BECKY RUBINSTEIN F.

¿Qué tanto puede decir quién desconoce los infinitos caminos del Tarot? ¿A quién acudir para conocer lo desconocido y no caer en una o más imprecisiones, las cuales –pensamos- serían castigadas por alguna fuerza oculta?

Cabe mencionar que el Tarot, aún sin conocer los caminos subterráneos que lo caracterizan, llama la atención de tirios y troyanos. O sea, de peritos y de inexpertos, atraídos ambos –me parece- por un imán en calidad de enigma. Hay quien, incluso, comenta que el camino al Tarot y a los tarotistas, está prohibido. Proscrito… ¿En otras épocas el Tarot y sus practicantes acababan en la picota?

Ya que por suerte o por destino las autoras del “libro-objeto” –por llamarlo de algún modo- me eligieron para ponderar sus cualidades –que las tiene y muchas. Basta tomarlo en las manos y no queda más que sumergirme en un libro de símbolos…El Tarot, en efecto, es un símbolo sumado a otro y a otro más…

Para los antiguos el Tarot era un juego de cartas de carácter esotérico, más o menos secretamente transmitido a través de los siglos. Nadie sabe cuándo se originó: quizá viene de la lejanísima China, de la India, de Egipto… Quizá sea obra de Thot -Hermes Trimegistos, de bohemios –seguramente de Bohemia , no de los bohemios– de alquimistas, de cabalistas o de un hombre sabio entre los sabios –estoy citando– .

En mi investigación por los caminos del Tarot –o por sus rutas- encuentro que existe el Tarot de Marsella de láminas vivamente coloridas, no menos coloridas que el Tarot de Josele Cesarman y de Mireya Gerard : colores que atraen la mirada, que invitan a enamorarse del otro : del objeto per se , como al objeto amatorio. El de Marsella –según tengo entendido—prefiere el ocre rosa de la carne. El azul, el rojo y el amarillo… Josele, aficionada al color, resalta mayormente el rojo, el azul… Su destreza enriquece el dibujo, la ilustración, nacidos de una búsqueda: de la necesidad de crear, al fin pintora experimentada y embebida en el juego estético…

De arcanos mayores y menores nada sé –aunque estoy dispuesta a aprender-. Ya Mireya nos contará sobre los personajes u objetos: bastos, copas, espadas y oros… Del rey, la dama, el caballo, la sota… los corazones y tréboles… Mi lista tentativa resulta, obviamente incompleta, de ahí el S.O.S a Mireya, especialista en lo que ignoro y deseo aprender. ¿Por qué no? Nunca es tarde si la dicha es buena.

Para finalizar, sin agotar la materia, oscura –por lo menos para su servidora– comparto que para los cabalistas los arcanos mayores corresponden al alfabeto hebreo. Son 22 vías de la sabiduría, los cuales con las 10 sefirot, o atributos divinos, forman el universo…Todo proviene de la corona, de Kéter, el atractivo del Tarot “cabalístico” es que todo está ligado entre sí de una manera más que mágica.

Y por favor, ténganme paciencia, encontré que Jung jugó –por decirlo de alguna manera- con el Tarot en pos de descifrar los llamados arquetipos esenciales. Nada difícil de entender…La madre es la Gran sacerdotisa, la emperatriz, el juicio; el caballo es el carro; el hombre viejo es el emperador, el sumo sacerdote, el eremita, el juicio… La rueda es la Rueda de la Fortuna, la que, como observó el rabino Sem Tob de Carrión en el siglo XIV castellano, a veces está arriba, a veces abajo…

La lista es más que lo dicho… Así pues, a falta de tiempo, comentaré que incluye una Estrella, como la buena estrella que ansiamos los humanos nos alumbre, nos ilumine para completar nuestros días en el mundo: en el aquí y en el ahora…

En el Tarot –he aprendido de pasada—que no todo está dicho: el Tarot no se somete enteramente a ninguna tentativa de sistematización, siempre queda algo que se nos escapa… Obviamente: para nada se nos escapa en el Tarot de Josele y de Mireya: –¿creado, formado, editado, publicado? (Ignoro el verbo estrictamente adecuado para definir el acto creativo) por Tinta Nueva y bajo el cuidado de Federico Corral Vallejo, al que auguro suerte, fortuna y un camino iluminado por más de una estrella.

Bibliografía

Chevalier, Jean, Gheerbrant, Alain, Diccionario de símbolos, Barcelona, ed. Herder, 1986.

Don Sem Tob, Glosas de sabiduría o Proverbios Morales y otras rimas, Madrid, Alianza Editorial, 1974.