marxismo rechaza el principio aristocrático de la Naturaleza, y en el lugar del Eterno, privilegia la fuerza y la energía, coloca su montón de números y peso muerto. De esta suerte niega el valor del individuo, y combate el de la nacionalidad y de la raza, privando así a la humanidad de todo lo que significa su existencia y su cultura. Esto provoca por consiguiente, y como principio del universo, el fin de todo orden concebible para la humanidad, y como nada fuera del caos podría resultar en aquel gran organismo discernible de la aplicación de semejante ley, el único resultado para los habitantes de esta tierra consistiría en la ruina… De aquí que yo me crea en el deber de obrar en el sentido del Creador Todopoderoso.”

El nacionalismo xenófobo:

“Por principio, no debe olvidarse que el propósito más elevado de la existencia no estriba tanto en defender un estado o un gobierno, como en preservar su carácter nacional”

“Pronto me transformé en un fanático nacionalista alemán…”

 “En el norte y el sur la ponzoña de extrañas razas roía el cuerpo de nuestra nacionalidad y hasta la misma Viena se convertía cada vez en una ciudad menos alemana.”

Odio racial:

“En aquellos días mi disgusto crecía a medida que yo comprendía mejor la inconsistencia del Estado y la imposibilidad de salvarlo. Yo tenía la certeza de que todo se confabulaba para mal de la raza alemana, estaba convencido de que el Estado se había impuesto la misión de contener y obstruir la acción de todo alemán realmente grande, apoyando por el contrario todo aquello que fuese anti alemán. Yo detestaba la mezcla de razas que se exhibía en la capital, odiaba aquella abizarrada colección de checos, polacos, húngaros, rutenios, serbios croatas, etc. y por encima de todo, los judíos.”

Selección natural dirigida por medio de la sobrevivencia del más fuerte:

“Sí en la lucha por los derechos humanos una raza sucumbe, es porque no ha pesado suficiente en la balanza del destino como para continuar subsistiendo en el mundo terrenal… la tierra no se ha creado para las razas cobardes”.

Economía:

El Estado no tiene que ver con ningún desarrollo o conceptos económicos definidos,… El Estado es un organismo racial y no una organización económica… Hasta ahora ningún Estado ha logrado fundarse mediante medios económicos pacíficos…”

[Ya en Múnich, 1923, había declarado en un discurso: “Ninguna política económica es posible sin una espada, ninguna industrialización es factible sin el poder.”]

La forma de gobierno: Supremacía del Líder, obediencia absoluta.

No habría “estupidez democrática”, el III Reich sería gobernado por el “Führerprinzip”.

La anexión de Austria, Anschluss:

“El Austria alemana retornará al seno de la gran patria Germana…”

 “..desde mi más temprana juventud estuve convencido de que la destrucción de Austria era una condición indispensable para la seguridad de la raza alemana, y por lo demás que el sentimiento de nacionalidad no se identificaba de modo alguno con el patriotismo dinástico y que la casa de Habsburgo se encontraba entregada a la tarea de perjudicar a la germana estirpe.”

“Ya que mi corazón siempre estaba con el Imperio Alemán y no con la monarquía austríaca, la hora de la disolución de Austria como estado me pareció el primer paso hacia la emancipación de la nación alemana.”:

“Da mein Herz niemals für eine österreichische Monarchie, sondern immer nur für ein Deutsches Reich schlug, konnte mir die Stunde des Zerf posible adquiealls dieses Staates nur als der Beginn der Erlösung der deutschen Nation erscheinen.”

Qué hacer en Austria:

“… ya entonces advertí que el único recurso capaz de mejorar las cosas consistía en aplicar un método doble, por una parte una sensación profunda de la responsabilidad social, a fin de crear mejores principios para nuestro desarrollo, y por otra una determinación despiadada de destruir todas aquellas excrecencias que no pudieran remediarse.”

