La responsable de Condición Femenina aconseja ceder el salario al Estado para paliar la crisis.

FRANCISCO PEREGIL

La ministra argelina de Solidaridad Nacional, de la Familia y de la Condición Femenina, Mounia Meslem, propuso el pasado miércoles que las mujeres casadas renuncien a sus sueldos para ayudar al Estado a salir de la crisis en la que se encuentra sumido a raíz de la baja en los precios del petróleo. “Si el país nos necesita, las mujeres casadas, especialmente las mujeres que somos altos cargos del Estado, deberíamos ceder la totalidad de nuestros salarios al Tesoro”, declaró al canal local El Bilad TV. “No son nuestros ingresos los que nos hacen vivir, son nuestros esposos quienes se hacen cargo de nosotras”, añadió.

Las declaraciones desataron las protestas en las redes sociales. El sitio digital Algérie-Focus afirmaba que se trataba de la propuesta más “estrambótica” de la historia política. “Estas declaraciones, que reflejan la falocracia de la clase dirigente incluso cuando las hacen las mujeres, demuestran la incapacidad del Gobierno para imaginar soluciones creíbles a la crisis financiera”. Y un lector del citado medio añadía: “Estamos en crisis porque los puestos claves están ocupados por incapaces como la que acaba de hacer esa declaración”.

La polémica sobreviene en un momento en el que el Parlamento argelino acaba de aprobar subidas de impuestos que encarecerán el precio de los carburantes, la electricidad, el agua y el gas, entre otros productos. Los miembros del Gobierno han accedido a entregar al Tesoro Público el 10% de sus salarios a partir de enero, pero una parte de la prensa ha tachado la medida de una mera operación de imagen.

Lounès Guemache, director de la publicación digital TSA, indicó en conversación telefónica: “Las declaraciones de la ministra han sentado muy mal para muchos argelinos, que no creen que la crisis se deba a la bajada de precios del petróleo sino a la mala gestión, al derroche y a la corrupción. En cuanto al gesto de renunciar al 10% de sus salarios, la gente común ve que eso es una nimiedad. El sueldo de un ministro aquí equivale a unos 3.000 euros. Así que con 300 euros que aporten cada uno no se va a ningún lado”.

En cuanto a las declaraciones en sí de la ministra, el director de TSA precisa que hay que situarlas en el contexto de la religión musulmana. “La religión establece que el marido no tiene derecho a usar el salario de su mujer cuando ella trabaja. Tiene incluso que pagarle el dinero del transporte al trabajo y el salario de ella es para sus gastos personales. Aunque, en la Argelia de hoy en día, lo que sucede es que la mayor parte de las mujeres que trabajan contribuyen con sus salarios a los gastos de la familia, porque si no sería imposible para muchos llegar a fin de mes”.

Más allá de la propuesta de la ministra de Solidaridad Nacional, Argelia vive estos días pendiente de que el precio del petróleo suba por encima de los 55 dólares para que le cuadren sus cuentas. De momento, al margen de las medidas fiscales que afectarán de forma directa a los ciudadanos, el país ha congelado muchas obras de infraestructuras que generan miles de empleos.

Fuente:elpais.com