LARRY COHLER-ESSES / Para el movimiento “alt-right”, Jaime Zabludovsky Kuper puede parecer un estereotipo trillado. Como descendiente de una de las familias judías más prominentes de México, Zabludovsky ha sido miembro de la élite de México durante mucho tiempo. Tras un doctorado en economía de la Universidad de Yale, fue subsecretario de negociaciones comerciales internacionales y economista principal del Banco de México y del Consejo de Economía del presidente mexicano.

ESTI PELED PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Pero aún más importante, Zabludovsky fue el jefe de negociaciones para México en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el pacto comercial de 1993 firmado por Estados Unidos, México y Canadá que ahora está siendo demonizado – y no sólo por el “alt-right” – por haber abierto la puerta a una gran cantidad de productos baratos de México, por haber enviado la manufactura a la frontera sur, y por haber facilitado la entrada de inmigrantes que el presidente electo Donald Trump ha jurado detener con un muro impenetrable. El TLCAN también ha ofrecido un patrón para otros acuerdos comerciales como la Asociación Transpacífica entre los Estados Unidos y otros 11 países que ahora está en peligro con la elección de Trump.

En una entrevista telefónica, Zabludovsky, de 60 años, no se mostró optimista sobre lo que podría suceder con el acuerdo comercial que ayudó a pactar.

“Creo que se esperan algunos años difíciles,” dijo. “No sabemos si Trump realmente ponga en práctica lo que ha dicho. Estamos preocupados… pero con suerte, él lo entenderá.”

El récord del TLCAN, en base a datos empíricos, está muy lejos de la caricatura que Trump hizo de él, pese a que aún continúa el debate sustancial de su efecto sobre la desigualdad y sobre varios sectores de la economía de los tres países. Una encuesta de los principales economistas realizada en 2012 por la Escuela de Negocios de la Universidad de Chicago reveló que el 85 por ciento de los economistas consideran que los ciudadanos estadounidenses se han beneficiado por el acuerdo. Sin embargo, el Instituto de Política Económica, un grupo de reflexión vinculado con la federación sindical AFL-CIO, estima que cerca de 700,000 manufactureras se han “perdido o desplazado” debido al acuerdo.

Zabludovsky defiende firmemente el pacto, que considera uno de sus grandes logros. Es un tratado que ha traído enorme beneficio mutuo tanto a su país como a Estados Unidos, afirma. Además, la apertura y transparencia que promueve en la economía de los tres países tiene un efecto cultural que atraviesa las fronteras.

“En general, los judíos son más exitosos en sociedades abiertas,” dijo. Aunque no afirma que los judíos se benefician específicamente de tales pactos comerciales, enfatiza que las sociedades abiertas, como lo requieren tales pactos, “tienden a ser más tolerantes con las minorías en general”. La campaña de Trump y sus mensajes contra el libre comercio también fue “muy xenófoba – no sólo antisemita, sino también anti-mexicana y anti-musulmana. Ese es el tipo de cosas que terminan perjudicando a todas las minorías.”

Para Zabludovsky, el TLCAN no sólo trata de beneficios mutuos, sino que contribuye a una arquitectura comercial internacional que los líderes estadounidenses establecieron después de la Segunda Guerra Mundial para ayudar a prevenir los horrores de la pesadilla que el mundo había experimentado.

“Uno de los grandes logros de la era de la posguerra fue que los países colaboraron entre sí, forjando destinos interdependientes. Cuando se cae en políticas proteccionistas, surgen posturas nacionalistas. Eso es lo que ocurrió en los años treinta.”

Las propias raíces de Zabludovsky en México datan de ese mismo período. Su abuelo paterno llegó a México de Polonia en 1924, huyendo de la pobreza y la discriminación. Después de casarse con otra inmigrante judía polaca, se dedicó a los negocios y pronto la familia se convirtió en una parte prominente del intelectualismo liberal de México. Los padres de Zabludovsky eran amigos de novelistas como Octavio Paz y el escultor y pintor radical José Luis Cuevas, cuya casa fue diseñada y construida por el padre de Jaime, Abraham Zabludovsky, uno de los arquitectos más importantes de México.

Su tío, Jacobo Zabludovsky, era un famoso periodista y, como rostro virtual del régimen del Partido Revolucionario Institucional, una figura controvertida. Gina Zabludovsky Kuper, su hermana, es una notable socióloga y profesora de la Universidad Nacional Autónoma de México, considerada ampliamente como el instituto líder en el mundo hispanohablante.

Jaime Zabludovsky volvió de Yale para formar parte del grupo de asesores y burócratas neoliberales de alto nivel entrenados en Estados Unidos. Actualmente es asesor de comercio internacional y Presidente Ejecutivo del Consejo Mexicano de la Industria de Productos de Consumo.