La Segunda Guerra Mundial:

“Por esta razón, la única esperanza que tenía Alemania de llevar a cabo una política territorial acertada, consistía en adquirir nuevas tierras en la misma Europa. Las colonias no sirven para este objeto cuando son inadecuadas para el establecimiento de europeos en gran número. En el siglo XIX no era ya posible adquirir por medios pacíficos territorios apropiados para esta clase de colonización. “

“Für Deutschland lag demnach die einzige Möglichkeit zur Durchführung einer gesunden Bodenpolitik nur in der Erwerbung von neuem Lande in Europa selber. Kolonien können diesem Zwecke so lange nicht dienen, als sie nicht zur Besiedelung mit Europäern in größtem Maße geeignet erscheinen. Auf friedlichem Wege aber waren solche Kolonialgebiete im neunzehnten Jahrhundert nicht mehr zu erlangen”.

Preparar ataques por medio de Firma de tratados:

 “En consecuencia Italia no podía tratar con Austria sino de dos maneras, aliándose con ella o declarándole la guerra. Habiendo escogido lo primero, pudo con toda calma prepararse para lo segundo”.

Su admiración por el Imperio Británico y la búsqueda de una alianza:

“…nunca se les ocurrió a nuestros dignos profesores encargados de impartir instrucción que jamás habría sido posible crear y mantener unido gracias y solamente al timo y a métodos clandestinos una cosa tan formidable como el imperio mundial británico.”

“Con el objeto de realizar una política así, no había en toda Europa sino un solo posible aliado, la Gran Bretaña. La Gran Bretaña era la única nación que podía guardarnos las espaldas en caso de que emprendiésemos una nueva expansión germánica. …ningún sacrificio hubiera sido excesivo con tal de lograr la alianza de Inglaterra.”

La invasión de Francia:

“…un activo ajuste final de cuentas con Francia… una última lucha decisiva… y sólo entonces seremos capaces de terminar la eterna y esencialmente infructífera lucha entre nosotros y Francia; presuponiendo desde luego que Alemania considere la destrucción de Francia solo como un medio que permita a nuestro pueblo la expansión.

La invasión de Rusia, Unión Soviética:

“Y por eso, nosotros, los nacional socialistas… empezaremos donde arrancamos hace 600 años. Detenemos el interminable movimiento germano hacia el sur y el oeste y dirigimos nuestras miradas hacia la tierra del este.”

Si hablamos hoy de tierra en Europa, podemos tener solo en mente básicamente a Rusia y sus estados vasallos fronterizos”

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Un libro difícil de leer que muchos empezaron pero pocos terminaron, por el exceso de preámbulos y la abundancia de temas que toca, odio desproporcionado, descalificaciones constantes, adjetivación obsesiva y la falta de realismo. Se dice que si más gente lo hubiera leído, Hitler no habría llegado al poder, o tal vez lo hubieran detenido a tiempo.

De acuerdo con los datos encontrados en la editorial, en 1925 se vendieron 9473 copias del libro y en 1926, 6913 copias, contando ambos volúmenes. Cada año fue decreciendo su venta, hasta que sacaron un solo volumen a precio de 8 DM lo que catapultó las ventas a más de 50 mil copias y después a más de 90 mil, en 1932, cuando los nazis eran mayoría en el parlamento. Después de que Hitler tomó el poder en 1933, el libro se volvió regalo de bodas oficial del gobierno para todas las parejas de recién casados, y obligatorio en cada iglesia junto con la Biblia. Con él, Hitler hizo una fortuna, de cuyos impuestos obviamente se exentó.

“Si hubiese sabido que iba a ser canciller, no lo hubiera escrito” : Adolf Hitler.


Justo en este año 2016, expiraron los derechos de autor, en poder del gobierno del estado de Baviera. Mein Kampf volvió a ser publicado en Alemania por primera vez desde 1945, por el Instituto de Historia Contemporánea, Institut für Zeitgeschichte, IFZ, en Múnich, en forma de una edición crítica con notas académicas que destacan errores de escritura e incoherencias.

1 Golpe de estado