La familia de Zabludovsky personifica el ascenso de la pobreza a las filas de una élite internacional que define a muchos judíos prominentes que huyeron de Europa Oriental antes o después de la Segunda Guerra Mundial. Se trata de una élite que ahora es severamente atacada, desprovista de los problemas de sus propios compatriotas en muchos países, desde el Reino Unido, que votó por Brexit, hasta Francia, donde las posibilidades de la derecha radical xenófoba, liderada por Marine Le Pen presidencia, es una perspectiva real.

Para Zabludovsky, el pacto comercial que ayudó a negociar es una seguridad contra todo esto. La apertura económica y las libertades políticas, ascienden y descienden, señaló. Apenas siete años después de que el TLCAN entrara en vigor, Vicente Fox, candidato presidencial del partido opositor Acción Nacional ganó las elecciones presidenciales despúes de 71 años de gobierno del Partido Revolucionario Institucional. Desde este punto de vista, el mayor flujo de información y transparencia que exigen los inversionistas y las empresas internacionales – y que el propio acuerdo impone – tienen un efecto que se extiende y absorbe la política y la cultura de un país.

“En ese sentido, diría que el TLCAN ha permitido a México pasar de un sistema político relativamente cerrado a una sociedad mucho más abierta,” explicó Zabludovsky. “Considero que para los judíos es mucho mejor que vivir en una sociedad cerrada.”

Por supuesto que no todos los judíos ven el tratado de esa manera. Bernie Sanders, el senador estadounidense de Vermont nacido en Brooklyn, quien criticó el TLCAN, amenazó la nominación de Hillary Clinton en base a su oposición al tratado comercial y otros acuerdos similares. Su candidatura ayudó a presionar a Clinton para que se oponga a la Asociación Transpacífica, que había apoyado firmemente como secretaria de Estado en el gobierno del presidente Obama. Pero Sanders, quien abogó por un proceso hacia la ciudadanía para millones de inmigrantes indocumentados de México y de otros lugares, defendió fielmente las normas democráticas básicas, la tolerancia social y los derechos de las minorías.

Trump, quien durante su campaña prometió expulsar a cerca de 11 millones de inmigrantes mexicanos es muy diferente.

“Estoy dispuesto a esperar y ver”, expresó Zabludovsky. “Espero ver grandes diferencias entre Trump el candidato y Trump el presidente. También espero que el sistema estadounidense trabaje para limitarlo. “Sin embargo, las declaraciones de Trump – aunadas al control del Partido Republicano en ambas Cámaras del Congreso – no son buenos presagios.

“Estoy muy preocupado de que Estados Unidos pueda decidir abandonar el papel de liderazgo que ha desempeñado durante los últimos 50 o 60 años”, continuó. “Eso es lo que realmente está en juego; En lugar de que el país más grande lidere un mundo basado en reglas e interdependencia, me temo que EE.UU. puede convertirse en una isla. La Unión Americana marca la pauta en el mundo. Y la liberalización del comercio ha sido una de las herramientas para un orden internacional basado en leyes.”

Entonces, ¿cómo llegaron las cosas a este punto? ¿Acaso el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) ha contribuido echar abajo todo esto en lugar de salvarlo, dejando que los afectados por los cambios venideros peleen enojados durante años y, finalmente se sublevan?

“Obviamente han habido algunos malos desarrollos”, dijo. “En cualquier proceso liberal, hay ganadores y perdedores. El reto es cómo lidiar con los perdedores.”

Pero eso no es parte de la responsabilidad del TLCAN, dijo. “Esto tiene que hacerse internamente. Cada país debe tomar medidas para cuidar a sus propios ciudadanos que pueden verse perjudicados. “Estados Unidos ha implementado algunas medidas, pero obviamente no han sido suficientes. No es sólo cuestión del comercio, sino de cambios tecnológicos y demográficos …. debemos poner en marcha programas de ajuste – proporcionar a la gente las herramientas y elementos necesarios para hacer frente a los cambios, que no sólo provienen del comercio.”

Zabludovsky señaló que Alemania “ha sido mucho más exitoso en este ámbito mediante la capacitación de personas que de otro modo verían sus empleos en otra parte”.

Pero entonces, sugiere que Alemania, tiene una historia que ha quemado en su ADN los peligros de lo que puede suceder cuando sectores enteros de una población tienen que defenderse por sí mismos.

Para bien o para mal, las recomendaciones de Zabludovsky son más de lo mismo en ambos frentes que ve como ineludiblemente vinculados. “Creo que debemos seguir presionando por una sociedad y una economía abierta,” concluyó.

Fuente: Forward

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